Andrés Malamud: “Si Fernández no estabiliza la economía, el escenario será de renuncia o kirchnerización”
Lorena Guarino Forbes Staff
Lorena Guarino Forbes Staff
"Macri gana en CABA y provincias centrales, Cristina en el conurbano. Alberto será un presidente sitiado”. Con esas palabras el politólogo Andrés Malamud definió en un tweet el escenario al que se enfrentará el reciente presidente electo Alberto Fernández.
Tras su paso por Argentina y ya devuelto a Portugal, donde ejerce su labor como investigador en la Universidad de Lisboa, se sometió a un pingpong con Forbes Argentina, donde esboza su mirada sobre la política local.
La fórmula presidencial del Frente de Todos sacó 8 puntos porcentuales de diferencia sobre la de Juntos x el Cambio, lo que equivale a la mitad de lo que había logrado en las PASO (17%). Eso significa que, entre una elección y otra, Fernández se estancó y Macri creció. Las causas son combinadas: mayor gasto público, estrategia electoral agresiva del gobierno y estrategia conservadora de la oposición.
Fernández enfrentará dos grandes desafíos: la crisis económica (incluyendo la renegociación de la deuda en sus primeros meses de mandato) y la impaciencia popular (que puede tomar como ejemplos a Chile y Ecuador). Sus apoyos internos están divididos: los gobernadores y el kirchnerismo tienen visiones enfrentadas sobre la necesidad del ajuste y la distribución de fondos federales. Para equilibrarse en la cuerda floja, Fernández deberá tejer acuerdos con los actores sociales (sindicatos y empresarios) y con la oposición.
El poder de Fernández dependerá de los gobernadores y de los intendentes bonaerenses, que son caros. Si no estabiliza rápidamente la situación económica, ese poder se licuará al calor de la impaciencia popular. En ese caso, los escenarios serían de renuncia o kirchnerización.
El que negocia es el presidente. Lo que no está claro es cuánto tendrá para ofrecer.
En principio, o mejor dicho al principio, las centrales obreras serán un factor estabilizador. Las organizaciones sociales son más imprevisibles.
Moderadamente. Será una oposición dialoguista.
En comparación con las expectativas previas, Fernández no sacó una gran diferencia. De hecho, evitó el balotaje por 3%, la misma pequeña diferencia por la que Macri derrotó a Scioli en 2015. Por eso, el futuro político de Macri depende de su ambición, de sus rivales internos y de los tribunales, y ya no del resultado electoral.
Sí, como la de Cristina.
No soy quién para dar consejos. Los dirigentes que se perfilan son Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo y Martín Lousteau.
"El espectro político argentino está dividido en dos: peronismo y no peronismo. La avenida del medio siempre fue un callejón sin salida"
La corrupción K no existe más, dice Comodoro Py.
El espectro político argentino está dividido en dos, peronismo y no peronismo. La avenida del medio siempre fue un callejón sin salida. Desconozco qué hará Lavagna en el futuro.
¿Por qué nó Es uno de los dos espacios políticos, así que, si no gobierna uno, gobierna el otro.
Porque el sistema electoral argentino es restrictivo y tiene altas barreras de entrada: combina federalismo electoral (que dificulta la instalación de partidos nuevos), distritos de baja magnitud (que eligen pocos cargos y relegan a las terceras fuerzas), elecciones alternadas (que favorecen la inercia por sobre el cambio) y ventaja del oficialismo local (que favorece la reelección por sobre los desafiantes).