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Acoso sexual
Liderazgo
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Cuando se transmite con éxito una política de tolerancia cero, el personal entiende que las denuncias se tomarán en serio y que habrá consecuencias.

18 Septiembre de 2022 11.51

El acoso sexual es uno de los principales problemas que enfrentan las mujeres en el trabajo. De acuerdo con la encuesta ELSA, realizada por GenderLab en el 2021 en Perú, 4 de cada 10 mujeres pasó en los últimos doce meses por alguna de sus expresiones más frecuentes. El problema es claro. La pregunta es qué funciona para detenerlo.

Sabemos, por ejemplo, que las capacitaciones de corte legalista y a modo de clase maestra no funcionan. Por el contrario, un liderazgo real y auténtico tiene un impacto positivo. Lo que deben hacer quienes lideran las organizaciones es comunicar al personal de forma clara que el acoso sexual es un tema de atención prioritaria en la organización. La forma en que las y los líderes hacen esto es lo que hace la diferencia.


Consideraciones relevantes


La cultura y el clima organizacional son factores que inciden en la prevalencia del acoso sexual en una organización. Cuando sus manifestaciones se relativizan o se tratan con indulgencia (por ejemplo, 'ahora todo es acoso'), el personal siente que quien lo hace no será sancionado y que quien lo denuncia será vista como una persona problemática en el trabajo. En cambio, cuando se transmite con éxito una política de tolerancia cero, el personal entiende que las denuncias se tomarán en serio y que habrá consecuencias.

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Sobre esto, Hart, Crossley y Correll (HBR, 2018) realizaron un experimento en el que les pidieron a 618 participantes en EE. UU. que leyeran el comunicado interno de una empresa en el que se compartían y comentaban los resultados de una encuesta de acoso sexual hecha en la organización. Para una parte de la muestra se incluyó una cita del CEO que enfatizaba la gravedad del problema. Para otros se incluyó una cita que relativizaba el problema.

Quienes leyeron la cita que cuestionaba los resultados fueron menos proclives a identificar el acoso sexual como un tema relevante para la empresa. Por el contrario, quienes leyeron el mensaje del CEO catalogando de serio el problema concluyeron, en mayor medida, que prevenirlo tenía una alta prioridad en la organización.
 

Los mensajes


¿Cómo deben entonces hablar las y los CEO de acoso sexual? Deben hacerlo de manera seria y enfática. Y, como en todo acto de comunicación, el tono importa. Este debe ser congruente con el mensaje: el acoso sexual no se toma ni se trata como una broma. Así, un mensaje serio que no deja dudas sobre la posición de quien lidera podría tener la siguiente estructura:

  • Sentar posición: “No hacemos esto aquí. Acá no venimos a tocar, rozar o mirar a las mujeres que trabajan con nosotros.”
  • Invocar el sentido de propósito y cultura de la organización: “Acá estamos para hablar sobre el propósito de la organización”.
  • Establecer consecuencias: “Si escucho de alguien que está haciendo esto, habrá consecuencias.”

*Publicada en Forbes Perú

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