Hay varios factores podrían llevar a una situación en la que un líder no pueda hacer frente a las demandas de un trabajo, dice el Dr. Yemisi Bolade-Ogunfodun, académico de Henley Business School. Estos pueden ser estructurales o personales. Los factores estructurales involucran prácticas y expectativas propias de organizaciones, industrias o profesiones específicas. Por ejemplo, las expectativas generales y las normas organizativas en torno a las largas jornadas laborales, con pocas o ninguna pausa, a menudo conducen a puntos de inflexión para los empleados, continúa Bolade-Ogunfodun.
A veces, se valora la cultura de trabajar durante horas extendidas sin los descansos adecuados, y los empleados usan la capacidad de hacerlo como una insignia de honor. Es posible que estas prácticas se hayan arraigado con el tiempo y hayan adquirido un nuevo significado como "fuerza" o "resiliencia". Sin embargo, es insostenible, ya que la investigación muestra, que podría tener graves efectos perjudiciales a largo plazo.
Según la Dra. Tatiana Rowson, es normal tener que superar una curva de aprendizaje pronunciada al iniciar un negocio o un nuevo puesto, porque es difícil predecir lo que no sabemos sin experiencia previa. De hecho, el viaje empresarial puede ser una montaña rusa emocional, dice el Dr. Amal Ahmadi. Las investigaciones muestran que los dueños de negocios atraviesan una variedad de emociones y estados de ánimo en las decisiones y acciones empresariales.
La investigación destaca la naturaleza dualista de los sentimientos negativos (como el miedo, la preocupación y la ansiedad) en el espíritu empresarial. Por ejemplo, si bien el estrés puede inhibir a las personas a lo largo del viaje empresarial, también puede convertirse en una fuerza impulsora para el éxito, agrega Ahmadi. La investigación también muestra que las experiencias previas de fracaso pueden percibirse como valiosas oportunidades de aprendizaje para futuras decisiones de alto riesgo y desafíos en el camino empresarial. Puede estimular un mayor esfuerzo, ya que lograr el éxito es una buena estrategia para evitar futuros fracasos.
Según Rowson, el mayor desafío al probar nuevos roles o expandir un negocio es hacer todo nosotros mismos sin buscar ayuda o consejo de otros. Ahmadi agrega que nadie podría saberlo todo y hacerlo todo. Los líderes incompletos se diferencian de los líderes incompetentes en que son conscientes de sus fortalezas y limitaciones y pueden dejar ir y trabajar con otros para capitalizar sus fortalezas y compensar sus debilidades.
Entonces, ya sea que las personas dirijan su negocio o trabajen para una organización, la importancia de construir una red sólida de colaboradores de trabajo que puedan complementar nuestras habilidades y conocimientos no puede subestimarse, dice Rowson. Solo trabajando juntos podremos superar desafíos imprevisibles.
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Los factores personales también contribuyen a estar sobre tu cabeza, dice Bolade-Ogunfodun. Cuando una persona asume más de lo que tiene la capacidad y puede cumplir, se prepara para el agotamiento. La capacidad aquí incluye conocimiento, habilidad y experiencia relevante. La incapacidad para reconocer e imponer disciplina en demandas adicionales más allá de la capacidad también puede contribuir a esto.
Una forma de gestionar la adecuación de tareas versus recursos es tener un plan estratégico y tener claras esas actividades para ayudar a alcanzar las metas. Asumir tareas que no se ajustan a esos objetivos utilizará sus recursos limitados, lo que creará condiciones para estar sobrecargado y crear un bienestar comprometido, concluye Bolade-Ogunfodun.
