Forbes Argentina
Fotos de stock gratuitas de acondicionamiento, activo, atleta
Innovacion

Un biólogo explica los hábitos "extraños" de las personas que viven más de 100 años

Scott Travers

Share

Qué comportamientos son una constante entre quienes desafiaron las expectativas médicas para alcanzar vidas extraordinariamente largas.

28 Diciembre de 2024 16.00

El reino animal tiene mucho que enseñarnos sobre cómo vivir más tiempo de lo que podríamos imaginar. Mirá, por ejemplo, la historia de la araña trampa más longeva del mundo, que vivió en el desierto australiano hasta los 43 años. ¿Su secreto? Se quedó en la misma madriguera toda su vida y subsistió con una dieta austera de pequeños insectos que emboscaba en una de sus entradas trampa.

O considerá al tiburón de Groenlandia, el vertebrado más longevo conocido por la ciencia, capaz de vivir hasta 500 años. Este animal nada en las profundidades del Atlántico Norte y los océanos Árticos, prefiriendo aguas cercanas a la congelación para mantener su metabolismo lento. Su dieta incluye peces de agua fría como bacalao, arenque, salmón y halibut. También se lo conoce por alimentarse de cadáveres de mamíferos marinos, como focas y ballenas. Es importante destacar que prefiere un estilo de caza lento y deliberado, confiando principalmente en su agudo sentido del olfato, hecho que le permite conservar energía.

Otro ejemplo de esto es la famosa investigación sobre las "zonas azules", llevada a cabo por Dan Buettner y Sam Skemp, que estudió regiones con la mayor concentración de personas que viven hasta los 100 años en adelante, en donde encontraron que el estilo de vida juega un papel crucial en la longevidad y la salud general.

Adulto mayor
El reino animal tiene mucho que enseñarnos sobre cómo vivir más tiempo de lo que podríamos imaginar.

Estas áreas comparten hábitos comunes que contribuyen a una vida más larga y saludable, incluyendo:

  • Dieta: las personas en las zonas azules comen predominantemente alimentos de origen vegetal, con un énfasis en verduras, legumbres, granos integrales y frutos secos. La carne se consume con moderación, a menudo en pequeñas porciones durante las comidas. Los alimentos son mínimamente procesados y suelen ser de origen local.
  • Actividad física regular: el movimiento diario y natural es importante, como caminar, hacer jardinería u otras tareas no sedentarias. El ejercicio no suele ser formal, sino que está integrado en las rutinas diarias.
  • Conexiones sociales fuertes: los lazos familiares y comunitarios son una prioridad, y las personas participan activamente en redes sociales que se apoyan emocional y prácticamente.
  • Sentido de propósito: conocido como ikigai en Japón y plan de vida en Costa Rica, tener un motivo para levantarse cada día contribuye a la salud mental y emocional.
  • Reducción del estrés: las personas en las zonas azules incorporan rituales diarios para reducir el estrés, como la oración, siestas o pasar tiempo con seres queridos.
  • Prácticas espirituales o de fe: muchos centenarios forman parte de comunidades religiosas, lo que les proporciona un sentido de pertenencia y prácticas regulares que reducen el estrés.
  • Entorno: los entornos en estas áreas fomentan el movimiento y la interacción social. El acceso a la naturaleza y la exposición limitada a influencias dañinas, como la contaminación o el crimen, contribuyen al bienestar.

Si bien la investigación de la zona azul puede ofrecer la estrategia más conocida para la longevidad, otros centenarios encontraron su propia manera de llegar a los 100 años. Acá hay algunas historias que demuestran que existe más de un estilo de vida que puede hacer que una persona llegue a esa edad.

Jeanne Calment: la persona más longeva del mundo

La rutina diaria de la francesa Jeanne Calment, la persona más longeva del mundo con 122 años, era así: pedía que el personal del hogar de ancianos la despierte todos los días a las 6:45 de la mañana para comenzar sus mañanas con una oración. Sentada en su sillón, hacía ejercicios ligeros usando unos auriculares. Además, su rutina incluía estiramientos y flexiones de manos y piernas. Para el desayuno, generalmente tomaba café con leche y tostadas secas.

Adultos mayores haciendo ejercicio
El estilo de vida juega un papel crucial en la longevidad y la salud general.

Se lavaba sola con un paño de franela en lugar de ducharse. Después del desayuno, lavaba sus platos antes de almorzar. Prefería la carne estofada y los alimentos fritos o picante en lugar de las opciones simples como el pescado hervido. Después de cada comida, disfrutaba siempre del postre. Solía preparar sus propias ensaladas de frutas a diario, generalmente con bananas y naranjas, y tenía una particular devoción por el chocolate, llegando a consumir hasta alrededor de dos kilos por semana. Después de comer, tomaba una pequeña copa de vino de Oporto y fumaba un cigarrillo.

Por las tardes, dormía una siesta de dos horas en su sillón antes de visitar a los vecinos en el hogar para compartir las últimas noticias que escuchaba en la radio. Por las noches, comía una cena ligera, regresaba a su habitación y escuchaba música, ya que su vista le dificultaba leer un libro. Calment terminaba sus días con un último cigarrillo antes de dormir a las 10 de la noche. 

Violet Brown: vivió hasta los 117 años

Violet Brown, quien llegó a los 117 años, fue la primera centenaria conocida de Jamaica. Tuvo seis hijos, cuatro de los cuales estaban vivos al momento de su muerte (Jeanne Calment solo tuvo un hijo). Su dieta era variada, pero evitaba el pollo, el cerdo y el ron, comentando en una entrevista con el Jamaican Gleaner: "No como esas cosas".

También atribuía su longevidad a su hábito de comer tres huevos al día, de los cuales dos eran crudos.

George Johnson: un hombre americano que vivió hasta los 112 años

Dejá que un estadounidense te sorprenda al llegar a los 112 años con una dieta que haría temblar a la mayoría de los nutricionistas. El supercentenario George Johnson, de Richmond, California, en un momento la persona más anciana viva del estado, comía salchichas y waffles todos los días para el desayuno y, a veces, también para el almuerzo o la cena. De alguna manera, todo ese colesterol nunca lo afectó. Falleció por neumonía en 2006.

*Con información de Forbes US.

10