Uno de cada cuatro dólares que se invirtieron en el último año en investigación y desarrollo en la Argentina lo aportó la industria farmacéutica, destacó un informe de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme).
De acuerdo con un relevamiento realizado por la cámara, que reúne a 42 laboratorios que operan en el país, éstos invirtieron unos US$ 276 millones anuales en investigación clínica, lo que representó el 27% de la inversión total en investigación y desarrollo de todos los sectores de la economía en el país.
El informe destacó que el aporte anual de las empresas asociadas a la Cámara a las exportaciones argentinas de bienes alcanzó los US$ 555 millones, por encima de sectores como el avícola, tabacalero y azucarero, entre otros.
Del mismo modo, estos laboratorios contribuyeron con unos US$ 958 millones a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
El relevamiento remarcó que "el sector tiene una carga impositiva del 41% de la producción propia y del valor agregado de sus productos, en contraste con el 31% del promedio de carga impositiva en la Argentina". Los laboratorios de Caeme emplean a 11.300 personas, de las cuales el 47% son universitarias y el 49,7% son mujeres, cifra que trepa al 71% en las áreas de investigación y desarrollo.
Además, el 49,3% de los puestos directivos y gerenciales está ocupado por mujeres. Las ventas del sector ascendieron a unos US$ 4.700 millones anuales, de los cuales un 37% es valor agregado a la economía nacional.
Pocas semanas atrás, el Director de Asuntos Externos de CAEME estuvo presente en el Forbes Summit HealthCare, donde habló sobre cómo se desarrolla la investigación clínica en Argentina y cómo el COVID-19 y la urgencia por buscar alternativas preventivas o terapéuticas impulsó una explosión de nuevos ensayos clínicos en el curso de pocos meses, incluyendo algunos en Argentina.