Tras brillar en el básquet, Fabricio Oberto muestra su lado empresarial con los esports
El exdeportista argentina se enfoca en su empresa de esports para desarrollar su pasión por la educación, la tecnología y la comunicación.

El consagrado exbasquetbolista Fabricio Oberto sigue logrando triunfos, ahora en otras canchas, pero igual (o más) masivas. Es que desde su rol como CEO del equipo New Indias busca “crear una comunidad sana, con educación y wellness digital: fomentar las buenas prácticas entre jugadores que no son profesionales de los e-Sports”. No es su único proyecto, ya que anticipa que también podría incursionar en el lanzamiento de bebidas orgánicas energizantes “que no hagan mal” y trabajar en “sport science, hacer bio hacking, metaverso, NFT…”.

Después de tu retiro del básquet, en tu búsqueda en diferentes espacios, ¿en qué momento aparece el gaming? ¿O ya venía de antes y pudiste expandirlo?

Siempre he sido un gamer, desde muy chico, comencé con los arcade y desde ahí siempre tuve alguna consola. Me acuerdo de que en un momento estaba jugando en Europa y fui beta tester de la primera PlayStation. Me gustan mucho los gadgets y la tecnología, es algo clave que uno tiene que entender. En redes sociales también comencé probando, en 2009 hacía un stream solo de audio, pasaba música, conectaba con un montón de gente. Hoy hago Twitch y tengo la suerte de formar parte de una comunidad que siempre está esperando algo nuevo, un debate, una comunicación.

De ahí viene todo esto: subir a una montaña, tener bodega, hacer viajes extremos, lo que me lleva a esa definición de ser un life baller, de siempre estar jugando y ver qué me lleva a aprender de nuevo. Yo siempre estoy con el tema del networking y conectar ideas, salió la posibilidad de un equipo de e-Sports y fue increíble. Es una experiencia para ir curando y dejando espacios mucho más sanos.

En 2019 fuiste uno de los fundadores de New Indians. ¿Qué le encontrás al gaming de parecido y qué tienen los e-Sports que no tienen los deportes tradicionales?

Cada jugador de League of Legends (LoL) o Valorant tienen su forma de expresarse y de comunicar. LoL es el juego de los más duros porque tenés que estar toda la semana e ir aprendiendo la posición de todos los personajes, son 5 jugadores que tienen que coordinarse. Todo esto lo probé, estuve 7 u 8 horas haciendo streams. Nunca tuve problemas con el hombro, pero a los pocos meses empecé a tenerlos.

Yo no era un e-Athlete que tiene que entrenar, que tiene que hacer trabajo de core, que tiene que hacer ejercicios de reflejo de la vista-mano, ver lo que comen, ver cómo no perdés el pico. Todo esto cuando comenzás es un montón de información y la mayoría de los chicos no lo saben. Esa es un poco la cultura que tenemos, comenzando con que jugadores profesionales tenían que mantener su contabilidad al día y comenzar desde esa base, con coaches. El jugador tiene que entrenar y el nivel de estrés es increíble.

¿Cómo es el entrenamiento en la semana? Es muy parecido a entrenar cualquier tipo de deporte, ¿no?

Sí. Me parece que todavía es tanto lo que falta caminar… Teníamos un plan, desde cómo grabás un video; muchos chicos están atrás de una pantalla y no prenden su cámara. También está esa parte de comunicación, de tener una oratoria. Y nos agarró justo en la época de pandemia, entonces tenían que conectarse con el entrenador a hacer ejercicio. O las buenas prácticas, como que cada 2 horas tenés que pararte, estar 10 o 15 minutos haciendo otra cosa y después volver a entrenar.

Todo eso se trabaja, también la forma en la que te sentás, los elementos que tenés. Muchos padres preguntan por qué el chico pasa 16 o 17 horas jugando. Y ahí entramos al parenting, tratar de ver lo que pasa en el nuevo mundo digital, cómo se comunican, cómo entran y quiénes. Es una comunidad. De todo ese entrenamiento fuimos sacando un montón de data y tratamos de llevarla a la gente que no es profesional del deporte: Sportlarity hace educación y wellness digital.

¿Qué tan importante es que desde el Estado se dé un apoyo a esta industria?

