En los últimos años, las empresas pusieron primera en materia de sustentabilidad y aceleraron a fondo para cumplir sus ambiciosos objetivos a corto y mediano plazo. Eso trajo consigo una sofisticación de la agenda. Hace 20 años, hablábamos de responsabilidad social y trabajo con la comunidad. Hoy tenés una agenda que toca todas las áreas: ambientales, sociales, gobierno corporativo y hasta finanzas y abastecimiento sostenibles, señala Lucas Utrera, director asociado de SMS por el área de Sustentabilidad.
Los números y las mediciones se convirtieron en un requisito indispensable. Todo debe ser medible: huella de carbono, mujeres en posiciones de liderazgo y en la organización. Estos eran datos que antes quizás aparecían en el reporte de sustentabilidad y ahora pasaron a formar parte de las memorias financieras de las empresas. Hay un interés por satisfacer la demanda de los inversores, pero también hay una necesidad de darle consistencia al propósito de las compañías, asegura Utrera, que dice que en la consultora vieron multiplicarse las consultas en el último año.
Natura, por caso, creó IP&L (o modelo de Ganancias y Pérdidas Integradas) en respuesta a la necesidad de impulsar decisiones relacionadas con la sustentabilidad en función de datos de impacto. Es un modelo para la gestión integrada de los desafíos ambientales, sociales y económicos, que busca medir en valores monetarios los efectos positivos y negativos del negocio sobre el capital humano, social y natural, aseguran desde la firma.
Su principal valor es la monetización: Permite una mayor capacidad para relacionar resultados y compararlos con información financiera o económica, añaden. Este indicador permitió a la firma saber, por ejemplo, que en el último año generó un retorno neto de US$ 1,5 en beneficios para la sociedad por cada US$ 1 de ingresos, y que el valor generado para la sociedad por sus operaciones en la Amazonia fue de US$ 59 millones.
El eje de finanzas sostenibles es desde hace algunos años la vedette en materia de sustentabilidad, tanto a nivel global (por los ODS de la ONU, el Acuerdo de París y las necesidades de financiar el desarrollo sostenible) como a nivel local y regional. La vara subió y con el interés del inversor sobre en qué está financiando se terminó de meter el último bastión que faltaba, que era el área financiera, destaca Utrera. En el caso de BBVA, situó a la sustentabilidad como una de sus seis prioridades estratégicas.
Hace dos años lanzó una línea de préstamos personales llamada Eco Préstamos, pensados para adquirir bienes que apuntan a energía renovable y eficiencia energética, como vehículos eléctricos, electrodomésticos con eficiencia energética A o superior y paneles solares. Trabaja con un doble foco. Por un lado, vinculado con la acción climática, contribuyendo a fomentar la eficiencia energética, la economía circular y la descarbonización. Y, por el otro, fomentando un crecimiento inclusivo, movilizando inversiones hacia infraestructuras que no dejen a nadie afuera.
En Banco Provincia, el objetivo es generar productos y servicios financieros que contribuyan con el desarrollo sustentable. Así, también optó por líneas de crédito con condiciones especiales que promueven la protección del medioambiente y la incorporación de procesos de producción sostenibles, así como la generación de un impacto social positivo. Entre ellas, se destacan la línea Agrosustentable para inversión en biodigestores en el sector agropecuario, préstamos personales para adquirir tecnologías limpias y electrodomésticos con eficiencia energética, y otras para pequeños productores agropecuarios y agroecológicos de Provincia Microcréditos.
En esta mirada de los inversores por compañías con impacto positivo, uno de los ejes son las acciones de cuidado por el medioambiente. Esto, en las empresas, se traduce en un interés creciente por la medición de la huella de carbono, un proceso sumamente exhaustivo que profundiza la conversación en la organización sobre eficiencia energética y energías renovables; también, el interés por evaluar viabilidad de proyectos de economía circular que reconviertan de manera virtuosa sistemas de gestión de residuos. Todo lo que es medición y auditoría empieza a ser muy relevante porque es lo que le da consistencia a todo lo que decís de vos mismo, a lo que le decís a un inversor, asegura Julián Costábile, socio de SMS por el área de Sustentabilidad.
