Cómo reconstruir la cercanía con los colaboradores pese a la virtualidad
“En dos semanas tuvimos que actualizar unas 17 veces el protocolo”, dijo Eugenia Patiño en los primeros minutos de un nuevo summit online de Forbes: Best Employers, un evento para reflexionar acerca del mundo del trabajo, la marca empleadora y la gestión del talento. La directora de Relaciones Humanas de Naranja marcó el tono de la conversación: incertidumbre y cambio de rutina, la única constante en este contexto, En ese sentido, recordó una reunión donde acordaron un slogan para reforzar la comunicación interna: "Estamos haciendo lo mejor que podemos". Sin embargo, Patiño afirmó que “desde el día uno se alineó toda la organización hacia un único objetivo donde lo más importante era encontrar soluciones para seguir trabajando”.
Mariana Ibero, directora de Capital Humano de Farmacity, explicó que el panorama era muy complejo en un comienzo por tratarse de una compañía que brinda un servicio esencial, donde el tiempo era una condición que escaseaba. Los cambios fueron casi inmediatos y algunas decisiones se fueron corrigiendo a medida que avanzaban los días, precisó Ibero. “El 10% comenzó a trabajar desde su casa casi de un día para el otro y, tan sólo en un fin de semana, tuvimos que modificar todo el foco de la empresa”, agregó. No fue una tarea fácil, admitió Ibero: “Lo primero que hicimos fue activar el protocolo de cuidados para colaboradores y clientes. Eso fue lo más complejo: definir protocolos”. Y para eso necesitaban "líderes que se adaptaran a estos cambios”, par lo cuál fue fundamental la implementación de células de trabajo.
Definir protocolos y transformar a la compañía 100% en medio de una pandemia no es una tarea sencilla. Por eso, recalcó la directora de Naranja, “nuestras soluciones no son perfectas pero tratamos de resolver y acompañar con empatía, de brindar herramientas para conocer a todos los colaboradores y elaborar planes a medida de cada uno”, aclaró. Para Patiño, uno de los desafíos más grandes tuvo que ver con acompañar a los trabajadores quienes, de un día para el otro, se vieron trabajando desde el hogar, confinados y supeditados a una vorágine alterada. Para eso, afirmó Patiño, se intentó establecer una "relación de cercanía" constante con el empleado pese a la virtualidad: “Teníamos que pensar cómo recrear nuestra cultura, que tenía que ver mucho con la presencialidad".
Por eso es clave la palabra "resiliencia", que destacó la Dra. María Roca, subdirectora de INECO (Instituto de Neurología Cognitiva). Pero también adviritó que “todo esto tendrá un costo a corto, mediano y largo plazo en todo el capital humano”. El impacto de la pandemia no sólo ha demandado respuestas ágiles de las empresas, sino también de colaboradores y empleados que se vieron envueltos en una situación de carga emocional sin precedentes. Pero si bien el "estallido emocional" es natural y esperable, "hay que estar atentos a procesos que vayan más allá de eso". Roca celebró que "la salud mental esté en la agenda de las empresas" y reconoció el trabajo de sus compañeras de panel, Eugenia Patiño y Mariana Ibero. "Es un momento en que los líderes dirigen a sus equipos sin brújula", afirmó. "A mí me sorprende la resiliencia, la capacidad para encontrar un desafío y una oportunidad para aprender".