Estuviste de vacaciones. Tu primer día de vuelta a la oficina está a la vuelta de la esquina. No importa si fue una semana en París o una estadía en tu casa, volver al ritmo de las cosas puede ser un desafío. En una encuesta encargada por Zapier, el 87% de los trabajadores del conocimiento admiten que hay cosas que temen al regresar al trabajo después de disfrutar de un tiempo libre. Algunas de las tareas más desagradables incluyen volver a la rutina, ponerse al día con los asuntos administrativos y sentirse inundados por un trabajo ajetreado.

Es normal sentir tristeza por el regreso al trabajo. Ya sea que te sientas completamente deprimido o simplemente tengas problemas para concentrarte, estos consejos te ayudarán a facilitar la transición.

Preparate para el éxito

El día antes de volver al trabajo, planificá tu primer día de regreso para que no haya sorpresas. Asegurate de no programar ninguna reunión (o al menos ninguna por la mañana) para tener tiempo de ponerte al día. Luego, determiná qué abordarás ese primer día bloqueando las tareas en tu calendario. Además, acostate temprano la noche anterior para tener la energía que necesitás. Finalmente, considerá llegar temprano a la oficina para prepararte para el éxito. En el libro más vendido de Tom Corley, Cambia tus hábitos, cambia tu vida, casi el 50% de los millonarios self made en su investigación se levantan de la cama al menos tres horas antes de que comience su jornada laboral.

Iniciar nuevos hábitos laborales

Volver a una rutina puede resultar complicado si llevás un tiempo fuera de la oficina. Por eso es el momento perfecto para establecer nuevos hábitos. Una forma de combatir la falta de energía es dividir el día con actividad física. La mayoría de los expertos recomiendan realizar descansos cada 25 a 90 minutos. De hecho, varios estudios muestran que tomar descansos regulares entre las tareas laborales puede reducir el estrés y aumentar la productividad. Otro hábito poderoso es minimizar las distracciones, es decir, el teléfono celular. Según una encuesta de CareerBuilder, más de la mitad de los empleadores (55%) dicen que los teléfonos móviles de los trabajadores son los culpables de la disminución de la productividad. Para que tu teléfono te distraiga menos, intentá bloquear aplicaciones molestas, controlar tus notificaciones y desactivar los sonidos. Incluso dejar tu teléfono en otra habitación o en un cajón del escritorio puede mejorar tu concentración.

Abordá primero los asuntos más urgentes

Cuando regresás al trabajo, tu cuerpo y tu mente necesitan tiempo para reajustarse a un nuevo horario. Entonces, lo último que querés hacer es abordar todo a la vez. Para evitar sentirte abrumado, priorizá los elementos más críticos y urgentes. No es necesario que respondas todos los correos electrónicos de inmediato, solo los más urgentes. Otro consejo es concentrarse en una tarea a la vez. Cuando realizamos múltiples tareas, dividimos nuestra atención de una manera que disminuye el rendimiento. Trabajar estratégicamente te hará más productivo y tendrás menos probabilidades de agotarte.

Conectate con colegas

Aunque sientas la tristeza del regreso al trabajo, tratá de no aislarte. Conectarse con personas en el trabajo es una excelente manera de mejorar tu estado de ánimo e incluso mejorar tu salud general. Una forma sencilla de hacerlo es socializar con colegas para conocer lo que sucedió mientras estuviste fuera. Si estás enterrado en correos electrónicos, decile a la gente que te vas a comunicar con ellos. Podés utilizar tu primera semana de regreso para programar un almuerzo o un café virtual con compañeros de trabajo para intercambiar historias de vacaciones. Quién sabe, tal vez incluso se te ocurra una idea sobre tu próximo destino.

Rodeate de artículos que te despierten alegría

¿Compraste algún recuerdo significativo en tu viaje? Ahora es el momento de exponerlos en tu escritorio. Ya sea una fotografía o un souvenir, te ayudará a revivir esos gratos recuerdos de tus vacaciones. Mostrar artículos únicos también es una excelente manera de romper el hielo cuando conocés a alguien nuevo en la oficina. Otra forma de mejorar tu estado de ánimo es rodearte de cosas que te hagan sentir como en casa, como fotografías familiares y plantas. Finalmente, mejorá el estado de ánimo con aromaterapia u obras de arte inspiradoras. En última instancia, el entorno de tu oficina debería sentirse como una extensión de tu persona.

Si estás experimentando la tristeza del regreso al trabajo, no estás solo. Si bien puede afectar al sistema, existen formas de mantenerse motivado y volver a una rutina saludable. Al emplear estas estrategias, podés convertir una experiencia potencialmente dolorosa en una transición sin problemas.