Tres formas en las que la respiración puede mejorar tu vida, según un psicólogo
Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
"Respiración" es un término genérico que engloba una serie de ejercicios respiratorios intencionados diseñados para promover la relajación, reducir el estrés y mejorar la salud mental y física en general. Sin embargo, con frecuencia se pasa por alto el profundo poder que esconde el simple acto de respirar.
De hecho, un estudio publicado en la revista Applied Psychophysiology and Biofeedback propone que, en lugar de tratar los neurotransmisores con medicación, revertir los desequilibrios homeostáticos mediante la meditación y la respiración puede ser un enfoque más eficaz para abordar los cambios fisiológicos que se producen en el estrés, la ansiedad y la depresión. También sugiere que estas técnicas de respiración podrían servir como tratamientos primarios y complementarios para estas afecciones.
Acá tenés tres cosas que debés saber sobre el trabajo de respiración y sus beneficios terapéuticos.
Es fácil confundir el trabajo respiratorio con otras prácticas bien conocidas, como la atención plena y la meditación, ya que todas implican trabajar con la respiración. Sin embargo, existen claras diferencias entre ellas.
Para entender la meditación y la atención plena, pensá en tu mente como en una televisión con muchos canales. Cuando meditás o practicás la atención plena, actuas como un espectador tranquilo.
Observás los pensamientos y los sentimientos sin implicarte demasiado. Los pensamientos alegres son como programas divertidos; Sonreís pero mantenés la calma. Los pensamientos tristes son como escenas tristes; Te das cuenta de ellos y los dejás ir. Es como ser un espectador de televisión imparcial, no controlado por tus emociones.
Ahora, imaginá un control remoto para tu respiración en el trabajo respiratorio. Utilizás este control remoto para modificar cómo te sentis. Para relajarte, ralentiza la respiración, como si inflaras suavemente un globo. Para tener más energía, respirá más deprisa y más profundamente, como si inflaras un globo grande. Es como tener un control remoto especializado para afinar tus emociones ajustando tu respiración.
En resumen, la meditación ofrece una gran variedad de herramientas, algunas de ellas relacionadas con la respiración. La respiración, por otro lado, es un enfoque súper centrado en tu respiración, utilizando técnicas específicas o patrones de respiración para objetivos específicos.
Los psicólogos llevan mucho tiempo reconociendo la conexión entre nuestros estados mentales y físicos. El trabajo respiratorio aprovecha esta conexión utilizando la respiración consciente como puente. Cuando alteramos intencionadamente nuestros patrones respiratorios, influimos activamente en nuestras emociones y cogniciones.
Pensemos en una situación estresante, como una gran presentación o un examen importante. Nuestro cuerpo responde de forma natural con la reacción de "lucha o huida": el corazón se acelera, los músculos se tensan y el cortisol aumenta. Es una reacción natural diseñada para prepararnos para la acción inmediata.
Acá, al elegir conscientemente respirar profunda y lentamente en tales situaciones, iniciamos una poderosa respuesta contraria en nuestro cuerpo. Este patrón respiratorio específico activa el sistema nervioso parasimpático, con frecuencia denominado sistema de "descanso y digestión". Cuando se activa, envía señales a nuestro cuerpo de que es seguro relajarse, reduciendo los niveles de hormonas del estrés como el cortisol.
Esto está respaldado por investigaciones que afirman que el trabajo de respiración actúa como un interruptor en la conexión mente-cuerpo. Nos permite pasar de un estado de estrés y tensión elevados a otro de relajación y calma. Esto no sólo alivia nuestra angustia emocional inmediata, sino que también tiene un impacto duradero en nuestro bienestar mental y físico general.
Las investigaciones revelan que la respiración no sólo reduce los niveles de estrés percibido y las dolencias psicosomáticas, sino que también aumenta la confianza en la regulación de las emociones, incluida la conciencia emocional, el acceso a estrategias de regulación y la claridad emocional.
La regulación emocional es vital para gestionar situaciones desafiantes o cargadas emocionalmente, en las que las emociones tienden a dispararse, lo que puede llevar al agobio. Mediante la práctica de la "conciencia de la respiración", podemos aprender a prestar atención a nuestra respiración, una técnica sencilla pero eficaz que ayuda a regular las emociones. Acá se explica cómo funciona:
Cuando nos centramos conscientemente en nuestra respiración, hacemos una pausa para distanciarnos de la intensidad emocional inmediata de la situación. La respiración controlada, como las respiraciones lentas y profundas, calma el sistema nervioso y ayuda a reducir los sentimientos de ira o ansiedad.
Esta práctica nos ayuda a recuperar la compostura, pensar con claridad y controlar las emociones, equipándonos para responder racionalmente a los desafíos. De este modo, la respiración sirve de amortiguador, facilitando la navegación elegante a través de momentos emocionales, mejorando en última instancia el bienestar general y la resistencia frente a las pruebas de la vida.
La respiración y los ejercicios respiratorios pueden ser transformadores. Tanto si buscas relajación, equilibrio emocional o mejorar tu rendimiento, la respiración es una valiosa herramienta para mejorar tu bienestar. Así que respira hondo y explora el mundo de la respiración consciente: puede cambiar tu vida para mejor. La respiración, por otro lado, es un enfoque súper centrado en tu respiración, utilizando técnicas específicas o patrones de respiración para objetivos específicos.
*Con información de Forbes US