Estamos convencidos de que la gestión del negocio con mirada de triple impacto -social, medioambiental y económico- es la forma de operar, destacan desde Danone, que en 2017 logró la primera certificación B para el negocio de aguas (fue recertificada en 2021) y en 2019 obtuvo la de nutrición especializada (en proceso de recertificación).
El objetivo es tener para 2025 todos los negocios -aguas, lácteos y nutrición especializada- con certificados B en los más de 100 países en los que está presente. En 2022 lanzó la primera botella hecha 100% de otras botellas, y fueron así los primeros en el país en desarrollar un envase de estas características en la categoría de aguas. Desde la firma destacan que tienen relevado que el 70% de la venta mundial proviene de negocios certificados B-Corps.
Como parte de su estrategia de sustentabilidad Innovar a Cero, Nissan comenzó la medición de la huella de carbono corporativa que se produjo en 2021 junto con Carbón Neutral+. Con el fin de compensar el 100% de su huella (1028,22 toneladas de CO2), adquirió créditos de carbono asociados a proyectos de eficiencia energética en Argentina y sumó un Plus de Impacto, en el que acompañó a la ONG Amigos de la Patagonia. Colaboró con la organización, que tiene programas de reforestación, plantando 1.163 Araucarias araucanas en el bosque milenario que se encuentra en el área incendiada de Ñorquinco (Parque Nacional Lanín).
Naranja X, por su parte, es la primera fintech carbono neutro del país. Este año llevó adelante una iniciativa de compensación de su huella vinculada con proyectos de agricultura y ganadería regenerativa. El objetivo fue transformar 5.448 toneladas de CO2 emitidas en 2021 en impacto ambiental, social y económico positivo, a partir del financiamiento a productores agropecuarios. De esta manera, apuntó a devolver la vida al suelo, recuperar la biodiversidad, capturar carbono de la atmósfera y sostener la vida rural, sin perder los esfuerzos en seguir produciendo más y mejores alimentos. Fue posible gracias a un esquema que permite financiar las barreras de entrada de los productores en su transición hacia una forma de producción regenerativa, dicen.
Desde Bayer, destacan que el objetivo es ser pioneros de la construcción de una agricultura neutra en carbono. A través del programa PRO Carbono, la empresa invita a los productores a expandir la productividad de sus campos y aumentar el secuestro de carbono en el suelo mediante la adopción de prácticas agrícolas sustentables.
Se trata de un proyecto global que llegará a 100 millones de agricultores. En Argentina, desde su lanzamiento en julio de 2021, participaron más de 160 productores que conforman más de 12.000 hectáreas en 11 provincias. El objetivo es transformar la sustentabilidad en un nuevo modelo de negocio, apoyados en plataformas digitales como FieldView, mediante la incorporación de prácticas agrícolas sustentables y la construcción del ecosistema PRO Carbono, describen.
Pepsico Positive (pep+) es la estrategia global del gigante de alimentos y bebidas para transformar el negocio de principio a fin, con el objetivo de generar un impacto positivo. Uno de los pilares también está puesto en la agricultura positiva: abastecerse de cultivos e ingredientes para que se acelere la agricultura regenerativa y se fortalezcan las comunidades agrícolas. Adoptamos prácticas agrícolas regenerativas en casi 140.000 hectáreas, en camino hacia el objetivo a 2030 de abarcar 2,8 millones de hectáreas, equivalentes a la huella agrícola de la compañía, aseguran.
En el caso de BASF, cuenta con GO2Neutral, un programa de gestión de emisiones de dióxido de carbono. El objetivo global es reducir un 25% las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030 y eliminar las emisiones netas para 2050. En los últimos tres años medimos y compensamos el 100% de la huella de carbono de las plantas productivas del país y la flota vehicular, destacan desde la compañía, que realizó la compensación a partir de la compra de bonos de carbono de inversiones en proyectos de energías renovables a YPF Luz. Además, en alianza con las organizaciones Seamos Bosques, Grupo de Manejo Forestal Latinoamericana y Amigos de la Patagonia, plantó más de 3.900 árboles nativos para la reforestación de bosques en recuperación en Corrientes, Córdoba, Neuquén y Tucumán.
