Con más de 20 años de experiencia en la empresa, Catherine Remy, directora general de Total Energies, recorrió desde París hasta Nigeria, y enfrentó decisiones que muchos considerarían arriesgadas. Parte de esta rica experiencia es la que compartió durante su paso por la 5° edición del Forbes CEO Summit.
Para la ejecutiva, la escucha es la habilidad clave para desarrollarse como líder. Remy haba de la importancia de la diversidad a la hora de tomar decisiones relacionadas a la transición energética. Sus estrategias para promover el liderazgo auténtico y su visión sobre la diversidad en el ámbito corporativo ofrecen valiosas lecciones para quienes buscan innovar en el mundo empresarial.
¿Cuáles fueron los principales desafíos de tu carrera?
Me sumé a Total Energies hace 20 años. Estuve en París, Nigeria, Argentina y España. Como ingeniera, empecé en la compañía en puestos generales y después fui a la dirección financiera. Ir a Nigeria fue una decisión que iba en contra de lo que me decían, pero me di cuenta de que si estaba en esta industria era para la aventura. Hay momentos en la vida que hay que escucharse.
Otro momento fue desde 2019, que cambiamos el nombre de la compañía. Nos llamábamos Total y hacíamos exploración y producción de hidrocarburos, y toda la cadena de valor. Y cambiando este nombre era por la transición energética, que es un desafío para la industria, porque lo que tenemos que hacer es lograr tener una energía más limpia y al mismo tiempo seguir abasteciendo la demanda.
¿Qué habilidades desarrollaste?
Challengear el statu quo es clave. Especialmente en esta industria, donde te conviene siempre tener un sistema robusto. Somos una compañía con un montón de ingenieros y eso tiene una desventaja: vamos a promover al ingeniero que mejor trabaja. Y ahí dejamos de lado lo soft, las cualidades de liderazgo. Algo a lo cual le presto mucha atención es a quién vamos a empujar en su carrera. Tenemos un sistema para detectar quién es un potencial alto y muy alto. Vamos a empujar a gente con cerebro y corazón, líderes que tienen autenticidad y cercanía, no autoritarismo.
¿Qué herramientas utilizás?
Es un ejercicio de zoom in y zoom out, entrar en detalle para entender lo que está pasando y también tener un poco de zoom out para tomar la decisión. Y todo eso pasa por la escucha y que todo el mundo trabaje en las decisiones que tenemos que tomar. Alrededor de la mesa hay que poner personas distintas.
¿A las mujeres les sigue costando llegar a posiciones de liderazgo?
En nuestra compañía tenemos una visión bastante cartesiana en cuanto a la diversidad. La diversidad genera mucho valor porque vamos a trabajar sobre un problema que tenemos todos o vamos a buscar una solución. Por eso empujamos no solamente mujeres, sino gente de distintos países. En Francia solemos decir que no se nace mujer, se llega a ser mujer. Y en cuanto a CEO es un poco lo mismo: no se nace CEO, se llega a ser. Hay que atreverse. Las mujeres a veces (y yo lo hice en el pasado) nos ponemos límites, tenemos que aceptar un puesto que está afuera del país, tenemos que salir de la zona de confort. Es un movimiento que está en marcha y hay que confiar en ese futuro.