Si te dijera que en 2030 el social commerce (comercio social) superará las ventas de los sitios tradicionales de comercio electrónico, ¿me creerías? El escenario de las compras online está experimentando una transformación significativa, con el comercio social apareciendo como un formidable competidor de gigantes establecidos como Amazon.
Plataformas como TikTok e Instagram están desdibujando las líneas entre la interacción social y la compra, proporcionando una experiencia fluida y atractiva que los sitios tradicionales de comercio electrónico pueden encontrar difícil de igualar. Y con el aumento tanto de las ventas como de los ingresos, el crecimiento exponencial del comercio social es evidente.
Aunque el comercio electrónico tradicional no va a desaparecer pronto, es innegable que el comercio social está remodelando el sector y desafiando el dominio existente debido a varios factores clave.
El poder de la comunidad y el engagement
El comercio social se nutre de la creación de un sentimiento de comunidad, en el que las marcas interactúan directamente con los consumidores más allá de la mera exhibición de productos. Funciones como las retransmisiones en directo, los contenidos interactivos y los contenidos generados por los usuarios (CGU) fomentan las conexiones auténticas y la fidelidad a la marca.
Un informe de McKinsey & Company resalta que los consumidores están dispuestos a pagar más por las marcas que ofrecen experiencias personalizadas y atractivas, algo en lo que destaca el comercio social.
El auge de los influencers y los microinfluencers
Los influenciers ejercen una influencia significativa en el comercio social. Los consumidores confían en las recomendaciones de personas que perciben como auténticas y afines, y se dejan influir por ellas. Colaborar con microinfluencers, que tienen seguidores más pequeños pero muy comprometidos en nichos específicos, permite a las marcas acceder a comunidades específicas y generar confianza de forma orgánica. Según eMarketer, se prevé que el gasto en marketing de influencers alcance casi los 6.000 millones de dólares en 2023, lo que subraya su creciente importancia en el escenario del comercio social.
Experiencia de compra sin fricciones
Las plataformas de comercio social innovan continuamente para agilizar el proceso de compra. Funciones como los botones "comprar ahora", las compras con un solo clic y las compras dentro de la aplicación permiten a los usuarios pasar sin problemas de la navegación a la compra sin salir de la plataforma. Esta experiencia sin fricciones reduce las tasas de abandono de la compra, superando potencialmente la eficiencia de los sitios web de comercio electrónico tradicionales.
Un informe de Retail TouchPoints afirma que el 76% de los consumidores que descubren nuevos productos en las redes sociales acaban comprándolos, lo que resalta el potencial de conversión del comercio social.
El auge de las compras a través del móvil
La difusión de los dispositivos celulares influyó notablemente en los hábitos de compra de los consumidores. Las plataformas de redes sociales se integran perfectamente con el uso del celular, facilitando las compras espontáneas e impulsivas. Esta ventaja de accesibilidad da al comercio social una ventaja significativa sobre los sitios tradicionales de comercio electrónico, que pueden requerir que los usuarios accedan a ordenadores de sobremesa o aplicaciones dedicadas. Más del 90% de los usuarios de redes sociales acceden a estas plataformas a través de sus dispositivos celulares, lo que subraya la importancia de la optimización móvil para el éxito del comercio social.
El poder de la personalización y la segmentación
Las plataformas de redes sociales recopilan grandes cantidades de datos de los usuarios, lo que permite una publicidad muy específica y recomendaciones personalizadas. Las marcas pueden mostrar productos y contenidos relevantes para cada usuario, lo que aumenta la participación y las tasas de conversión. Aunque los sitios de comercio electrónico tradicionales también pueden utilizar publicidad dirigida, las plataformas sociales ofrecen un enfoque más dinámico y eficaz gracias a su capacidad de análisis de datos en tiempo real.
Limitaciones del comercio social
Sin embargo, es esencial reconocer las limitaciones del comercio social.
- Dependencia de la plataforma: El comercio social depende del éxito y la continuidad de plataformas específicas, lo que hace que las marcas sean vulnerables a los cambios en los algoritmos o las políticas de las plataformas.
- Gama de productos limitada: El comercio social puede no ser adecuado para productos complejos que requieren descripciones y funcionalidades detalladas, que son más adecuadas para los sitios web de comercio electrónico tradicionales.
- Preocupación por la privacidad de los datos: El comercio social suscita preocupación por la privacidad de los datos y el seguimiento de los usuarios, lo que exige medidas transparentes para generar confianza entre los consumidores.
Aunque el comercio social no sustituirá por completo a gigantes tradicionales del comercio electrónico como Amazon, no cabe duda de que está reconfigurando el escenario de las compras online. Su capacidad para crear comunidades, aprovechar el poder de las personas influyentes y ofrecer una experiencia de compra fluida lo convierten en un competidor importante. A medida que el comercio social evolucione y resuelva sus limitaciones, es probable que se haga con una parte significativa del mercado de las compras online.
Los sitios de comercio electrónico tradicionales deben adaptarse y adoptar las redes sociales y la creación de comunidades para seguir siendo competitivos. Es probable que el futuro pase por un enfoque híbrido, en el que coexistan el comercio electrónico tradicional y las plataformas de comercio social, ofreciendo a los consumidores una experiencia de compra diversa y personalizada, algo que todos deberíamos tener en cuenta a medida que avanzamos hacia el nuevo futuro de las compras online.
*Con información de Forbes US