Movida Circular
La sostenibilidad se volvió algo mucho más concreto y los tiempos se aceleraron. Las métricas son fundamentales para compararse no solo con los resultados de años anteriores de la misma empresa, sino también con la industria. El tema que más tracciona es el cambio climático, pero también hay problemáticas relevantes como la emergencia en biodiversidad y la gestión de la energía, el agua y los residuos. Es una tendencia muy fuerte que atravesó la pandemia y la guerra que se vive en Europa, y la agenda no se frenó, añade Costábile.
En el caso de Tetra Pak, impulsa en conjunto con clientes un programa de recupero y reciclaje de envases después de uso, en implementación desde CEMPRE, Compromiso Empresarial para el Reciclaje, y con diferentes municipios, cooperativas de recuperadores y empresas recicladoras.
La articulación es una necesidad para impulsar el hábito de separar los reciclables y así poder migrar de una economía lineal de consumir y descartar, a una economía circular, en la que cada recurso que le pedimos al planeta cuenta y debemos darle una segunda vida, aseguran desde la firma, que asumió el compromiso de neutralidad de carbono para 2030. Además, el 100% de la cartulina es certificada FSC, proveniente de fuente renovable, de bosques cultivados, certificados y manejados responsablemente; este es el componente principal del envase, con más del 70% de su peso.
En CCU, el objetivo a 2030 es lograr el 100% de envases y embalajes reutilizables, reciclables o compostables. Las latas tienen un 70% de aluminio reciclado, los cartones que usamos un 75% de material recuperado, y las botellas de vidrio hasta un 30%. Además, logramos reducir las emisiones de CO2 en un 50% y vamos en búsqueda de incrementar nuestra matriz de energías renovables en Argentina, destacan desde la compañía. Este año lanzó a nivel nocional ReCCUpero: una iniciativa que tiene como objetivo recuperar envases, empaques y embalajes luego del consumo de bebidas y alimentos en bares, restaurantes y drugstores, para colocarlos nuevamente en el ciclo productivo.
En P&G, por su parte, fomentan el consumo responsable en el uso de sus productos, con fórmulas concentradas para usar menos agua, y de sus packagings, algunos libres de plásticos -como Gillette y Venus Premium System- o las botellas de shampoo de Head&Shoulders, que cuentan con más del 40% de plástico reciclado. Más del 70% del packaging de productos es reutilizable o reciclable, y nuestra meta es llegar al 100% en 2030, refuerzan.
En la industria de la belleza y la cosmética también hay acciones interesantes, más allá de los reciclables. El programa L'Oréal por el Futuro tiene objetivos a 2030 basados en la ciencia. Materializa las dos dimensiones de lo que significa para la empresa la RC: transformar la firma hacia un modelo de negocio cada vez más sostenible y contribuir a resolver los retos a los que se enfrenta el mundo, aseguran.
En este sentido, proyectan que el 100% de los ingredientes de base biológica y envases serán trazables y procederán de fuentes sostenibles a 2030. En el caso de Avon, el trabajo pasa por las fórmulas sustentables. El 87% de los ingredientes provienen de fuentes naturales y el 90% de los ingredientes de productos que se enjuagan son biodegradables, destacan desde la compañía, que busca aumentar los porcentajes con el compromiso de usar al menos el 95% de ingredientes renovables o naturales y un 95% de fórmulas biodegradables en todos los productos para 2030. En este sentido, la innovación es un punto fundamental. El upcycling permite crear cremas y perfumes a partir de materias primas como limones o vainillas que no van a ser utilizados para la industria alimenticia. Un ejemplo de esto es Far Away Beyond, la primera fragancia en utilizar extracto de vainilla reciclada. Se obtiene al reciclar las vainas de vainilla agotadas -obtenidas de manera ética y sostenible- y procesarlas a través de un innovador proceso de doble destilación, refuerzan.
En tanto, en YPF trabajan para garantizar acceso a una energía cada vez más baja en carbono. El reto es impulsar una transición energética justa, fomentando soluciones innovadoras, aseguran. La estrategia tiene tres pilares: operaciones de oil & gas de alto valor y bajos en carbono; crecimiento rentable de energía eléctrica y renovables; y liderazgo país en I+D para nuevas soluciones e iniciativas de compensación.