Todo el mundo sabe que la política de oficina apesta. Los expertos coinciden en que disminuyen la productividad y, en muchos sentidos, pueden contribuir a un lugar de trabajo hostil.

Desafortunadamente, todas las empresas tienen alguna versión de ellos y vienen en muchas formas. Ya sean chismes engañosamente inofensivos hasta muestras más abiertas de favoritismo y derribos hostiles, no puedes evitarlos para siempre.

Lo mejor que puedes hacer es aprender a navegar alrededor de ellos. Aquí hay cuatro maneras de encontrar su camino sin enredarse en la complicada política de la oficina.
 

No involucrarse

Por definición, la política de oficina implica algún tipo de lucha por el poder. Puede parecer que alguien difunde un rumor vicioso para salir adelante o se atribuye el mérito de las ideas o el trabajo de otra persona. Esto significa que podrías verte obligado a tomar partido.

No hagas esto. En su lugar, trate de permanecer neutral y no participe en comportamientos tóxicos como chismes en la oficina o puñaladas por la espalda. Esto es especialmente cierto si no se tiene conocimiento de primera mano sobre la situación o las personas involucradas. Actúa como si te pudiera pasar a ti, porque seguramente te puede pasar.

Actuar con integridad

Una buena manera de evitar involucrarse en la política de oficina es no ser receptivo a ella. Pero además de negarte a involucrarte, también puedes ponerte por encima y comportarte como alguien que actúa con integridad. De esta manera, las personas que hacen política se lo pensarán dos veces antes de incluirte en sus planes.

Pero ¿qué significa actuar con integridad? Significa seguir consistentemente un conjunto de reglas morales incluso cuando pueda parecer algo inconveniente.

Trate de ser consistentemente veraz y transparente en su comunicación y evite retener información crucial o engañar a otros, especialmente si puede poner en peligro las carreras de otras personas. Muestra siempre consideración por los sentimientos y opiniones de tus compañeros y da a todos el trato que esperas de ti mismo.

Ser amigo de todos

No me refiero a intentar complacer a todo el mundo, ni te aconsejo que seas un mariposa social si no te resulta natural. Pero si puede tratar a todos en su lugar de trabajo con el mismo nivel de respeto, amabilidad y profesionalismo, podría evitar convertirse en un participante involuntario en la política tóxica de la oficina.

Por supuesto, esto es más fácil decirlo que hacerlo. Pero haga esto de manera constante y eventualmente cultivará una reputación como alguien justo y accesible; será menos probable que lo involucren en situaciones potencialmente incómodas.

No mezclar lo personal con lo profesional

La política de oficina puede volverse desagradable, especialmente cuando ocurre fuera del horario laboral. Descubrirá que esto es absolutamente cierto cuando algunos de sus compañeros de trabajo salen a tomar unas copas los viernes o incluso durante eventos autorizados por la empresa, como actividades de formación de equipos y fiestas de Navidad.

Estas actividades son cruciales para la moral y el fomento de la camaradería. Sin embargo, estos eventos a veces pueden fomentar conversaciones y comportamientos sin filtro que pueden contribuir a una política de oficina tóxica. Combinado con el alcohol, es una receta para el desastre.

Lo que puedes hacer es asistir a estas reuniones con un sentido de atención plena. Asegúrate de seguir siendo profesional y trata de lograr un equilibrio entre divertirte y establecer límites personales. En las conversaciones, trate de ser selectivo con los temas que está dispuesto a discutir. Evite discutir asuntos relacionados con el trabajo o chismear, dirigiéndose hacia temas neutrales o intereses compartidos.

Y quizás lo más importante es recordar que el trabajo es trabajo y no debería serlo toda tu vida. Mantenga su vida profesional y personal separada y podrá evitar los dolores de cabeza que surgen de la política de oficina. Considerándolo todo, todos ganan. ¡Buena suerte!