Al frente de una de las principales aseguradoras del país, Simón sabe que pronto aparecerán problemas de incobrabilidad y de liquidez, sumados a la amenaza de las anulaciones masivas. Por lo pronto, nota bajas en algunas coberturas y oportunidades en otros sectores.
Tras 20 años en el Grupo Sancor Seguros, su CEO, Alejandro Simón, enfrenta una de las más importantes crisis de su historia. La paralización económica de la cuarentena repercute en las bajas de primas de los sectores más resentidos. En ese sentido, y aunque reconoce que el objetivo de trazar un camino fiscal consistente será imposible de alcanzar, espera que el Gobierno y las empresas trabajen en conjunto en minimizar los daños. Mientras tanto, las consultas de cobertura por el coronavirus avalan una nueva estrategia para reforzar los seguros de vida y ofrecer alternativas extra para equilibrar el negocio.
¿Qué impacto tuvo en el sector la crisis sanitaria?
El mayor impacto se vio en el deterioro del flujo de cobro de primas y en la falta de liquidez que toda esta situación arroja como consecuencia. Por eso, entendemos que será necesario poner en marcha medidas que permitan atravesar esta difícil coyuntura. Entre ellas, podrían encontrarse soluciones como la recompra por parte del Gobierno de las tenencias de títulos de las compañías a valor técnico, en los montos necesarios para hacer frente a este problema de liquidez; tener un diferimiento de pago de impuestos nacionales y provinciales que son tributados en función de la facturación y no por lo realmente percibido; y facilitar el proceso de pago de reaseguro al exterior.
¿En qué aspectos se puede ver comprometido el negocio de Sancor Seguros?
Para nosotros el impacto será menor al de la industria en general porque fuimos previsores, cautos y ordenados, lo cual nos permite sostener esta situación mejor que otros competidores. Contamos con los mejores ratios financieros del mercado, así como con el patrimonio neto más alto de la industria aseguradora. En síntesis, gracias a los recursos con los que contamos para afrontar esta crisis, nuestro negocio no se verá comprometido y estamos orientando todos nuestros esfuerzos a lograr mantener la calidad en la prestación del servicio que nos caracteriza desde hace casi 75 años.
¿Tuvieron que reconfigurar su estrategia para este añó
Indudablemente. Se trata de un escenario complejo y sin precedentes, en el que toda pretensión de trazar una estrategia de negocios dentro de parámetros normales se vio esfumada y debió dejarse de lado. Nuestra prioridad fue contribuir con acciones excepcionales orientadas a resguardar el bienestar de nuestros asegurados y sus familias, así como a trabajar para contribuir a resguardar las carteras de nuestros Productores-Asesores de Seguros y que el nivel de servicios no se vea afectado mientras dure la situación de emergencia.
¿Cómo evalúa las medidas tomadas a nivel nacional?
En términos generales, fueron adecuadas ya que privilegiaron el cuidado de la vida y la salud de los habitantes. El Gobierno Nacional abordó la problemática con la seriedad que ameritaba y buscó anticiparse para que la situación no se desbordara desde el punto de vista médico-asistencial, como sucedió en países de Europa y también en Estados Unidos. Ahora, el Ejecutivo debe afrontar el desafío de levantar progresivamente la cuarentena y reactivar la economía, sabiendo que, a raíz de la pandemia, el objetivo de trazar un camino fiscal consistente será imposible de alcanzar y la meta consiste ahora en minimizar los daños. Lamentablemente, sin acceso al financiamiento externo y con un déficit fiscal en crecimiento, la crisis generada por el COVID-19 impactará duramente en la economía, acentuando su situación de vulnerabilidad.
¿Qué proyección puede hacer del mercado asegurador para el corto plazo?
A corto plazo, como mercado tendremos que hacer frente a los problemas de incobrabilidad y de liquidez, sumados a la amenaza de las anulaciones masivas. Será necesario tomar medidas no solo para lo primero, sino también para evitar que, en este contexto de crisis, muchos asegurados elijan prescindir de su cobertura.
¿Hubo algún tipo de movimiento en cuanto a nuevos asegurados o bajas?
