Imaginá un mundo en el que las compras en línea sean algo más que desplazarse por una página de artículos en una pantalla. En cambio, los clientes usan un avatar para ingresar a un gemelo digital de su tienda boutique favorita, incluso si están en Argentina y la tienda está en Estados Unidos.
Estas funcionalidades son las que vamos a experimentar en Web3, la última iteración de Internet. Pero, ¿cómo afectarán estos cambios a las empresas?
La web ha cambiado drásticamente desde su comienzo
Para comprender la enormidad de lo que se avecina en esta nueva frontera digital, debemos mirar hacia atrás a la rápida progresión de la web en las últimas dos décadas.
En 1998, se lanzó la Búsqueda de Google y, poco después, los consumidores comenzaron a utilizar los motores de búsqueda en masa para obtener fácilmente la información necesaria. Luego, las empresas comenzaron a darse cuenta de que tener su información listada en los motores de búsqueda es más una necesidad que una moda pasajera.
Esto impulsó a las empresas a desarrollar una presencia en línea mediante la creación de sitios web para que los consumidores los visiten y eventualmente realicen compras. Avancemos rápido hasta la década de 2010, cuando los consumidores inundaron múltiples plataformas de redes sociales y las empresas hicieron lo mismo.
La economía digital Web3 es la evolución inminente de esta progresión. Por lo tanto, las empresas tendrán poca o ninguna opción más que participar en esta nueva frontera.
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Interacción inmersiva
Los consumidores experimentarán una experiencia en línea significativamente más inmersiva, ya que Web3 pone énfasis en la interacción humana. Actualmente, los compradores se desplazan a través de páginas estáticas de artículos a su gusto. En el futuro, los minoristas en línea encontrarán formas de replicar el mundo físico.
Los respectivos avatares de los compradores ingresarán a un espacio virtual donde podrán comprar e interactuar con otras personas, como clientes y empleados. Si tienen alguna pregunta, en lugar de interactuar con un chatbot, los consumidores interactuarán con un humano que responde en tiempo real. Esta inmersión devolverá el control de la experiencia de servicio al cliente a las partes interesadas del negocio, mejorando así la interacción y retención del cliente.
Accesibilidad
La virtualización del comercio trae mayor accesibilidad a los consumidores. Sin abandonar la comodidad de sus hogares y sus respectivos lugares de trabajo, los consumidores podrán viajar virtualmente a otro país, visitar tiendas allí y luego recibir sus pedidos sin problemas en el ámbito físico.
Esto ahorra a los consumidores mucho tiempo y dinero que podrían haber gastado en viajes reales. También significa un mayor acceso a culturas, bienes y servicios globales que alguna vez estuvieron limitados a ciertas localidades o inaccesibles para ciertas poblaciones.
Además, el informe de McKinsey Creación de valor en el metaverso afirma que el impacto potencial del mundo virtual en el comercio electrónico será de entre US$ 2 billones y US$ 2,6 billones para 2030. Por lo tanto, las empresas que deseen capitalizar Web3 tendrán que crear una réplica virtual de su negocio junto con sus sitios estáticos actuales.
Eficiencia
Ya sea a través de dispositivos móviles, computadoras de escritorio, gafas VR o lentes AR, el acceso a este reino virtual será tan sencillo como abrir aplicaciones. Además, el correo electrónico y los sitios Web 2.0 actuales se transformarán en mundos virtuales conectados en un continente virtual principal, aumentando aún más la accesibilidad y la adopción.
Esta integración aparentemente sin fricciones permitirá a las empresas realizar su trabajo bajo una plataforma en lugar de una plétora de programas de software empresarial. Esto elimina los silos de información y aumenta la eficiencia porque todos los procesos operativos, paneles de KPI y otras herramientas estarán en un único espacio virtual.
Con tanta adopción e integración de casos de uso en el horizonte, las empresas en las industrias de consumo y minorista verán los efectos de esta evolución tecnológica rápidamente. A medida que se acerca Web3, depende de las empresas posicionarse mejor para el éxito.
*Nota publicada en Forbes US
