Cuando los pagos por internet comenzaron a hacerse habituales, muchas personas sintieron temor ante lo desconocido. De repente, ingresar los datos de la tarjeta de crédito en una página web generaba incertidumbre. Si analizamos la evolución de la tecnología en las últimas décadas, vemos que todas las innovaciones digitales han expuesto cada vez más los datos personales.
Puede que muchos argentinos, inicialmente reacios a las compras online, ya se hayan adaptado a esta nueva era. Sin embargo, para otros, sigue siendo una preocupación creciente. Según un estudio de Sherlock Communications, el 75% de los argentinos consultados sospechan que son espiados a través de sus dispositivos electrónicos. Además, están hartos de recibir llamadas de spam y mensajes que podrían derivar en fraudes.
La preocupación principal de los argentinos se centra en la protección de sus datos personales: 7 de cada 10 temen que las empresas vendan su información privada sin consentimiento. De hecho, ante la consulta sobre sus mayores miedos, los argentinos identificaron tres aspectos claves: el uso indebido de los datos de sus tarjetas de crédito (52%), la disponibilidad de su número de DNI en internet (49%) y el seguimiento de sus movimientos mediante la ubicación de sus dispositivos (44%).
Además, un 34% expresó inquietud por el uso no autorizado de fotos familiares, y un 19% mencionó la utilización de algoritmos para polarizar la sociedad y propagar mensajes de odio en redes sociales.
El informe, que se basa en una encuesta realizada a casi 3.500 personas en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, revela que la privacidad de los datos es un tema de gran relevancia en la región. Más de la mitad de los consultados a nivel latinoamericano (55%) indicó que dejaría de usar los servicios de una empresa si esta filtrara su información personal y recomendaría a otros hacer lo mismo. En Argentina, este porcentaje se eleva al 66%.
André Duffles Teixeira Aranega, Consultor de Seguridad Digital de Sherlock Communications, considera que cuando se habla de privacidad y seguridad en América Latina, la desconfianza en los datos domina el panorama. "A pesar de muchos desarrollos recientes, los latinoamericanos siguen siendo escépticos en cuanto a que las empresas y sus gobiernos hagan un buen trabajo para protegerlos, asegura.
La tendencia es clara en todos los países estudiados: solo el 4% de los encuestados cree que las leyes locales de protección de datos son realmente eficaces. En México, los niveles de satisfacción con estas leyes fueron los más altos, alcanzando un 39%. En contraste, en Argentina, solo el 31% de los encuestados se mostró conforme con la protección de datos proporcionada por la legislación actual.
Llamadas spam y cambios de hábitos
Promociones de empresas, ofertas forzadas de servicios, cambios de planes e interminables discos automáticos que interrumpen al atender el teléfono. Esta práctica, común tanto en compañías privadas como en organismos públicos, impactó directamente en los hábitos diarios. De hecho, el 52% de los argentinos encuestados afirmó que ya no atiende llamadas de números desconocidos debido a la gran cantidad de llamadas molestas que recibe.
El 21% de los encuestados aseguró que perdió llamadas importantes debido a que prácticamente ya no atiende el teléfono. Solo un 1% afirmó que le gusta recibir llamadas de telemarketing. A raíz de esta situación, el 12% de los encuestados en la región (8% en Argentina) tuvo discusiones con amigos y familiares por llamadas ignoradas.
El contacto abusivo también está vinculado con el riesgo a estafas y ciberdelitos. Un 28% de los argentinos consultados afirma haber recibido mensajes de texto sospechosos en los que se le pide que haga clic en un enlace y uno de cada cinco (21%) fue contactado por estafadores que se hacían pasar por su banco.
La preocupación por la seguridad y la privacidad se extiende a toda la región. Dos tercios (66%) de los encuestados afirman utilizar una dirección de correo electrónico secundaria específicamente para las compras en línea, mientras que el 41% limita la cantidad de datos personales que comparte en línea. Además, la gran mayoría (82%) asegura que utiliza contraseñas seguras y el 72% dice haber adoptado la autenticación de dos pasos.
IA: entre la curiosidad y el miedo a perder el trabajo
Ante la pregunta sobre el desarrollo futuro de la IA, el 67% de los encuestados latinoamericanos está de acuerdo en que mejorará la eficiencia general, aunque el 63% considera que la IA aumentará los riesgos de fraude de datos. En este aspecto, el 85% de los argentinos consultados cree que se necesita más educación sobre inteligencia artificial para aprovecharla y evitar usos indebidos.
Al ser consultados sobre en qué situaciones ya han utilizado herramientas con inteligencia artificial las dos respuestas que más adhesión tuvieron fueron el uso de ChatGPT para tareas laborales (24%) y la asistencia para armar un currículum más atractivo (14%). En tanto, 4 de cada 10 argentinos dijeron que les gustaría saber más sobre el uso de IA mientras que un 13% no sabe mucho del tema pero le da miedo.
El dato alarmante a futuro es el temor que aparece por la posibilidad de perder el trabajo a causa de esta nueva tecnología. Seis de cada 10 argentinos consultados observa ventajas en el uso de inteligencia artificial pero le preocupa que un robot le quite el trabajo.
Además, la mitad de los consultados (51%) está de acuerdo en que la IA aumenta los riesgos de delincuencia y terrorismo mientras que el 59% cree que habrá mayor riesgo de fraude a medida que la IA avance sobre el tratamiento de datos.
En términos sociales, al 67% de los latinoamericanos encuestados le preocupa que la inteligencia artificial se utilice para crear noticias falsas y el 66% teme sobre el impacto que pueda tener sobre la democracia. Esta cifra es considerablemente menor en Argentina, donde sólo el 57% cree que las fakes news en campañas electorales ponen en peligro la democracia, frente al 74% en Perú y el 70% en Colombia.
Estamos viviendo una revolución tecnológica. Esta era promete un potencial monumental para la innovación y el liderazgo en la configuración del futuro. También plantea serios desafíos que exigen intervenciones y soluciones, tanto por parte de los gobiernos como de las empresas, explica Aranega.