Cinco pasos efectivos y rápidos para superar el miedo a hacer networking
Kyle Elliott Colaborador
Kyle Elliott Colaborador
El networking profesional puede resultar intimidante, especialmente si ya estás ocupado en tu puesto actual, si sos más introvertido o si la ansiedad social te afecta. Sin embargo, seguramente escuchaste que el networking es fundamental para destacar en un mercado laboral saturado. Por eso, si querés conseguir un nuevo puesto, es clave entender por qué estás evitando el networking y aprender a sentirte más cómodo con esta práctica.
Sí, es completamente normal sentir incomodidad con el proceso de networking. Para muchas personas, esta suele ser una de las partes menos agradables de buscar empleo. Si no te gusta, o incluso te genera temor, no estás solo. Muchos postulantes expresan que se sienten intimidados, ansiosos o abrumados ante la idea de exponerse y conectar con otros.
¿Por qué a algunos profesionales les resulta tan incómodo hacer networking? Aunque las razones pueden variar, muchas personas lo rechazan porque temen ser rechazadas, algo que puede ser difícil de afrontar mientras también lidian con las negativas propias de una búsqueda laboral. Otro motivo común es que el networking es una experiencia nueva para muchos, por lo que simplemente no están acostumbrados al proceso.
Sin embargo, dado que el networking es fundamental en la búsqueda laboral actual, es importante aprender a manejar las emociones difíciles que puedan surgir para que no afecten tus posibilidades de conseguir un nuevo puesto. A continuación, te presentamos cinco estrategias para superar el miedo al networking.
Para empezar, puede ser útil cambiar la forma en que percibís el networking. En lugar de verlo como un contacto frío con desconocidos que probablemente no respondan, pensalo como una oportunidad para construir conexiones significativas con otras personas, incluidas aquellas que ya conocés. Además, reconocé que probablemente tenés una red existente más amplia y profunda de lo que imaginabas, a la que podés recurrir. Algunos buenos puntos de partida para iniciar el networking incluyen:
Después, es importante tener claridad sobre por qué estás haciendo networking, ya que tus objetivos determinarán a quiénes contactás, las preguntas que les hacés y la información que compartís en tus conversaciones. Establecer un objetivo claro puede hacer que el proceso de acercarte a las personas sea mucho menos intimidante, porque sabrás exactamente por qué las estás contactando. Por ejemplo:
Además, las personas con las que no tenés mucha cercanía suelen estar más dispuestas a ayudarte con una solicitud pequeña, como responder una o dos preguntas sobre su experiencia, antes de comprometerse con algo más importante, como recomendarte para un puesto o presentarte con su responsable de contrataciones.
A medida que te adentrás en el networking, es fundamental crear una estrategia que se adapte a tu estilo de comunicación y preferencias. Si bien algunos profesionales disfrutan de asistir a reuniones presenciales y conferencias, estas pueden ser innecesariamente estresantes para personas más introvertidas. Por eso, es útil preguntarte si existen otras formas que te permitan conectar de una manera menos intimidante.
Por ejemplo, si ya sos activo en plataformas como LinkedIn, X (anteriormente Twitter), Reddit u otras redes sociales, podés reflexionar sobre cómo aprovechar mejor esas comunidades para alcanzar tus objetivos de networking. Esto podría incluir hacer preguntas específicas a un colega de la industria mediante un mensaje privado o invitarlo a una reunión por Zoom para profundizar la conexión más allá de la plataforma.
Dado que el networking puede resultar intimidante, especialmente si sos introvertido o te genera ansiedad social, podés prepararte para el éxito comenzando con pasos pequeños. Algunas acciones sencillas que podés tomar incluyen:
Como ves, el networking no tiene que ser complicado ni demasiado formal. El objetivo es construir conexiones que respalden tus metas profesionales.
Una vez que te sientas cómodo cultivando tus relaciones existentes, es importante organizarte y desarrollar un proceso que sea fácil de repetir. Si sos un ejecutivo del sector tecnológico con una agenda ocupada, podrías dedicar un tiempo específico al networking, ya sea a la mañana mientras revisás tus correos y redes sociales, o a la noche, cuando ya estás más relajado.
Algunos profesionales dedican 10 o 15 minutos por día para contactar a una o dos personas de su red. Otros prefieren reservar un bloque más amplio cada semana, como 45 minutos o una hora un viernes por la tarde, para ponerse al día con sus contactos y generar nuevas relaciones.
No importa tanto cómo estructurés tu rutina de networking, lo clave es mantener la constancia en el cuidado de tus vínculos, en lugar de esperar a necesitarlos para comunicarte.
Aunque la frase "networking profesional" puede poner nerviosos a muchos profesionales, el proceso no tiene por qué ser estresante. Cambiar tu perspectiva, establecer objetivos claros para tus conversaciones que se alineen con tu estilo de comunicación y desarrollar una práctica diaria pueden hacer que el networking sea más accesible, e incluso, un poco divertido. ¡Vos podés hacerlo!