Elon Musk despidió al 80% de los ingenieros dedicados a la confianza y la seguridad tras comprar Twitter y cambiarle el nombre por X, mientras que la empresa también despidió a un tercio de los empleados dedicados a la confianza y la seguridad que no eran ingenieros, según un informe publicado el miércoles por eSafety, el comisionado de seguridad online de Australia.
Las revelaciones se producen cuando el comisionado utilizó la Ley de Seguridad Online de Australia para demandar a X que respondiera a preguntas sobre cómo mantiene la seguridad de los usuarios. La compañía de Musk dijo que antes de su adquisición de US$ 40 mil millones en octubre de 2022, tenía 279 ingenieros centrados en la confianza y la seguridad a nivel mundial. Esta cifra se redujo a 55 a finales de mayo de 2023.
Su equipo de confianza y seguridad de 4.062 personas se redujo a 2.849, mientras que su equipo de moderación de contenidos a tiempo completo se redujo a la mitad, de 107 a 51, aunque la mayoría de los moderadores de X son contratistas. La empresa tenía 2.613 moderadores contratados en octubre de 2022, cifra que se redujo a 2.305 en mayo de 2023.
Los recortes tuvieron un impacto, según eSafety, que dijo que los usuarios informaron que los tiempos de respuesta a los tweets de odio se ralentizaron en un 20% desde la adquisición de Musk. Los intentos de la empresa de hacer frente a los mensajes directos de odio se ralentizaron en un 70%, según la agencia gubernamental.
X dijo al comisario que, tras disolver su Consejo de Confianza y Seguridad, que asesoraba externamente a la empresa, no trató de establecer un órgano de sustitución. X también confirmó a la agencia que no contaba con personal a tiempo completo dedicado exclusivamente a cuestiones de conducta de odio a nivel mundial, ni antes ni después de que Musk se hiciera cargo de la empresa.
La comisionada de eSafety, Julie Inman Grant, que trabajó en confianza y seguridad para Twitter entre 2014 y 2016, dijo a Forbes que su departamento decidió investigar a X debido a un aumento en los informes de odio online de X en su rama de investigaciones después de la llegada de Musk. También se mostró desconcertada al ver que se permitía el regreso de cuentas que anteriormente habían sido marcadas por infracciones relacionadas con conductas violentas y de odio.
"Se crea la tormenta perfecta al introducir de nuevo en las carreteras a decenas de miles de conductores peligrosos sin ningún tipo de escrutinio, restricción o supervisión", añadió.
Forbes informó anteriormente de que el equipo de confianza y seguridad de Twitter se redujo drásticamente tras la adquisición de Musk, y que la red social seguía sufriendo problemas de explotación infantil a pesar de las promesas anteriores del propietario de librar al sitio de los contenidos ilegales. Pero es la primera vez que los datos muestran el alcance de los recortes.
Por otra parte, en diciembre, eSafety anunció que iba a emprender acciones civiles contra X por no facilitar información en respuesta a un requerimiento de detalles sobre la forma en que la empresa abordaba los abusos sexuales a menores online. X se negó anteriormente a pagar una multa de 610.500 dólares australianos (409.000 dólares estadounidenses) por no revelar la información. Si el tribunal falla a favor del gobierno, podría imponer a X una multa mucho mayor, señaló Grant.
Dijo que el tribunal podría imponer una multa máxima de 782.000 dólares australianos (524.456 dólares estadounidenses) por día desde el momento en que X incumplió la normativa hasta marzo de 2023, lo que podría elevar la multa a cientos de millones de dólares.
