Muchas personas acuden a terapia con el deseo de controlar su tendencia a pensar demasiado. Pueden decir cosas como:
- "No puedo dejar de preocuparme por la reunión de mañana. Ojalá pudiera relajarme".
- "Soy tan malo tomando decisiones. ¿Y si tomo la decisión equivocada?"
- "Siempre que pasa algo, bueno o malo, lo analizo hasta la muerte. Ojalá estuviera tranquilo en mi cabeza por una vez".
Como muchos de nosotros sabemos de primera mano, es mentalmente agotador analizar demasiado las cosas constantemente. Las investigaciones indican que los individuos tienden a evitar la reflexión en solitario, potencialmente para esquivar el pensamiento excesivo, optando por distracciones como Internet para bloquear lo que sea que les preocupe. Al fin y al cabo, la distracción es una técnica de afrontamiento.
Dada la propensión humana a fijarse en la información negativa, nuestros pensamientos ociosos suelen gravitar hacia aquello que nos estresa. Es la forma que tiene el cerebro de protegernos del estrés futuro, pero, contraproducentemente, suele generar más ansiedad, estrés y exceso de pensamientos.
La buena noticia es que la mente humana es una herramienta poderosa y, con práctica e intención, podemos tener más control sobre nuestros pensamientos del que jamás hubiéramos imaginado. Y ahí es donde entra en juego soñar despierto.
Soñar despierto puede ayudar a no pensar demasiado, pero hay una advertencia
Normalmente, soñar despierto se considera una distracción o un medio de evasión. Sin embargo, dado que pasamos casi la mitad de nuestras horas de vigilia soñando despiertos, es probable que la capacidad de divagar en una fantasía desempeñe un papel importante en nuestro bienestar general. Sin embargo, lo que sueñes despierto marcará la diferencia a la hora de dominar tus pensamientos excesivos.
La ensoñación intencionada, que es el intento deliberado de tener pensamientos agradables mientras se desconecta del mundo exterior, es un posible antídoto contra el hábito malsano de analizar en exceso todos los aspectos de la vida.
Un estudio de 2021 sobre la ensoñación intencionada descubrió que, para que el pensamiento sea placentero, las personas deben centrarse en temas significativos y positivos, algo que todos podemos hacer si somos más conscientes de los pensamientos que dan forma a nuestras ensoñaciones.
Utilizar la capacidad de soñar despierto con intención para curar el exceso de pensamiento implica crear y mantener la atención en un escenario imaginado positivo. Un estudio de 2017 demostró que pensar deliberadamente en pensamientos placenteros resultaba mucho más fácil cuando los participantes enumeraban temas en los que disfrutarían pensando y luego se les daba una sencilla "ayuda para pensar" basada en estos temas.
Por lo tanto, tener la intención de soñar despierto y crear temas previamente planificados entre los que elegir puede hacer que el proceso sea mucho más agradable. De hecho, hay pruebas que demuestran que pensar por placer (cuando se hace correctamente) puede ser tan agradable como jugar a un videojuego.
¿Cómo podemos soñar despiertos de la forma correcta?
Según la psicóloga e investigadora de la ensoñación Erin Westgate, la clave está en encontrar temas intrínsecamente gratificantes para soñar despierto. Estos temas pueden ser:
- Un recuerdo agradable
- Un futuro logro
- Un acontecimiento futuro emocionante, como unas vacaciones
Westgate también subraya la importancia de elegir el momento adecuado para soñar despierto, evitando hacerlo mientras se realizan tareas importantes como conducir o cuando se está distraído o cansado. Es mejor soñar despierto intencionadamente cuando se dispone de los recursos cognitivos necesarios, por ejemplo, cuando se está haciendo algo que no exige mucha atención mental, como esperar el autobús, trabajar en el jardín, limpiar, ducharse, dar un paseo o incluso cepillarse los dientes.
Por supuesto, soñar despierto intencionadamente es sólo una de las formas de desviar la atención de patrones de pensamiento poco útiles. También es importante reconocer nuestras emociones negativas, desaprender los ciclos de pensamiento negativo o utilizar estrategias como el cuestionamiento del pensamiento y escribir un diario para exteriorizar y replantear nuestros pensamientos.
Podemos aprender a procesar nuestras emociones, especialmente con la ayuda de un profesional experimentado, sin dejar que nuestras preocupaciones nos consuman.
Aquí es donde entran en juego herramientas como la ensoñación intencionada para cambiar nuestro enfoque cuando sea necesario y crear experiencias más positivas en nuestro día a día. También podemos utilizar este repertorio de pensamientos agradables en momentos de estrés para "ir a nuestro lugar feliz", lo que, en última instancia, puede hacer de nuestra mente un lugar más relajante, productivo y saludable.
Conclusión
En un mundo en el que las ensoñaciones se consideran a menudo distracciones o una herramienta de evasión, la investigación desveló su potencial como herramienta activa para la superación personal y la alegría. Al cultivar la habilidad de soñar despiertos intencionadamente, descubrimos un medio para elevar nuestro paisaje mental, desviar nuestra atención de las cavilaciones negativas, cultivar la positividad y abrazar la belleza de nuestros mundos interiores.
*Con información de Forbes US