Texas se convierte en el nuevo Silicon Valley: cuáles son las oportunidades para las empresas argentinas
Austin se transformó en “Silicon Hills”, el centro de actividad con mayor crecimiento de unicornios y gigantes de la tecnología en Estados Unidos, el cual también incluye una gran cantidad de startups, firmas de capital de riesgo e incubadoras de tech.

Los días 10 y 11 de noviembre, el Campo Argentino de Polo fue la sede de la segunda edición de Argentina - Texas Summit, un evento en el que participaron los líderes del mundo de la tecnología e innovación con el objetivo de profundizar acerca de cómo la Argentina puede convertirse en el Silicon Hills de Latinoamérica y las oportunidades que esto representa. En dicho acontecimiento, Forbes habló con dos representantes de la Cámara Argentina-Texas, quienes dieron su impresión sobre los beneficios y ventajas que tienen los emprendimientos y empresas argentinas que busquen iniciar operaciones allí o exportar servicios sin emigrar.

La Argentina es el segundo país de la región en cantidad de unicornios. El ecosistema IT nacional supera hoy los US$125.000 millones y genera más de 400.000 empleos directos e indirectos. Su desarrollo es tal que tiene altas chances de convertirse en el principal exportador de tecnología e innovación a una de las nuevas mecas de EEUU, la ciudad de Austin, en el estado de Texas. Ocurre que esta pujante metrópolis supo replicar el éxito de Silicon Valley al transformarse en “Silicon Hills”, el centro de actividad con mayor crecimiento de unicornios y gigantes de la tecnología en Estados Unidos, el cual también incluye una gran cantidad de startups, firmas de capital de riesgo e incubadoras de tech.

 

Esto fue posible gracias a una buena política que, en los últimos años, mejoró el costo de la calidad de vida, redujo impuestos y minimizó las restricciones para generar empresas o negocios, lo que da la posibilidad de constituir una firma en un día y de manera online. No es casual que hoy sea la novena economía del mundo

Otro dato de color es que su PBI es de 6 o 7 veces mayor que el de Argentina. Además, en Austin se encuentra la Universidad de Texas, una institución pública reconocida por la calidad de su producción investigadora que cuenta con 50.000 estudiantes, por lo que la tasa de gente educada en esta capital supera ampliamente la media de EEUU. El clima de prosperidad es tal que ya se han arraigado innumerables compañías vinculadas al área tecnológica y se multiplican las aceleradoras e incubadoras. Esto es apenas un resumen de por qué hoy Austin es el nuevo Silicon Valley del país del norte”, revela Ariel Bosio, vicepresidente de la Cámara Argentina-Texas, organizadora del evento.

 

Y dado que esta ciudad es amigable con las empresas extranjeras que se quieran desarrollar ahí, y nuestra nación tiene grandes jugadores en el sector, las posibilidades de entablar sinergias son muy altas. “Las que tienen mayor oportunidad son las empresas tecnológicas vinculadas al sector de la energía, una actividad cuyo porcentaje de componentes tecno es altísimo. Y se sabe que ahora las empresas energéticas más exitosas son aquellas más modernas a su operatoria. Y Argentina tiene un enorme expertise en materia de tecnología y energías renovables y de oil&gas, por lo que su aporte es muy vendible en el estado de Texas”, explica Pablo Rueda, presidente de la Cámara Argentina-Texas.

Por su parte, Bosio agrega: “Nosotros tenemos el auge de Vaca Muerta, y todas esos emprendimientos que están generando innovación pueden trasladar eso a Austin a un costo súper competitivo porque es la capital de la energía mundial, o sea, es el lugar que mayor empresas petroleras del mundo congrega. La diferencia de costos radica en que un programador en Argentina cuesta un tercio de lo que vale un programador en Norteamérica. Eso, sumado a su talento, tiene una ventaja competitiva para las nuestras empresas. Otras industrias donde los argentinos tienen oportunidades de desarrollo son la salud (allí se encuentra el centro de salud número uno en tratamientos contra el cáncer), el sector aeroportuario (la NASA está radicada allí, por lo que hay todo un ecosistema de empresas asociadas al sector aeroespacial) y todo lo vinculado a la agricultura”.

 

Ahora bien, ¿cómo hace una empresa para generar negocios con Texas? “Lo primero que debe hacer es acercarse a nuestra Cámara, que es un puente para individuos y empresas que quieran desarrollar sus actividades en Texas. Nosotros los vinculamos con instituciones, personas, comunidades y Gobierno al tiempo que les ofrecemos cursos de internacionalización e impartimos enseñanzas y herramientas para que conozcan la cultura del lugar y sepan hacer negocios en la región. Además, los ayudamos a darse a conocer”, detalla Rueda.

“En los últimos 6 años hemos ayudado a más de 5000 empresas en este camino, dando capacitaciones, generando ronda de negocios o promoviendo misiones comerciales. Texas es un HUB generoso a nivel internacional, o sea que cuando te desempeñás allá no sólo vas a hacer negocios a nivel local, sino a nivel global. En esa ciudad, que es una de las más diversas del país, nosotros hacemos la conexión con todo el resto de las comunidades o países. Una de las empresas argentinas que ya están haciendo negocios en Texas y que integran la Cámara son Globant, entre otros unicornios”, apunta Bosio.

En cuanto a los pasos que hay que seguir para aventurarse en Texas son: “Tener en claro para qué quieren venir acá. A partir de ahí se debe elaborar un plan de acción, el cual tiene costos asociados, y saber que este proceso conlleva un mínimo de dos años. Luego, generar un networking en el lugar porque sin esto es como ir a ciegas con la estrategia.

 

Vale aclarar que existen distintos modelos. Algunos no necesariamente tienen que trasladar todas sus operaciones. Tal el caso de un programador que puede vender sus servicios desde Argentina a través de una página web. Otros negocios sí requieren de la presencia comercial en el lugar. Dependiendo del servicio que se vaya a dar, es fundamental tener un sistema de atención al cliente acorde en Austin. Todos los casos exitosos son aquellos en que los empresarios argentinos han tenido que viajar mucho para construir relaciones”, informa Bosio.

El directivo ofrece ejemplos. “En Texas las empresas de ingeniería sí o sí deben tener una oficina comercial y técnica que pueda dar soporte inmediato a los clientes locales, ya que ellos quieren tener una cara visible a fin de evitar las diferencias de horarios a la hora de hacer una llamada telefónica y resolver su problema. Además, necesitan estar en contacto con personas que manejen muy bien el idioma inglés. Obviamente hay excepciones, pero en general es lo que pasa. El americano está dispuesto a comprar en el exterior siempre y cuando esté cómodo con la relación que tiene con el proveedor: eso significa, hablar el mismo idioma, estar en el mismo lugar, etc., por lo que las empresas argentinas deben entender esto y dar una propuesta de valor completa”, concluye Bosio.