Qué hay detrás de las compras compulsivas, según la psicología
Si bien los minoristas que ofrecen descuentos durante la temporada navideña son una tradición que se remonta a siglos atrás. En el mundo actual de anuncios dirigidos y personas influyentes en las redes sociales, los minoristas idearon métodos sofisticados para empujar a las personas a gastar más dinero de lo que se sienten cómodos durante las fiestas.
Por tentador que sea, es crucial comprender que las ofertas de compras navideñas pueden ser desastrosas para muchos que gastan patológicamente. Aparte del daño financiero que puede causar, los compradores compulsivos también corren el riesgo de desarrollar problemas de relación y enfermedades mentales graves, como depresión y ansiedad.
Aquí hay dos cosas que nos hacen sucumbir a los defectos de nuestra racionalidad y nos incitan a gastar más durante las vacaciones.
Un estudio clásico publicado en el Journal of Personality and Social Psychology encontró que cuando las personas están expuestas a cierta idea o elemento repetidamente, su actitud hacia él se vuelve más favorable. Esto se llama sesgo de exposición, o “efecto de mera exposición”.
Los departamentos de marketing entienden esto y utilizan el sesgo de exposición durante las vacaciones para crear necesidades dentro de nosotros. Por ejemplo, independientemente de si realmente necesitamos un teléfono nuevo, ver repetidamente un anuncio de un teléfono nuevo y mejor crea un cariño por él dentro de nosotros que puede desencadenar una decisión de comprarlo.
La temporada de compras navideñas también promueve lo que los psicólogos llaman "agotamiento del ego". Este es un estado de sugestión en el que nos encontramos cuando estamos expuestos a demasiada información. En un estado de agotamiento del ego, nuestra capacidad para hacer compras conscientes y bien pensadas se resiente. Tendemos a seguir el camino de menor resistencia, lo que a menudo significa que terminamos gastando en cosas costosas que se comercializan como "lo mejor".
Una buena manera de protegerse del sesgo de exposición y el agotamiento del ego es preguntarse qué pasaría si no comprara el producto anunciado.
Al hacerlo, sus decisiones de compra serán más conscientes y su salud mental y su cuenta bancaria se lo agradecerán.
El efecto del carro es un fenómeno psicológico que ocurre cuando es más probable que las personas hagan o crean algo simplemente porque otros lo están haciendo. Este deseo de ajustarse a las normas sociales está profundamente arraigado en la naturaleza humana; es parte de lo que nos permite funcionar como una sociedad unificada.
Un estudio publicado en Current Issues in Personality Psychology descubrió que era más probable que las personas compraran artículos de lujo y exhibieran con orgullo sus logotipos si veían anuncios en los que aparecían celebridades apoyándolos. Cuando vemos personas felices o exitosas que usan productos de lujo, la demanda de estos productos aumenta.
Los equipos de marketing explotan esta tendencia humana básica durante las vacaciones para enviar el mensaje de que comprar más cosas acerca a las familias y hace que las personas sean más felices. Esta es la razón por la que los anuncios durante las fiestas a menudo presentan familias felices que se regalan cosas caras.
Otro estudio encontró que el miedo a perderse algo (FOMO) también fue un factor importante en las decisiones de compra de las personas. Se descubrió que las personas que tienen niveles más altos de FOMO están más abiertas a la idea de comprar productos de lujo si ven que otros también los han comprado.
Acá hay algunas cosas que puede hacer para evitar dejarse llevar por el carro de las compras navideñas:
La temporada de compras navideñas es un momento difícil para aquellos que luchan con sus hábitos de gasto. El primer paso para tomar decisiones de compra satisfactorias es comprender que es posible que no siempre actúe por voluntad propia, especialmente durante las festividades.
Una vez que aceptas esto, es cuestión de abordar las fallas en tu racionalidad. Si cree que puede necesitar ayuda para superar los hábitos de gasto negligentes, siempre es una buena idea hablarlo con un profesional de la salud mental.
*Con información de Forbes US.