El mes pasado, cuando la popular empresa de videoconferencias Zoom anunció que firmaría un nuevo contrato de computación en nube, no mencionó a sus proveedores actuales Amazon y Microsoft ni a Google. Zoom acudió a un titán de la tecnología al que muchos olvidaron que en plena competencia entre los tres grandes de la nube: Oracle.
Semanas después, Oracle se anotó otra victoria al anunciar que le había robado otro cliente a Amazon, la plataforma de comunicaciones 8x8. Oracle aclaró cómo lo logró: precios 80% más bajos que Amazon Web Services, la muy rentable división de Amazon que lidera el mercado. A diferencia de AWS, que te hace comprometer tus datos en el largo plazo con precios elevadísimos nosotros brindamos precios bajos todos los días, declaró la empresa.
No es la primera vez que Oracle le tira un palo a un competidor, pero ahora que la pandemia de COVID-19 lleva a las empresas a recortar gastos y a la gente a vivir y trabajar de manera remota en la nube, analistas de la industria afirman que las críticas de Oracle podrían formar parte de una nueva carrera para bajar precios entre los principales proveedores de nubes. Amazon ya recortó hasta 90% algunos precios; otros podrían imitarla. La situación con la COVID y la asimilación de la adopción de nubes pondrán el acento sobre los precios, afirma Deepak Mohan, analista de la industria de la nube en IDC. Es un nuevo tipo de guerra de precios.
Los servicios de computación en nube pasan desapercibidos por el público, pero hoy en día, lo más probable es que cualquier empresa grande ?desde los bancos y Netflix hasta las ligas deportivas y los fabricantes de gaseosas? gaste millones de dólares (o incluso miles de millones en algunos contratos) para mantener sus redes, procesar la interacción con los clientes y almacenar datos de manera remota.
Oracle se metió relativamente tarde en la lucha por dominar las nubes y tiene solo el 2% del mercado global, frente al 32% de Amazon, la líder de la industria, según datos de Canalys. Amazon está donde está por ser la pionera. Microsoft transformó a Azure en competidor en parte ofreciendo herramientas adecuadas para empresas a su extensa clientela. Por su parte, desde que entró al mercado en 2008, Google, que ocupa el tercer puesto, logró crearse un nicho con sus herramientas avanzadas de aprendizaje automático e inteligencia artificial.
Cuando anunció su contrato con Oracle, Zoom afirmó que planeaba procesar siete millones de gigabytes por día con la nube de Oracle. Con semejante volumen, se imponen los precios, y Oracle ya demostró su voluntad de bajarlos. 8x8, la otra empresa que dejó a AWS, está pagando un quinto de lo que le pagaba a Amazon por la salida de datos, afirmó Oracle.
En 2014, Google trató de promocionar su nube bajando hasta 85% los precios de algunos servicios, lo que obligó a AWS y a Microsoft a hacer descuentos. Ahora, parece que por lo menos Amazon hará lo mismo: bajó 40% los precios para los clientes de Sudamérica.
Hace poco, se reveló que Oracle había presentado una oferta junto a Microsoft para la licitación de un contrato de computación en nube de US$ 10.000 millones con el Pentágono, en la que competían con Amazon, pero se había retirado de la alianza cuando el Departamento de Defensa de EE.UU. señaló que le ofrecería el contrato a un solo proveedor. Microsoft ganó la licitación y Amazon apeló la decisión.
Oracle, que anunciaría sus ganancias el mes que viene, no especifica los ingresos obtenidos por su división de nube, pero como sus ingresos totales en el año pasado no superaron por mucho los US$ 35.000 millones que registró AWS en ventas en 2019, todavía le falta mucho para demostrar que puede competir con Amazon por el liderazgo en la nube.
Autor: David Jeans