En esta primera etapa el ego es una necesidad, pero en etapas posteriores se puede convertir en el obstáculo principal y el vehículo que te lleve al fracaso. Los líderes visionarios que se centran sólo en sí mismos se convierten en tiranos que desmotivan a aquellos que colaboran con ellos y les pueden ayudar a alcanzar el éxito. El desafío para un líder empresarial es evitar los errores que surgen al centrarse sólo en sí mismo:
1. Hacés más referencias al pasado y al futuro que al presente
Los líderes que recuerdan continuamente el pasado o se preocupan en exceso por lo que les traerá el futuro olvidan centrarse en el presente y pierden de vista lo que hay que hacer ahora. Es bueno usar el pasado como fuente de aprendizaje y conocimiento para enfrentarse mejor a los desafíos y utilizar el futuro como fuente de inspiración, pero hay que centrarse en el presente.
2. Te considerás único e imprescindible
Pensás que sos el único capaz de enfrentarte a los retos y asumir las responsabilidades. Si es la primera vez que asumís una posición de liderazgo en la organización, tenés que evitar caer en este error. Ya que podría evitar tu ascenso en el futuro. No sos único ni imprescindible, es el momento de mantener tu ego controlado.
3. Te desviás de las normas
En ocasiones o circunstancias especiales te saltás los procedimientos y procesos establecidos en la organización. Todos los miembros de la empresa deben cumplir las reglas. Si sos veterano en la organización, conocerás las normas y, en cambio, si sos nuevo en la empresa informate sobre los procedimientos a seguir. Dar ejemplo a los empleados es la mejor lección.
4. Tus socios se han convertido en seguidores
Si todos están de acuerdo con vos, has cambiado a tus socios en seguidores. Asegurate de que las personas que están en desacuerdo contigo puedan debatir y proponer ideas y mejoras para los procedimientos y herramientas de la organización.
5. La delegación es un problema
Una característica de los buenos líderes es que saben delegar. Saben que no pueden hacer todo, y que necesitan a otras personas para lograr sus metas. La solución es delegar, pero verificando periódicamente que se cumplen las metas establecidas.
*Nota publicada en Forbes España