Ya sea por avances tecnológicos, cambios en el mercado o en la estrategia organizativa, una reestructuración puede resultar desalentadora.
La perspectiva del cambio suele generar ansiedad e incertidumbre. Sin embargo, con la mentalidad y las estrategias adecuadas, no sólo podrás sobrevivir, sino también prosperar durante esta transición.
Acá algunos consejos sobre cómo navegar con éxito por el proceso de reestructuración.
1. Aceptá el cambio con una actitud positiva
Tu actitud durante el proceso de reestructuración es fundamental. Aceptá que el cambio forma parte del crecimiento e intentá ver los beneficios potenciales.
Por ejemplo, tomá la reestructuración como una oportunidad para aprender nuevas habilidades o asumir responsabilidades diferentes que podrían mejorar tu carrera. Mantené la calma y controlá tus emociones, ya que el pánico puede nublar tu juicio y afectar negativamente tu rendimiento.
En lugar de resistirse a los cambios, lo mejor es aceptarlos y mantenerte abierto a nuevas posibilidades. Desarrollar la resiliencia es esencial; demuestre que podés manejar los cambios con elegancia adaptándote a las nuevas circunstancias y manteniendo una actitud positiva. Este enfoque proactivo no sólo te ayudará a afrontar mejor las modificaciones, sino que también te posicionará como un valioso miembro del equipo capaz de atravesar las transiciones sin problemas.
2. Mejorá la comunicación y buscá la claridad
La comunicación abierta y honesta es vital durante la reestructuración. Buscá información precisa de fuentes fiables dentro de la organización para evitar confiar en rumores. Si no estás seguro de algo, no dudes en preguntar. Es mejor estar informado que especular, ya que la información precisa puede ayudarte a aliviar la ansiedad.
Expresá tus preocupaciones de forma constructiva a tu jefe o a Recursos Humanos; los comentarios constructivos pueden conducir con frecuencia a mejoras en el proceso.
Además, comunicá tus propias actualizaciones y progresos de forma transparente a tu equipo. Por ejemplo, si estás trabajando en un proyecto que puede verse afectado por la reestructuración, mantené informados a tus colegas sobre los progresos y cualquier cambio potencial. Este nivel de comunicación no sólo mantiene a todos en la misma página, sino que también fomenta la confianza dentro del equipo.
3. Hacete cargo de tu carrera
Asumir la responsabilidad sobre el rumbo de tu carrera durante la reestructuración puede ser fortalecedor. Identificá cualquier carencia de competencias y trabajá para cubrirla mediante cursos online, talleres y seminarios.
Por ejemplo, si la reestructuración está impulsada por la tecnología, considerá la posibilidad de tomar cursos sobre software o sistemas relevantes para mantenerte al día. Reforzá tu red profesional asistiendo a eventos del sector, uniéndote a asociaciones profesionales y conectándote con colegas en LinkedIn.
La creación de redes puede darte apoyo, asesoramiento y posibles oportunidades de empleo. Reevaluá tus objetivos profesionales durante este tiempo; podría ser una oportunidad para cambiar a un puesto que coincida más con tus aspiraciones. Por ejemplo, si siempre quisiste ocupar un rol de liderazgo, buscá las posibilidades que puedan surgir debido a la reestructuración. Siendo proactivo, podés convertir la incertidumbre en una oportunidad para avanzar en tu carrera.
4. Demostrá tu valor en la organización
Demostrar tu esfuerzo y talento para cualquier empresa puede asegurar tu puesto durante la reestructuración. Registrá tus logros y preparate para resaltarlos cuando sea necesario. Por ejemplo, si completaste un proyecto importante que mejoró la eficacia o ahorró costos, asegurate de que tus superiores lo sepan.
Sé proactivo y ofrecete como voluntario para nuevos proyectos, demostrando iniciativa y voluntad de contribuir a los objetivos de la empresa.
Apoyá a tus colegas y ayudá a crear un ambiente de equipo positivo, ya que el trabajo en equipo y la colaboración suelen valorarse mucho en tiempos de cambio. Por ejemplo, si un miembro del equipo tiene dificultades con la nueva estructura, ofrecé tu ayuda. Añadiendo valor de forma constante y siendo un jugador de equipo, te harás indispensable para la empresa.
5. Preparate para diversos resultados
Aunque es importante mantener una actitud positiva, es prudente estar preparado para distintos resultados. Asegurate de tener un colchón financiero en caso de pérdida del empleo; esto puede darte tranquilidad y permitirte centrarte en tu trabajo.
Mantené actualizados tu currículum y perfil de LinkedIn, listos para solicitar nuevas oportunidades si es necesario. Renovalos regularmente con tus logros recientes, las habilidades adquiridas y los comentarios de tus colegas.
Comprendé el mercado laboral en tu área investigando las tendencias y habilidades más demandadas. Conocer el mercado puede ayudarte a planificar sus próximos pasos con mayor eficacia. Además, considerá la posibilidad de aprovechar las oportunidades que puedan surgir dentro de la empresa.
Si se crean nuevas funciones o proyectos, evaluá cómo se alinean con tus habilidades y objetivos profesionales, y preparate para solicitarlos o ofrecerte como voluntario. Preparándote para diversos escenarios, te aseguras de que no te tomen desprevenido, para sortear la reestructuración con confianza.
Evidentemente, la reestructuración puede ser un desafío, pero con el enfoque adecuado, también puede ser una oportunidad de crecimiento y desarrollo. Si aceptás el cambio con una actitud positiva, mejorás la comunicación, tomás las riendas de tu carrera, demuestrás tu valor para la organización y te preparás para diversos escenarios, podrás navegar por esta transición con éxito.
Comprender las razones de los cambios y mantener una postura proactiva puede ayudarte a ver el panorama general y a apreciar la necesidad del cambio. Todo desafío es una oportunidad disfrazada, y la capacidad de adaptación va a ser lo que determine tu éxito. La reestructuración no consiste sólo en sobrevivir, sino en prosperar y posicionarse para el futuro.