El escritor relató cómo sus anfitriones uruguayos de Airbnb le salvaron la vida y luego Joe Gebbia, el fundador de la plataforma, se interesó en el caso y terminó financiando Connectus Medical, de Javier Artigas, el salvador de Casciari.
Para su habitual columna de Perros de la calle, el programa de Andy Kusnetzoff en Metro, Hernán Casciari invitó a Javier Artigas para que lo acompañara. Lo presentó como "un personaje de un cuento mío" y comenzó el relato de una historia extraordinaria (escuchá el audio completo en este link).
Casciari tuvo un infarto en diciembre de 2015, mientras se encontraba alquilando una casa en Montevideo a través de Airbnb. Como cuenta él, "los dueños me salvaron la vida. Me subieron a un auto, llamaron a un patrullero, me llevaron al hospital, donaron sangre, hicieron una cantidad de cosas tremendas para que yo no me muriera. Sin conocerme. Nos habíamos visto un día antes, cuando me dieron la llave de la casita de huéspedes, y nada más".
En ese momento, contó Casciari Javier Artigas (descendiente del prócer uruguayo) y su mujer Alejandra estaban en un pésimo momento. A Javier le habían diagnosticado una insuficiencia renal crónica que, literalmente, le cambió la vida. Lo obligó a hacer diálisis, le hizo perder su trabajo y lo obligó a achicar gastos, quemar ahorros y buscar nuevos ingresos: entre ellos, ofrecer en Airbnb la casa de huéspedes. El quinto personaje que les tocó alojar fue "un escritor argentino que al segundo día se les infartó en el living": Hernán Casciari. Al mismo tiempo, la enfermedad de Artigas le había disparado una idea que, pese a su potencial, le había provocado otra frustración porque no encontró financiamiento: una aplicación que conectara a pacientes con centros de diálisis, para que tuvieran la posibilidad de viajar.
Pero Casciari no conoció la historia de sus anfitriones sino hasta un año después del episodio, cuando se reencontró con ellos para agradecerles por haberle salvado su vida. Cuando les ofreció ayuda, Javier le contestó que "sin darte cuenta, ya había hecho algo". "Me dice: '¿vos te acordás, Hernán, que al día siguiente de tu infarto recibiste un mail?' Claro que me acordaba. A veces cuento la anécdota: estaba entubado en el hospital, me vibró el teléfono, y era un mail automático de la aplicación de Airbnb, que me pedía una evaluación pública de mis anfitriones de Montevideo". Allí, desde el hospital, Casciari escribió la hilarante reseña que luego se convirtió en viral, donde Casciari recomendaba la "excelente vivienda para huéspedes sedentarios y con propensión al infarto de miocardio".
Esa reseña llegó a los propios ojos del fundador de Airbnb, Joe Gebbia, quien en una charla TED sobre la construcción de confianza en la plataforma, contó la historia de Artigas y Casciari. "Entre los asistentes a esa charla estaban Bill Clinton y Steven Spielberg, que se cagaban de risa de mi reseña", dice Casciari. El 31 de diciembre, a menos de un mes del infarto, el propio Gebbia aterrizó en Uruguay, les tocó el timbre a Javier y Alejandra, les alquiló la casa por una semana y les preguntó si era cierta la historia del huésped argentino que se infartó y al que le salvaron la vida.
https://www.youtube.com/watch?v=16cM-RFid9U
La charla TED donde Joe Gebbia relata la anécdota de Casciari y Artigas.
En esos días, Javier se animó a contarle a Gebbia la historia de su insuficiencia renal y la aplicación que había diseñado y no encontraba financiamiento. Cuenta Casciari: "A Joe Gebbia, la idea le pareció increíble y le ofreció asociarse. Le dijo: 'si un huésped de Airbnb tiene una enfermedad X, tu plataforma podría conectarlo con un anfitrión que ofrezca una casa adaptada a esa enfermedad'. Javier abrió los ojos como un dos de oro. Era una idea simple y genial que cuajó en menos de 30 horas. Gebbia mandó un mensaje de Whatsapp a sus socios y a los 10 minutos, le llegó un contrato por mail desde San Francisco, y en menos de dos semanas, Connectus Medical, la plataforma de Javier, recibió financiamiento por más de US$ 3 millones".
En 2017, Javier fue transplantado y, además, Connectus Medical se convirtió en la startup más exitosa de Uruguay.