Hay casos en ambos sentidos: por un lado, bajas vinculadas a ciertos sectores que se ven más resentidos por la suspensión casi total de la actividad, como sucede con Automotores (a raíz de la restricción para circular) y Accidentes Personales. Pero al mismo tiempo, hay muchas consultas vinculadas a la cobertura frente a coronavirus y a las posibles consecuencias de la enfermedad, con lo cual es allí donde tenemos que ser estratégicos y mostrar, una vez más, lo valioso que resulta un seguro como herramienta de previsión que presenta una excelente relación costo-beneficio.
¿Qué acciones específicas implementó la compañía?
Por un lado, la extensión en forma gratuita los servicios de Llamando al Doctor, un consultorio virtual que ofrece atención médica calificada e inmediata por videollamada. Se incorporó como un servicio diferencial en diferentes productos, incluyendo la totalidad de las coberturas de Automotores, Hogar, Accidentes Personales, Vida con capitalización (Vida Ahorro, Vida Inversión) y Prevención Retiro. Por otra parte, incorporamos sin costo un servicio de Asistencia Psicológica y Nutricional a toda la cartera de Automotores (Autos y Pick Ups) y de Combinado Familiar, a través de una línea telefónica destinada a brindar contención y asesoramiento profesional para tratar casos de soledad, angustia, cuadros depresivos, duelo, ataques de pánico, ansiedad y estrés. En Riesgos del Trabajo, conscientes del impacto que el aislamiento social, preventivo y obligatorio está teniendo en la economía en general y en muchas empresas de nuestro país en particular, decidimos suspender los aumentos de alícuotas cuya aplicación estaba prevista para abril y mayo. En el ramo Vida con capitalización, en forma excepcional, dispusimos otorgar amparo asegurador en las coberturas que posean las pólizas de Vida Ahorro/Vida Inversión, para aquellos siniestros cuya causa de origen sea COVID19. Además, permitiremos a los clientes realizar retiros parciales de sus cuentas, sin la aplicación de quitas por rescate de ningún tipo.
Previo a esto, ¿cómo había afectado la crisis económica a la industria?
La actividad aseguradora está estrechamente vinculada al desarrollo económico del país y en ese sentido, ya en los últimos tiempos venimos atravesando escenarios complejos en materia económica. Por ejemplo, en el ramo automotor, la pronunciada caída de los patentamientos viene impactando significativamente en el volumen de nuevas contrataciones. Esta situación obedece principalmente al encarecimiento que sufrieron en los últimos meses los precios de los vehículos, como así también a la escasa financiación. Por otra parte, los índices de inflación que se vienen registrando nos obligan a tener que focalizarnos en revisiones constantes de sumas aseguradas de la cartera vigente, con la finalidad de mantener valores asegurados acordes a la realidad y evitar así conflictos al momento de los siniestros. Cabe agregar que siendo en su mayoría seguros de contratación voluntaria, si bien existe una cultura asegurativa, el hecho de que se promuevan los seguros de Vida y Retiro a través de incentivos fiscales es un paso importante que redunda en beneficios mutuos tanto para las aseguradoras?como para los tomadores de estos contratos. En materia de seguros agropecuarios, podemos decir que es un mercado desarrollado, muy competitivo y de resultado muy volátil. Aproximadamente el 50% de la superficie cultivada cuenta con seguros. Claramente se observa un estancamiento del mercado en cuanto al nivel de aseguramiento; sin un programa de seguro con apoyo estatal para riesgos catastróficos (sequía e inundación) es muy difícil que haya cambios. El sistema de riesgos del trabajo, por su parte, se ve afectado en general por la situación del mercado laboral argentino de los últimos dos años (pérdida de puestos de trabajo, cierre de empresas, etc.) y por cuestiones propias del sistema, como fuerte crecimiento de los costos prestacionales (sea por inflación o por actualizaciones de las indemnizaciones por tasa activa). En general, la producción cae en términos reales, se disparan la siniestralidad y los gastos, en menor o mayor medida de acuerdo a la gestión que cada aseguradora implementa. Este combo tiene un impacto directo en el resultado técnico, provocando una disminución del mismo.