El respeto a menudo se define como un sentimiento de profunda admiración por alguien o algo debido a sus habilidades, cualidades o logros. Nuestras acciones y los resultados que creamos a través de ellas son directamente proporcionales a la cantidad de respeto que podemos obtener y esperar recibir de los demás.
Si bien es cierto que no todo está en tu mano a la hora de que tu jefe te respete, hay conductas que te llevarán a construir ese respeto en base a actitudes, logros y otros elementos que te vamos a mostrar a continuación.
Comunicarte eficazmente y con frecuencia
La comunicación asegura la alineación y la conexión. Cualquier desafío puede ser resuelto con auténtica comunicación eficaz. Cuando tengas dudas, comunícate con tu jefe para hacerle saber que necesitas su orientación y valoras su consejo.
La comunicación concisa aumenta su estatus, ahorra tiempo a todos y fomenta el progreso del equipo. Además, genera visibilidad y transparencia, lo que ayuda a tu jefe a tomar mejores decisiones.
Hacer de tu palabra un vínculo
Mantén tus compromisos y avisa con anticipación si vas a llegar tarde. Actuar con responsabilidad y consideración hacia los demás te hará despertar la confianza de tus compañeros y tu superior.
Asegúrate de que el jefe no tenga que estar pendiente de tus plazos, entregas y citas; tomar las riendas de las tareas y ser autosuficiente en la medida de lo posible refuerza el respeto.
Reflexionar antes de actuar
Dedica tiempo a reflexionar sobre tí mismo, los clientes y la empresa para saber en qué puedes mejorar y cómo ser más útil. Identifica los comportamientos que deseas cambiar y busca el apoyo que necesitás.
Una lección se aprende una vez, en cambio los errores tienden a repetirse constantemente. Si las cosas no van como quieres, analiza tus actuaciones e identifica lo que falla en vez de continuar con la misma inercia.
Colaborar activamente
Estás en la empresa para marcar la diferencia. Tienes que ser proactivo, tomar la iniciativa, traer soluciones y nunca esperar a que alguien te diga qué hacer. Anticiparse y ser resolutivo son cualidades clave en el trabajo. ¿El resultado? Serás un valioso miembro del equipo y te ascenderán.
Aprender continuamente
Comprométete a crecer y extender tus capacidades y límites cada vez más lejos. Las empresas suelen ofrecer buenas oportunidades de formación que mejorarán tus aptitudes y redundarán en un beneficio directo en tu puesto de trabajo.
Ser optimista y enérgico
Lleva grandes dosis de energía y pasión a tu trabajo. Plantéate tu empleo como algo más que una obligación, un reto, una oportunidad para desarrollarte e influenciar positivamente a quienes trabajan contigo.
*Nota publicada en Forbes España