Históricamente, Oldelval pasó desapercibida por el gran público. Como su única función es transportar petróleo por oleoductos, quedaba afuera de las grandes novedades del sector acaparadas por los descubrimientos o proyectos de las petroleras.
Ahora, en cambio, tiene en sus manos la llave del crecimiento de Vaca Muerta, que en los últimos años ha pegado un salto tal, que sin nueva capacidad de transporte no va a ser posible producir más crudo porque no habrá forma de comercializarlo.
En una entrevista con Forbes en el stand que montó la empresa en la Exposición Argentina Oil & Gas que se desarrolla en el predio de La Rural, Ricardo Hösel, CEO de la compañía, cuenta los planes de expansión y marca un horizonte de exportación de 8.000 millones de dólares anuales para el 2025.
Contanos de qué trata el proyecto Duplicar.
El proyecto Duplicar nace como consecuencia de que en los últimos dos años la producción de petróleo del país se vio limitada por la capacidad de transporte, eso no había sucedido nunca antes. Gracias al crecimiento exponencial de Vaca Muerta tuvimos que salir a empezar a hacer proyectos para poder ampliar esa capacidad de transporte. El primer proyecto lo terminamos el año pasado, era un proyecto que nos permitió ampliar la capacidad en un 25%, con unos 60.000 barriles más de petróleo de lo que veníamos transportando. Y ese proyecto obviamente no alcanzó, así que lanzamos este proyecto que empezó a principios de este año. Es un proyecto que consta de construir 525 kilómetros de ductos, una obra de 1200 millones de dólares, te diría que es la obra de infraestructura privada más grande de la Argentina en los últimos 20 años como mínimo y que nos va a permitir ampliar la capacidad de transporte en 300.000 barriles de petróleo más. Pensá que la Argentina produce en total unos 600.000 barriles por día y esta obra sola va a incrementar la capacidad en 300.000.
¿Qué porcentaje de esos nuevos 300.000 irían para el mercado interno y qué porcentaje para exportación?
Bueno, el 100% iría para exportación. Y esa es lo otro interesante que tiene este proyecto. Hoy el crecimiento que ha venido teniendo la cuenca neuquina ya permitió que el mercado local esté totalmente abastecido. Este año entiendo que se exportarán entre 2.000 y 3.000 millones de dólares de petróleo. Así que esos 300.000 barriles día representan unos 8.000 millones de dólares de exportación al año a un barril de 75 dólares. Con la cual, hasta es un escenario pesimista porque hoy el barril está a 90 dólares.
¿Cuáles son los plazos de la obra?
Obviamente la obra se va haciendo por etapas, algunas más grandes, otras más chicas. La primera pequeña etapa se termina ahora en octubre y nos va a permitir aumentar 20.000 barriles. Luego tenemos otra etapa en mayo del año que viene que nos va a permitir aumentar otros 40.000 barriles y finalmente la última etapa que va a terminar hacia fines del año que viene o principios del 2025 ahí se completa el proyecto con los 300.000 barriles por día de transporte. Probablemente el año que viene haya etapas intermedias también, dependerá del avance de la obra y cómo podemos a medida que vamos soldando caños ir disponibilizando más capacidad.
¿Cómo es que se pudo hacer en el sector de transporte de petróleo y no se recurrió al financiamiento estatal, como vimos que fue en el caso del transporte de gas?
Obviamente el negocio de petróleo es distinto al negocio de gas, no lo conozco mucho al negocio de gas, pero sí el petróleo en este caso es 100% exportable, el gas a veces no es así, no es tan fácil exportar gas. Y esta obra se financió con los clientes, el 80% de la obra lo financian nuestros clientes, así que también obviamente son ellos los que nos piden ampliar esta capacidad.
Y al ser exportación imagino que el plazo de repago es rápido, ¿verdad?
Bueno, claro, obviamente que depende del precio del petróleo, nuestros clientes obviamente también hacen una gran apuesta, sabemos que estas son inversiones igual de largo plazo, estas son inversiones que se recuperan a largo plazo, nuestros clientes han firmado con nosotros contratos por 15 años en dólares. Y eso también es otra cosa que es inédita, hay pocos ejemplos en Argentina donde uno pude firmar contrato con clientes por 15 años fijos en dólares. Bueno, así que esto es parte obviamente del optimismo que hay en los productores, en nuestros clientes y el potencial que tiene Vaca Muerta.
Pensando a futuro, ¿ya están pensando en una etapa posterior cuando quede chico este proyecto?
Hay un intercambio muy fluido que nos permite a nosotros estimar que para el 2026 o 2027 la cuenca neuquina ya va a estar en unos 800.000 barriles, con lo cual ya sabemos que vamos a tener que seguir ampliando. Nosotros hacemos con nuestros clientes encuestas y ellos nos manifiestan de manera no vinculante sus proyecciones y en función de esas proyecciones ya estamos haciendo las ingenierías conceptuales para seguir ampliando el sistema.
La situación del país obviamente es muy desafiante, ¿a ustedes no los está golpeando la cuestión de falta de divisas para importar o algún otro tipo de problema macroeconómico en la construcción de la obra?
Sí, obviamente esa problemática no nos es ajena. Por un lado, es una obra que de los 1200 millones, un 10% es componente importado. Es poco, pero es crítico. Hoy la obra se ha venido demorando un poco respecto al cronograma original, esta primera ampliación de 20.000 barriles lo tendríamos que haber tenido listo en septiembre y lo tenemos en octubre, la primera gran etapa la íbamos a tener en marzo, ahora puede ser mayo. Se viene demorando, lo venimos trabajando con el Gobierno, tratando de ir sorteando esos obstáculos, pero sí, tiene un impacto, por ahora lo vamos manejando, la obra continúa, avanza a buen ritmo, si no tuviéramos esos inconvenientes podría ir mucho más rápido.
Y a nivel logístico imagino que también es un desafío, también sobre todo porque entran en competencia con las obras de gasoductos que tienen algunas partes que comparten o servicios como el traslado de camiones.
Por ahí en 20 años no se construyó nada y en este 2023 y el año que viene con el gasoducto Néstor Kirchner, con nuestro oleoducto, con otras obras de gas que hay que hacer y con nuevas obras van a ser 3 o 4 años donde va a haber una demanda muy fuerte de personal muy específico de construcción de ductos. Con lo cual, eso también es una complejidad adicional. La verdad que estamos en una industria hoy (la del Oil & Gas) que está como en una isla dentro del país.
¿Cuáles son los principales problemas que debe solucionar el próximo Gobierno para que el sector termine de despegar?
Previsibilidad. Esta industria es una industria de capital intensivo donde se invierten millones y millones de dólares que se recuperan a largo plazo y para poder atraer a los grandes capitales necesitamos darles previsibilidad. A pesar de eso Vaca Muerta tiene un potencial tan grande que ha podido desarrollarse bastante bien en este contexto complicado. Los inversores necesitan previsibilidad y todo dólar que invierten después quieren poder tener sus dividendos, nadie quiere invertir en un país donde después no pueda cobrar dividendos por las inversiones que hace.