Tener competencias para negociar es una de las habilidades claves en el ámbito profesional y personal. Saber cómo hacerlo de forma efectiva no es fácil, y cada nueva negociación tiene sus propias características, intereses y objetivos. Según Endeavor, siguiendo estos cuatro consejos, podrán hacerlo y llegar a buenos resultados.
Trabaja en la preparación previa
Antes de cualquier tipo de negociación, la preparación previa es ley. Esto significa estar bien informado acerca de los temas que se van a hablar, qué propuestas pueden recibirse del otro lado y qué hay del propio para ofrecer. En este sentido, establecer objetivos antes de una reunión de negocios puede ayudar a establecer un norte. Pueden haber varios puntos de encuentro y desencuentro en esta instancia, pero delimitar los “innegociables” es clave.
Lleva la conversación hacia un diálogo colectivo
En lugar de querer plantear una única posición individual, al estilo “esto es lo que yo quiero”, siempre es más constructivo buscar puntos en común. En caso de que este aspecto compartido no sea tan evidente, puedes traer sobre la mesa experiencias pasadas que hayan dado buenos resultados.
Fortalece tus habilidades comunicacionales
Negociar no es fácil y necesitarás diferentes habilidades para lograr tus objetivos, sujetos a quien se encuentre del otro lado. Según los expertos, algunos skills necesarios para alcanzar negociaciones efectivas son:
- Empatía: ponerse en el lugar del otro y entender cuáles son sus intereses, alcances y limitaciones.
- Autoconocimiento: ser realistas en cuanto a las fortalezas y debilidades propias.
- Adaptación: entender que se puede ser flexibles sin tener que sacrificar los objetivos iniciales. Hay que entender de antemano que los resultados pueden ser diferentes a los esperados.
- Asertividad: ser claros desde el comienzo y poder defender las opiniones y posturas con argumentos sólidos. Esto ayudará a ser más persuasivos.
- Respeto y franqueza: es importante ser auténticos con lo que se ofrece y en la manera en que se lo dice. Al mismo tiempo, comprender que si la contraparte no quiere avanzar, no la convierte ni en buena ni en mala.
Toma nota de lo que pasó
¿Tuviste que explicar varias veces lo mismo porque no quedaba claro? ¿Algo salió de una forma que no esperabas? Aprender de la experiencia ayudará a mejorar tu capacidad de negociación en futuras oportunidades. Además, si hace falta retomar el diálogo en una segunda instancia, tener notas a mano ayudará a que no haya malos entendidos.