Hay una luz al final del túnel y está por llegar, asegura Antonio Marín, vicerrector y director de la Escuela de Negocios de Ucema. El foco tiene que estar en las personas más que nunca. Personas que conforman el ADN de lo que hacemos todos los días y que hacen a la cultura organizacional. Para mí, lo más importante hoy es estar cerca de la gente, asegura. Representante del mundo académico, que por la pandemia se convirtió en un ambiente 100% virtual, también tiene experiencia en el ámbito corporativo: trabajó en Deloitte & Touch y Arthur Andersen, fue director gerente de Lear y CFO de firmas como KSB, Eternit Group y Saint Gobain.
¿Cuál es el principal desafío hoy?
Adaptarse a los cambios continuos. Esta pandemia nos hizo trabajar, pensar, valorar todas las cosas en forma distinta, y todo se aceleró. Es decir, lo que pensábamos hacer dentro de 3, 4 o 5 años empezamos a hacerlo ya. Y las universidades no fueron ajenas a eso. Nosotros teníamos planes para ir a la virtualidad, la educación online, de acá a 5 años, y ya estamos trabajando en ello.
¿Cómo fue ese tránsito, esa vertiginosidad que no se suele llevar bien con los ámbitos académicos?
No se lleva, puede ser. Pero no soy un académico de raza. Voy a remontarme a lo que pasó el año pasado. El confinamiento se decretó un jueves 19 de marzo y nosotros, 10 días antes, mirando lo que pasaba en Europa y Estados Unidos, que en educación ya estaban en la virtualidad, el 11 de marzo decidimos postergar el inicio de las clases por dos semanas, y en ese tiempo creamos un comité y decidimos ir hacia la virtualidad. Fuimos la primera universidad que decidió ir a la virtualidad; me acuerdo de que algunos rectores de universidades privadas me dijeron: ¿Estás seguro?, y yo les dije: Sí, porque esto se viene. Y en esas dos semanas nos preparamos, elegimos la plataforma tecnológica (que fue Zoom), capacitamos a los profesores, a los alumnos mediante instructivos, empezamos y así seguimos. No hubo problemas. Si algún alumno tiene algún problema, las clases quedan grabadas.
Ya no tienen más presencialidad?
No hay clases presenciales. Nadie volvió a la universidad desde hace un año y medio. Estamos igual que el año pasado pero con la esperanza de volver.
¿Volver cómo?
Con aulas híbridas. Pensamos que vamos a poder volver posiblemente en la segunda parte del año, donde vamos a dar la libertad de que el alumno elija si quiere hacerlo en forma virtual o presencial en el uso de la tecnología en estas aulas híbridas. ¿Qué es un aula híbrida? Es un espacio físico y virtual donde sincrónicamente un profesor y alumnos interactúan a través de la tecnología.
¿Les cuesta a los profesores, a los alumnos?
Los fuimos preparando para esto. Pero sí, hay que tener mucha gimnasia. Es decir, no es para cualquiera. Pero los alumnos quieren volver. Recibo mails de alumnos: ¿Cuándo vamos a las aulas híbridas? ¿Cuándo volvemos?. La gente quiere volver.
¿Cómo es para vos definir los objetivos?
Para los alumnos es recibirse... Para nosotros también, los objetivos siempre están. Posiblemente hemos adelantado objetivos. Pero hay que fijarse nuevos. Por ejemplo, en la pandemia, crecimos de forma exponencial en educación ejecutiva: 92%. La educación ejecutiva, es decir los cursos cortos, encontraron en la pandemia un momento ideal para capacitarse.
¿Tuvo que ver con que a los ejecutivos les faltaban herramientas para enfrentar el momento?
No. Creo que fue aprovechar el tiempo. En el caso del grado y posgrado, en el posgrado crecimos un 37% en el MBA y un 20% en la Maestría en Finanzas este año respecto del año pasado. Tal es así que hoy, ¿cuál es nuestro objetivo? Que si tuviéramos que volver no tendríamos lugar adonde volver. Es decir: estamos buscando un nuevo edificio.