Me parece muy bueno. En algunos casos nos puede unir un backgroun; en otros casos, como es algo tan nuevo, hay muchos personajes que lo único que están viendo es cómo sacar algo de esto. Con la Agencia Córdoba Deportes nos juntamos, charlamos, y ellos querían curar la escena, que no sea algo pasajero. Con lo que viene de las buenas prácticas, con los miles de clubes que desde ahí irán creciendo, vamos a tener un e-Sport hub que tiene unos próximos pasos incluso desde el emprendedurismo.

Los equipos están encontrando formas de monetizar, expandirse. ¿Qué tan difícil es hacerlo en Argentina? ¿Cómo ves el trabajo que se está generando con marcas y empresas?

Bien. Me parece que todavía hay que seguir construyendo el ida y vuelta y la competencia está buenísima, pero hay que hacer las cosas cuidándonos todos. Mucho en los primeros tres años fue inversión propia. Con Intel fuimos el primer equipo en el mundo al que nos dejaron poner Intel New Indians, pero hablábamos de educación, de un proyecto de comunicación, y estábamos conectados con todo el equipo. Al final del día también comenzás a conocer más del mercado, los distribuidores, pero siempre tenemos la mejor relación con estas marcas, porque no queremos el cheque, queremos crear algo juntos, mejorar algo juntos.

talk gaming 2022 - fabricio oberto - new indians copia

Con Córdoba lo hacemos, con Intel lo hicimos, con Sabor (que es una marca de Córdoba supertransgresora) tenemos la oportunidad de crear un producto. Hay una línea delgada entre hacer contenido y ser una empresa de publicidad, y ser un equipo de e-Sports y cuidar a tus atletas. Somos muy precavidos, porque nos interesa que el paso te deje algo. Si fuiste un jugador de New Indians, sos mejor para otro, y tenemos suerte de que todos nuestros jugadores tuvieron altos rendimientos.

¿Cómo lo manejan ustedes cuando de repente llega una oportunidad del exterior para alguno de sus jugadores?

Nadie puede estar en un lugar donde no quiere estar, si vos tenés un convenio se busca la salida. Me parece que es clave la formación, la performance y tener una calidad de interacción óptima. El ida y vuelta tiene que ser justo, no perdiendo las responsabilidades. Si sos un jugador y tenés que estar a cierta hora, esas reglas de oro las valoramos y las tenemos. Creemos mucho en el trabajo en equipo, y para ese trabajo el individuo tiene que tener las vitaminas para que después sume. Después, cuando competís con una liga china, coreana, europea o estadounidense, son franquicias ya muy grosas con otro nivel, son empresas de contenidos con equipos de e-Sports, hay una estructura, los jugadores entrenan, se manejan como cualquier equipo profesional de cualquier deporte.

Cuando el equipo o vos están jugando, ¿sentís las mismas sensaciones que cuando jugabas al básquet?

Cuando estábamos en LVP estábamos jugando play off y es casi el mismo nerviosismo porque vos querés que a tu equipo le vaya bien, el chip de competencia siempre lo tenemos muy arriba. Nos gusta ganar y hacer las cosas bien, creemos en la entrega. Nos sirvió como un aprendizaje tremendo, me ponía muy nervioso y muchas veces teníamos charlas después de los partidos con el equipo, lo veíamos todos juntos con el Discord, y a veces era para salir y desconectarte. Son las cosas que pasan cuando estás en una organización, y disfruto mucho esa parte.

¿Cómo ves a la industria en los próximos años? ¿Cuáles son tus planes?

Sportlarity comenzó con esto de seguir teniendo el impacto, la performance y siempre mejorar la alta calidad de todo lo que vamos desarrollando. Hemos tenido emprendedores, hemos tenido proyectos de bebidas orgánicas (como bebidas energizantes que no te hagan mal a la salud), hemos tenido proyectos de ADN, me gusta mucho la parte del sport science, de cómo hacer el bio-hacking. Entre todo eso entra el metaverso, los NFT. Todos los días estamos tratando de generar, y Sportlarity dentro de muy poco va a estar en línea, vamos a tener todas esas herramientas para dártelas y que puedas estar en contacto y ser parte de una comunidad supercurada.