Un reciente artículo publicado en Work, Employment and Society ahonda en el concepto de "trabajos basura", inspirado en el bestseller del antropólogo David Graeber, "Bullshit Jobs: A Theory".
Estos trabajos, tal y como los describe Graeber, son funciones remuneradas que no tienen ningún propósito real en la sociedad y que a menudo obligan a los empleados a recurrir a una productividad fingida para mantener su relevancia. El presente estudio no sólo disecciona este concepto, sino que también explora su prevalencia en Estados Unidos, sobre todo en campos como las finanzas, las ventas, el marketing y la gestión.
"Los trabajos de mierda son una forma de empleo remunerado, que excluye el autoempleo y las actividades ilegales. Estos empleos son inútiles para la sociedad, ya que no aportan nada de valor o la perjudican activamente. Los empleados suelen sentirse obligados a fingir productividad por miedo a perder el empleo o por la presión social", explica Simon Walo, investigador postdoctoral de la Universidad de Zúrich y autor principal del estudio.
Según Graeber, entre ellos se incluyen los empleos en los que se espera que los individuos den prioridad a los beneficios de su empleador aunque no contribuyan en absoluto a intereses sociales más amplios. Los puestos en ventas, marketing y finanzas, que pueden manipular a los consumidores, fabricar necesidades redundantes y extraer valor de la economía en lugar de crearlo, entran en esta categoría de empleo.
Del mismo modo, otro grupo de empleos socialmente inútiles incluye los creados únicamente para aumentar la importancia de alguien, como porteros, ascensoristas y auxiliares administrativos. Aunque esta lista no es exhaustiva, ofrece una imagen clara de lo que supone un trabajo socialmente inútil.
¿Y los trabajos valiosos?
Por otro lado, los trabajos socialmente valiosos abarcan todas las funciones que quedan fuera de la categoría socialmente inútil y pueden encontrarse en numerosos campos. La sanidad, la educación y la construcción son ejemplos de profesiones con un valor social incuestionable.
Walo subraya que el libro de Graeber se basaba en gran medida en pruebas anecdóticas y no abordaba la parte empírica de la cuestión. Otro estudio anterior al de Walo intentó confirmar si las personas que ejercían las profesiones señaladas por Graeber eran más propensas a considerar sus trabajos socialmente inútiles. Sorprendentemente, el estudio concluyó que no era así.
Por lo tanto, los investigadores rechazaron la teoría de Graeber, sugiriendo que la gente percibe sus trabajos como socialmente inútiles no porque carezcan de valor, sino porque luchan por reconocer sus contribuciones.
"Mi artículo combina estas perspectivas, utilizando datos de encuestas estadounidenses. El análisis muestra que las ocupaciones especificadas por Graeber están fuertemente asociadas con percepciones de inutilidad social cuando se consideran factores como las condiciones de trabajo. Esto respalda la idea de Graeber de que algunos trabajos carecen realmente de valor para la sociedad", afirma Walo.
Estas conclusiones son importantes en dos sentidos:
- En primer lugar, la gente sufre cuando cree que su trabajo es socialmente inútil, lo que obliga a buscar otro más significativo.
- En segundo lugar, dada la pérdida potencial de tiempo y recursos que suponen estos trabajos, deberíamos plantearnos estrategias para eliminarlos.
El autor también aborda las diferencias de apoyo a la teoría de Graeber entre europeos y estadounidenses. Sugiere que factores como la financiarización, los altos niveles de desigualdad y las diferencias culturales pueden contribuir a las distintas percepciones de la utilidad del trabajo en estas regiones, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar estas hipótesis.
A la pregunta de cómo pueden las personas, especialmente las que se encuentran en las primeras etapas de su carrera profesional, tomar decisiones con conocimiento de causa para evitar o minimizar la probabilidad de acabar desempeñando funciones socialmente inapreciables, redundantes o destructivas, Walo ofrece los siguientes consejos:
- Sensibilizar. Concientizar a la gente de que el concepto de trabajos socialmente inútiles es importante y debe tenerse en cuenta a la hora de solicitar un empleo.
- Considerar distintos empleos. Animá a las personas a pensar en la utilidad de distintos puestos y organizaciones dentro de la estructura social más amplia. Walo recomienda trabajar para una organización sin ánimo de lucro o una empresa con un propósito.
- Afrontá las dudas en las entrevistas. Si no estás seguro del valor social de un trabajo, preguntalo durante las entrevistas.
- Mejorar las condiciones de trabajo. Si percibís tu trabajo como socialmente inútil debido a las malas condiciones laborales, tenés que plantearte negociar mejoras como pedir más autonomía u oportunidades para aumentar la interacción social.
- Buscar alternativas. Si el trabajo es realmente inútil desde el punto de vista social, explorá opciones de empleo alternativas. Independientemente de las circunstancias, es importante no descartar la cuestión como puramente subjetiva; tomatelo en serio y buscá activamente soluciones.
Cómo generar más empleos útiles
Aunque la creación y perpetuación de este tipo de empleos es principalmente un problema estructural a nivel social, vinculado a la elevada desigualdad y a la presión para maximizar los beneficios dentro del sistema económico, las organizaciones interesadas en crear empleos socialmente útiles pueden aportar su granito de arena:
- Promoviendo el diálogo abierto con los empleados y reaccionando positivamente a sus comentarios.
- Considerando la adopción de un modelo de steward-ownership para comprometerse legalmente a dar prioridad a los fines sociales a largo plazo frente a los beneficios a corto plazo.
"En mi estudio, constato que varios factores afectan a las percepciones de la gente. Así, es más probable que la gente perciba su trabajo como socialmente inútil si realiza tareas rutinarias, si tiene poca autonomía, si sufre una mala gestión o si tiene poca interacción social en el trabajo. Todas estas son cuestiones que podrían abordar los empresarios", concluye Walo.
*Con información de Forbes US