Volver a la oficina cinco días a la semana, o incluso con un horario híbrido, puede parecer un cambio brusco respecto a los días en que se trabajaba totalmente a distancia. Los trabajadores deben enfrentarse a un viaje de ida y vuelta de una o dos horas. Tienen que deshacerse del jogging, comprarse ropa nueva y desembolsar dinero en comida y otros gastos.
Aunque estos factores son irritantes, la situación en la oficina puede ser peor si se tiene un jefe acosador o compañeros tóxicos. Una encuesta del Workplace Bullying Institute reveló que alrededor del 30% de los trabajadores estadounidenses sufrieron acoso en el lugar de trabajo.
Más del 60% de los casos de acoso laboral acaban con la dimisión del empleado acosado, según ZipDo, mientras que el agresor permanece en la empresa el 70% de las veces. Sólo el 5% de los casos se resuelven con éxito. Con mucha frecuencia, los acosadores en el lugar de trabajo suelen ser supervisores o directivos, mientras que los compañeros son los atormentadores un tercio de las veces.
¿Por qué hay acoso en el trabajo?
No es ningún secreto que, tanto online como en la vida real, la gente se volvió más airada, agresiva y maleducada. El partidismo político y la agitación geopolítica provocan altercados verbales y físicos.
Ir a una gran ciudad es un acontecimiento desalentador para muchos trabajadores. Nueva York, San Francisco, Chicago y Filadelfia se están deteriorando. Los estadounidenses se enfrentan a la alta inflación, el aumento de los costes, la preocupación por una posible recesión y los continuos anuncios de despidos por parte de las grandes empresas. A muchas personas les preocupan sus finanzas y llegar a fin de mes.
Con este telón de fondo, ir a la oficina y sentarse en un cubículo bajo luces fluorescentes durante ocho horas diarias puede agotar a una persona. Puede sentirse estresada, ansiosa y preocupada por el futuro, y proyectar sus frustraciones en los compañeros de trabajo.
Si alguien tiene carencias en la vida, puede desquitarse con la gente que le rodea. Pueden sentirse inadecuados, tener baja autoestima y sentir un placer perverso al hundir a otra persona. Los acosadores se esfuerzan por sentir que tienen el control. Se dirigen a alguien que perciben como débil o vulnerable para recuperar una sensación de poder.
El antagonista puede sentirse intimidado por un colega, estar celoso de su éxito y desear reducirlo a su tamaño. Puede reconocer que esa persona va a conseguir un ascenso, un aumento de sueldo, una oficina más grande y una bonificación, y lo ve como una amenaza para su progresión profesional. Algunas personas son simplemente narcisistas y tóxicas. No hay excusas para este tipo de trato, y las cosas sólo se agravarán si la dirección no interviene y lo corta de raíz.
Cómo saber si te están acosando
A veces, un jefe o compañero puede hacerte una crítica constructiva, que puede ser difícil de digerir. Puede que no quieras escucharla, pero es esencial para tu crecimiento y desarrollo. Este tipo de comentarios se hacen sin mala intención. Sin embargo, el acoso no es eso.
Si experimentás actos incesantes de agresión, intimidación, humillación o exclusión, es una señal de alarma de que te están maltratando. Hacele caso a tus instintos. Si sentís que te están acosando, es hora de actuar. De lo contrario, tu situación puede empeorar.
Banderas rojas a las que prestar atención
- Tu acosador te hace constantemente comentarios hostiles, insultos y bromas pesadas, ridiculizando tu forma de hablar, de mirar, de actuar y de comportarte. Llaman la atención sobre cómo llegaste tan lejos en tu carrera.
- Te condenan al ostracismo a propósito, te excluyen de reuniones importantes y cadenas de correo electrónico, te menosprecian en público con comportamientos intimidatorios y agresivos y no te proporcionan seguridad psicológica.
- Te ocultan intencionadamente información crítica necesaria para hacer tu trabajo, sabotean tu carrera y se atribuyen el mérito de un trabajo que vos hiciste.
- Tu agresor hace amenazas sobre tu seguridad laboral, así como sobre su propia seguridad personal.
- Esta persona lanza una campaña de desprestigio e intenta poner a todos los de la oficina en tu contra.
- Sos objeto de rumores y cotilleos.
- Escriben contenidos mordaces online sobre vos, te dejan mensajes de voz amenazadores o le acechan.
El daño a tu salud mental
El acoso laboral puede ser perjudicial para tu salud mental y tu bienestar emocional. Puede causar estrés, ansiedad y depresión. El 45% de las personas que fueron objeto de acoso en la oficina sufren problemas de salud debido al estrés, revelan los datos de ZipDo.
Preparate, ya que podés ser gaseado por tu acosador. Llevá un registro detallado de todos los incidentes de acoso para respaldar tus reclamaciones a recursos humanos y a los altos ejecutivos. Guardá todos los mensajes de voz, mails, mensajes de texto y lenguaje amenazador inapropiados.
Puede que pienses que todo va a pasar. Eso puede ocurrir; sin embargo, a la larga te va a ir mejor si dejás el asunto zanjado. Si no se actúas con rapidez, el acosador puede envalentonarse más e intensificar su maltrato hacia vos, haciendo tu vida aún peor.
Aunque los efectos del acoso pueden ser importantes y duraderos, hay opciones para defenderse, buscar responsabilidades y encontrar un entorno más sano. Reclutá a compañeros de trabajo que hayan presenciado el maltrato y haz que también lo pongan por escrito.
Pedí el traslado a otro departamento. Si RRHH no toma medidas, acudí a un abogado laboralista. Puede que tengas que dejar el trabajo y buscar otro si todo lo demás falla. Te merecés sentirte seguro y respetado en el lugar de trabajo. "Cuando una flor no florece, hay que arreglar el entorno en el que crece, no la flor".
*Con información de Forbes US