Cuando en marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud establecía que la infección por coronavirus se había convertido en pandemia, dos jóvenes treintañeros lanzaban su startup, Qanlex, una firma de tecnología que opera como un fondo de inversión dedicado a financiar litigios, con la que a principios de este año levantaron una ronda de US$ 600.000.
Desde su emprendimiento, Yago Zavalía Gahan, ingeniero mecánico por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires y con un MBA en Harvard Business School, y Fernando Folgueiro, abogado por la Universidad de Buenos Aires y Magíster en Economía Aplicada por la Universidad Torcuato di Tella, ofrecen financiamiento a empresas que quieran llevar casos a la justicia. Es decir, les adelantan capital a empresas que lo necesiten, a cambio de un porcentaje menor de la sentencia.
A diferencia de un fondo tradicional, cuentan con un desarrollo tecnológico propio que les permite hacer escalable el modelo y llegar a nuevas regiones: Case Miner, un software de screening que revisa todas las demandas activas, las parametriza y, utilizando modelos de machine learning, las rankea para encontrar aquellas que son más atractivas.
En lo que va en menos de dos años de operación, Qanlex, con un equipo de seis personas (los dos socios fundadores y cuatro colaboradores del área legal y tecnológica), lleva revisadas más de 5 millones de demandas. De acuerdo a los socios, el software les permite también evitar sesgos humanos y basarse en lo que dicen los datos.
"Es un negocio muy rentable por ser un mercado naciente en el mundo, y prácticamente inexistente en América Latina y Europa continental. Somos los primeros que lo hacemos de manera escalable gracias a la tecnología. Vimos que el modelo de litigation finance brindaba un activo extremadamente atractivo con retornos muy altos y sin correlación con el resto del mercado. Esto hizo que aquellos mercados en donde ya existía este activo se vieran saturados a partir de un gran flujo de capital hacia el mismo", explican los socios en diálogo con Forbes.
Y agregan: "Entendimos que había dos necesidades claras: desarrollar el modelo en nuevos territorios, principalmente en aquellos países bajo el derecho continental donde este servicio no existía, y funcionar bajo un modelo escalable que nos permita alcanzar nuevos territorios de manera eficiente y sostenida".
Una oportunidad para emprender
Para lanzar Qanlex, Folgueiro y Zavalía Gahan destinaron ahorros propios, pero un año más tarde, en febrero de 2021, realizaron una ronda de inversión en la que levantaron US$ 600.000 por parte de tres fondos de Venture Capital (The LegalTech Fund, J Ventures y Carao Ventures), y algunos family offices e inversores ángeles. Dados los resultados del primer fondo, con retornos por encima del 90% en dólares, actualmente, están lanzando un segundo fondo para invertir en todo Latinoamérica y Europa.
Desde el primer momento, Folgueiro y Zavalía Gahan plantearon un modelo de empresa totalmente descentralizado: Zavalía Gahan se encontraba en Boston, mientras que Folgueiro vivía en Buenos Aires. "Obviamente, hay trade-offs y, como la mayoría de cosas, viene con un costo asociado: al estar evangelizando sobre un modelo nuevo, muchas veces el contacto cara a cara es importante para que los clientes confíen en vos. Con lo cual, ya en la salida de la pandemia, estamos tratando de tener presencia física en los países donde vamos operando, más allá que internamente la modalidad de trabajo sigue siendo completamente descentralizada", sostienen.
Hoy, Qanlex opera en la Argentina, Chile, Perú, Colombia y España. La forma de llegar a una nueva región es a través de su software y así empezar a contactar clientes, como también desarrollar partnerships con estudios jurídicos de los países en los que tienen presencia. Folgueiro está instalado hace tres meses en España, mientras que Zavalía Gahan reparte su tiempo entre la Argentina y Estados Unidos.
"Nuestro objetivo es ser los proveedores de litigation finance líderes en el mundo de derecho continental (Latinoamérica y Europa Continental). Por eso, nos interesa tener presencia en todos los países. Lo que más tenemos en cuenta a la hora de expandirnos es la facilidad de adaptar nuestro software al nuevo sistema judicial y el tamaño del mercado", agregan.
El próximo objetivo para los socios de Qanlex es operar en México. También buscan desembarcar en Brasil. Sobre su proyección de crecimiento, comparten: "El primer fondo fue de US$ 100.000 y este segundo es de US$ 2 millones de dólares. Pero el mercado es muy grande (estimamos la cantidad demandada judicialmente en los países donde operamos en US$ 800.000 millones) y muy virgen por lo que hay espacio para seguir creciendo muchísimo más, a medida, que el mercado se acostumbre a esta nueva forma de financiamiento".
"Nuestra misión es ayudar a que toda demanda meritoria encuentre su cauce legal más allá de la espalda financiera de la parte. Estamos creando un mercado de cero, que en el futuro va a ser tan común como lo es hoy cualquier otro. Las personas van a considerar una demanda como un activo más, y saber que pueden recibir financiamiento contra este colateral ya no será una novedad en el futuro", añaden.
Para tomar una referencia, los socios cuentan que lo están viendo en mercados como los Estados Unidos, donde el uso de este tipo de financiamiento creció 1.000% en los últimos siete años, "lo cual es un benchmark conservador si consideramos el acceso a crédito restringido que existe en la mayoría de los mercados donde operamos. Por esto, creemos que en Argentina y en Latinoamérica la financiación de litigios va a adoptarse mucho más rápido".