Maite Pistiner es periodista y Licenciada en Comunicación Social. Trabaja desde hace 10 años en el campo de la comunicación. Fue cronista, movilera, colaboradora de programas de televisión y actualmente, además de creadora de contenidos en redes sociales, lidera y dicta cursos en su Academia de Comunicación Mai Pistiner, con más de 60.000 alumnos en línea de toda la región. Llegó a capacitar a empresas como Google, Biotherm y Pirelli. “Este año de alguna manera sentí el impacto de todo ese trabajo hormiga que vine construyendo hace tantos años”. 

En el 2020 lanzó su primer curso online de oratoria mientras estaba embarazada y trabajaba para América TV. Luego del éxito de las primeras ediciones y los cupos agotados de cada lanzamiento, decidió crear su negocio digital con el apoyo de Gaston Farias Bouvier. Actualmente, Maite afirma que su negocio está teniendo un crecimiento exponencial. Hace un tiempo se venían sumando 2.000 alumnos por mes y en estos últimos tres meses se sumaron entre 5.000 y 8.000 alumnos mensuales. Su objetivo junto a su equipo, en un corto y mediano plazo, es llegar a capacitar a más de 1 millón de alumnos de toda la región. “Somos optimistas porque ya tenemos una estructura, un equipo”, explicó.

La misión de la academia es que las personas aprendan habilidades blandas. “Hoy en día, las habilidades blandas son de los recursos que más se necesitan en el mercado laboral y también en el ámbito personal porque la comunicación efectiva, el manejo y la gestión de las emociones, el liderazgo, la persuasión, la capacidad de negociación, son todas habilidades que uno no aprende en las carreras profesionales pero determinan el éxito o el fracaso de cualquier tipo de proyecto o vínculo que uno quiera fortalecer en su vida”.

En la creación de la academia online, Maite asegura que no debieron realizar grandes inversiones al tratarse de un proyecto digital. Sin embargo, para vender sus cursos, su foco estuvo en la pauta publicitaria en redes sociales. “Al principio me daba un poco de vergüenza y después me amigué con la idea de que no está mal venderse a uno mismo, vender un producto que uno sabe que es bueno y vale la pena y que sobre todo cuando la gente lo compra y lo toma, queda más satisfecha. Todavía me da un poco de vergüenza la idea de hacer publicidad de mis cursos pero cuando después leo las reseñas, esa vergüenza se me va”.

Tiempo antes de crear la academia, Maite trabajaba full time en América TV. “Estuve 5 años e hice de todo, desde dirigir las redes sociales del canal hasta tener colaboraciones en diversos programas de televisión. Después de la pandemia, una vez que nace mi hija, y una vez que se viraliza el curso que empiezo a ofrecer de oratoria, me di cuenta de que mi marca personal tenía más impacto que estando en un medio tradicional”.

Maite siempre se dedicó a las redes sociales además de ser periodista. En paralelo a su trabajo, creaba contenido para su marca personal. Actualmente la creación de contenidos es parte de una de sus grandes verticales de negocio. “Trabajo con marcas que confían en mí hace mucho tiempo, y a las que les hago publicidad y branding como Eucerin, L'Oreal, Binance, IOL Inversiones. Además de generar contenido en mis redes actuales, este año estuve pimponeando con varios streamings, me costó y me sigue costando un poco la consistencia del aire porque tengo dos hijos chiquitos, entonces comprometerme a un diario es complejo. Estuve un tiempo en el streaming de Ángel de Brito. Ahora empiezo un streaming nuevo en “La Casa” que va a ser tres veces por semana y espero poder continuar porque me va a dar aire para las otras tareas que tengo”, agregó.

Al dejar su trabajo full time en un medio de comunicación tradicional, Maite cuenta que se la “jugó” al ver que su marca personal rendía más que las ocho horas diarias que le dedicaba a su jornada laboral. “Quizás al principio fue arriesgado porque recién había sido mamá, pero sentí que mis capacitaciones tenían tanta buena repercusión, las reseñas eran tan positivas que dije “acá hay algo que evidentemente tengo que aprovechar. De hecho en un momento hasta no había pensado en no darlas más porque me había aburrido, me había cansado de siempre del mismo contenido, algo que nos pasa a muchos que nos dedicamos a la docencia: naturalizamos el contenido porque lo dijimos tantas veces que pensamos que todo el mundo lo sabe. Pero cuando tus conocidos o tu pareja te dicen: “este curso está realmente muy bueno y yo lo tomé y fue transformador”, ahí uno toma conciencia de que vale la pena seguir extendiendo y monetizando”.

La Academia Mai Pistiner cuenta con alumnos de distintas profesiones y de todo Latinoamérica. Si bien el mayor volúmen de ventas se genera en Argentina, el plan a corto plazo es sumar expertos de otros países para continuar con la expansión regional. “En nuestra cartera de alumnos tenemos médicos, profesionales, gente con doctorados, y gente que acaba de terminar la secundaria y se pone nerviosa en un oral. Los perfiles son tan distintos porque lo que notamos -y esto también radica en nuestro éxito-, es que la educación formal todavía no llegó a actualizarse en lo que son las capacidades blandas, lo que es la comunicación efectiva, la comunicación asertiva, la gestión de las emociones, el liderazgo. Entonces por eso nuestro público es tan diverso. Porque le puede pasar a una persona que estudió un terciario o una persona que tiene un doctorado, que si bien la educación formal ya la tienen, las habilidades blandas todavía no las han podido incorporar en instituciones formales. Y creo que ahí es donde cubrimos un espacio que estaba vacío”.

Sobre qué espera a futuro con su negocio, Maite contó: “Mi proyección a futuro es seguir liderando esta academia, sobre todo para que nunca pierda su visión y misión, que es capacitar y promover el aprendizaje de las habilidades blandas, que es tan importante en el mundo hoy en día, como la gestión del tiempo, el liderazgo, las ventas, la negociación, la persuasión, el manejo de un buen lenguaje corporal, la oratoria. Siempre nuestro norte está en capacitar y generar contenido que le brinden herramientas prácticas a personas de diversos ámbitos, porque nuestros alumnos son diversos”.

Maite destaca que este año fue el resultado de todos sus esfuerzos durante su trayectoria profesional y que mantiene su espíritu de periodista y comunicadora. “Lo que me motiva todas las mañanas es la curiosidad por aprender, por preguntar, por investigar, y por sobre todas las cosas por comunicar. Esa curiosidad me llevó a muchos otros campos como el de la docencia”.