De caminatas matutinas a videos motivacionales: hábitos y rutinas que eligen los emprendedores
Rituales diarios, redes cultivadas con estrategia y la búsqueda constante de equilibrio son solo algunos de los secretos que transforman los desafíos en oportunidades y definen el éxito en el ecosistema emprendedor.

Los grandes nombres del ecosistema empresarial se destacan no solo por su capacidad de innovar, sino también por los hábitos inusuales que moldean su éxito. Lejos de los clichés de productividad y sacrificio extremo, estas prácticas cotidianas desafían las normas tradicionales, permitiendo alcanzar resultados extraordinarios. 

La idea de que el orden externo genera claridad interna es central para muchos founders. Pero para Lenny Aisemberg, founder y CEO de Lenek, el orden es un punto de partida ineludible cuando todo parece tambalearse. "En los momentos de mayor estrés, ordeno mi rutina, mi casa y mi agenda. Bajo todo a papel y escribo una lista de pendientes laborales y personales. Necesito sentir que el resto de las cosas está bien", asegura Aisemberg, quien complementa este proceso con caminatas matutinas y videos de speakers motivacionales, como Les Brown.

Para Mariana Godoy Goette, co-founder y CEO de Prozesse Services LLC, la calma nace de un sistema de delegación precisa. "Priorizo tareas, las delego y comunico exactamente lo que necesito, tanto verbalmente como por escrito. Cuando la presión es grande, solo me enfoco en delegar a personas de extrema confianza", sostiene Godoy Goette. Una vez que todo está en marcha, su técnica personal es: "un baño helado o una conversación descontracturada con alguien que comparta mi sentido del humor". Reírse, para ella, es clave para disipar la tensión.

Mariana Godoy Goette, co-founder y CEO de Prozesse Services LLC

Networking estructural: regar las relaciones como plantas

El networking es una práctica recurrente entre fundadores de startups, pero su verdadero impacto reside en cómo y por qué se realiza. Para Nicolás Kirchuk, CEO y cofundador de Biomakers, no es un ejercicio superficial, sino un sistema deliberado. "Genero instancias de networking de manera activa con personas que no siempre resultan clave de inmediato, pero que tienen el potencial de conectarme con otros", explica. Su enfoque estructural le ha permitido construir una red que, como él mismo describe, "tiende puentes hacia inversores y colaboradores estratégicos".

Nicolás Kirchuk, CEO y cofundador de Biomakers.

Esta visión también es compartida por Aisemberg, quien lo ve como un acto de cuidado constante. "Agendo al menos un café de networking por semana con alguien que me inspire o de quien pueda aprender algo. Las relaciones, como las plantas, requieren ser nutridas", asegura, y resalta que "la inversión en la construcción de vínculos genuinos no solo fortalece su negocio, sino que también enriquece su mirada profesional y personal".

En este contexto, Kirchuk destaca la importancia de la presencia física: "Reunirme en persona con mentes brillantes me inspira. La charla presencial aporta herramientas y perspectivas que a menudo marcan la diferencia". Tanto para él como para Aisemberg, el networking va mucho más allá del contacto inmediato: es un proceso de largo plazo que puede redefinir el camino de un proyecto.

Lejos de los entornos laborales frenéticos, algunos founders encuentran en la jardinería o la escritura la fuente de su creatividad. "Hacer jardinería me enseñó a ser paciente y a disfrutar del proceso", comparte Aisemberg. Esta actividad, que podría parecer ajena a los negocios, le enseñó que "cada planta, como las personas, es distinta y requiere un cuidado particular".

Por su parte, Andy Videla, referente en PR y asesoría para emprendedoras, recurre a la capacitación constante y a una conexión emocional profunda con cada proyecto. "Me dejo llevar por el sentir y me inspiro en experiencias reales. La creatividad surge cuando entiendo el valor y la experiencia que me ofrece una marca", sostiene Videla.

Lenny Aisemberg, founder y CEO de Lenek.

En cambio, Kirchuk encuentra su creatividad en la lectura de mentes brillantes: "Leo a otros emprendedores y líderes globales que comparten sus creencias. La inspiración muchas veces llega de una charla presencial con colegas o personas de mi ecosistema".

Hábitos no negociables: entrenar el cuerpo para liberar la mente

Entre los hábitos que definen a empresarios exitosos, el deporte y la actividad física son prácticas inquebrantables. Para Kirchuk, el entrenamiento diario es innegociable: "Voy al gimnasio sin excusas, esté donde esté. El deporte me da claridad mental y me mantiene con los pies sobre la tierra".

Videla coincide y agrega: "entrenar a la mañana, apenas dejo a mi hija en el colegio, me llena de energía y eleva mi ánimo", y añade: "somos energía pura, y elijo conectarme con personas que suman".

Godoy Goette incorpora una dimensión mental a su cuidado diario: "Empiezo mi día con una inmersión en agua fría, actividad física, lectura y un desayuno nutritivo. La terapia también es clave para mi desarrollo".

Dirigir una empresa con un fuerte sentido de propósito también define a los founders exitosos. Kirchuk destaca que medir semanalmente el impacto de Biomakers le permite reconectar con su misión. "Hemos agregado más de 100 mil años de vida a pacientes con cáncer en 17 países distintos. Ver esos números me reconforta y da sentido a lo que hacemos".

Aisemberg, en cambio, se reconecta a través del contacto humano: "Hablo con personas a diario, independientemente de quiénes sean. Siempre pregunto y me llevo un aprendizaje o una conexión".

Andy Videla. 

El equilibrio entre el trabajo y la vida personal suele ser un desafío para cualquier persona, pero estos líderes encuentran formas de integrarlo. "El equilibrio no es un estado fijo; la flexibilidad es la habilidad más importante en estos tiempos", afirma Godoy Goette. Para ella, el bienestar personal es una herramienta estratégica.

Estos hábitos revelan que el éxito no siempre se mide por la cantidad de horas trabajadas o por el nivel de sacrificio. Los founders exitosos se permiten ser humanos: crean espacios de orden, cultivan relaciones, entrenan el cuerpo y reconectan con su propósito a diario. En definitiva, son las elecciones más personales las que terminan teniendo el mayor impacto en el mundo profesional.