En esta época del año, es probable que se esté preparando para la siguiente fase de su carrera. Demostró a lo largo del año que tiene potencial de liderazgo, y ahora está listo para subir al siguiente nivel. Acá está usted, uno de los afortunados candidatos preseleccionados para un puesto directivo, siendo considerado internamente para un ascenso, o externamente para progresar en su carrera. Quizá una de las preguntas más complicadas que podrían hacer o deshacer sus posibilidades de conseguir el puesto sea: "¿Cuáles son sus puntos débiles?" o "¿Cuál es su mayor debilidad?".
¿Cómo responder a esto con eficacia? Esta pregunta desconcierta a la mayoría de la gente porque se ve atrapada entre decir "No lo sé" o "Nada" (más sobre esto más adelante), o compartir un punto de ruptura que le pinta como un candidato de baja calidad por completo.
¿Por qué los responsables de contratación quieren saber cuáles son sus puntos débiles?
En primer lugar, quieren evaluar su nivel de autoconciencia. Si responde con un "no lo sé" o un "nada", demuestra que no posee cualidades esenciales para el liderazgo, como el análisis y la introspección, que son fundamentales para su desarrollo profesional y su eficacia como directivo. Ser consciente de sus debilidades, o de su mayor debilidad, según requiera la pregunta, indica a los responsables de contratación que posee una mentalidad de crecimiento, que probablemente se extenderá a los equipos que dirige.
También demuestra que acepta e invita a recibir comentarios, y que los utiliza para ayudarle a crecer. Los jefes de contratación también le hacen esta pregunta para evaluar si encaja en la cultura de la organización, sobre todo si los valores de su empresa se alinean con la humildad, la honestidad y la capacidad de entrenamiento.
Las peores formas de responder a "¿Cuál es su mayor debilidad?"
Aparte de "No lo sé" o "Nada", a continuación encontrará algunas afirmaciones de la vida real que dan vergüenza ajena y que muchos candidatos eligen dar en respuesta a esta pregunta:
- "Soy demasiado amable".
- "Trabajo demasiado".
- Soy perfeccionista".
Estas respuestas no provocan más que un bostezo, porque están manidas, son demasiado genéricas y, en realidad, hacen más mal que bien, ya que no aportan detalles concretos, con lo que no demuestran autoconciencia.
Los mejores ejemplos para responder a "¿Cuál es su mayor debilidad?"
La mejor manera de enfocar esta pregunta es pensar en un desafío o área de mejora que haya superado o abordado recientemente, idealmente dentro de su vida profesional, que no sea un requisito fundamental para el puesto. Por ejemplo, podría ser que al prepararse para su próximo puesto de liderazgo se haya dado cuenta de que tiende a ocuparse demasiado de las operaciones y le cuesta delegar. También podría recordar alguna ocasión en la que haya recibido comentarios constructivos no muy positivos de un colega, cliente o directivo. Pero afirmar que odia colaborar con equipos o que se le da fatal la capacidad de organización le disparará en el pie.
Si aún no está seguro de la respuesta, quizá realizar un análisis DAFO personal siguiendo este método le resulte beneficioso.
Sin embargo, no se limite a dejarlo ahí. Limitarse a decirle al responsable de contratación cuál es su punto débil no demuestra cualidades de liderazgo ni potencial de gestión. Tiene que dar un paso más y hablar realmente de los pasos tangibles que dio para abordar esas áreas de mejora y convertirlas en puntos fuertes.
Incluso si aún no empezó a trabajar en ellas, ahora podría ser un buen momento para pensar en cómo podría afrontar estas debilidades y empezar a desarrollar un plan de acción de desarrollo profesional. A continuación, podría compartir con el responsable de contratación que, dado que observaste recientemente estas áreas débiles en su trabajo, trazaste un plan para mejorar sus habilidades y dispone de recursos y un calendario con los que hacer frente a estas debilidades.
Acá tiene algunos ejemplos de cómo se ve esto en la práctica:
1) Uno de mis puntos débiles es que soy muy fuerte con las operaciones y el aspecto de gestión de equipos, pero no lo soy tanto con la gestión presupuestaria y los aspectos financieros, ya que tuve poca exposición a esto en mi trabajo hasta la fecha. Entiendo que es una habilidad importante que necesito desarrollar, especialmente para este puesto, así que ya empecé a trabajar estrechamente con mi jefa para pedirle una mayor exposición a las áreas financieras que ella cubre, incluyendo la petición de participar en las reuniones de informes financieros y el enlace más frecuente con nuestro contable interno. También me anoté en un curso de finanzas empresariales que empezará el mes que viene".
2) Mi mayor debilidad es que tiendo a ser muy práctica como líder, lo que con frecuencia es algo positivo porque así me lo exigían en mi anterior empresa; pero al mismo tiempo esto me lleva a disminuir mi propia productividad estratégica, porque me involucro demasiado y no doy espacio al equipo para que sean ellos mismos y hagan las cosas por su cuenta sin mi aportación constante y directa. En los dos últimos meses, empecé a buscar la ayuda de un coach de liderazgo para que me ayude a saber cómo y cuándo soltar lastre y ser más estratégica, adoptando un enfoque de ojo de pájaro para mi departamento y estando al mismo tiempo a mano cuando sea necesario".
3) Un punto débil que intento mejorar es que mi trabajo tiende a entrometerse en mi vida personal más de lo que debería, y me cuesta mantener el equilibrio. Me di cuenta de cómo afectó perjudicialmente a mi salud y a mi bienestar general y, en consecuencia, me comprometí a establecer estructuras en mi calendario para garantizar que esto se reduzca al mínimo. Por ejemplo, tengo una oficina separada para trabajar desde casa, y estuve siendo más rigurosa con mis horarios, organizando mi tiempo y las reuniones importantes, y delegando más para que el trabajo no se interponga innecesariamente en mi vida personal.
Ahora que ya sabe cómo enfocar esta pregunta, no tiene por qué alarmarse ni preocuparse de que se la vuelvan a hacer nunca más. Si mantiene un buen nivel de autoconciencia y le apasiona la mejora y el desarrollo continuos, podrá demostrar adecuadamente que es un candidato estrella para ocupar el puesto de directivo, alguien que puede dirigir a sus equipos con inteligencia emocional y fomentar una cultura de crecimiento.