El proceso de transformación digital no es una simple sustitución de tecnología, sino una disrupción en toda la cadena del negocio. Las organizaciones deben adquirir los talentos y los conocimientos necesarios para innovar y crear los equipos para el futuro. Surgen nuevas capacidades y habilidades, nuevos retos, hábitos y procedimientos, que se vuelven imprescindibles en los nuevos tiempos pospandemia.
Durante 2021, en plena lucha sanitaria para frenar la ramificación y profundización del COVID-19 en la Argentina y el mundo, las empresas rápidamente tuvieron que reinventarse y optar por el trabajo remoto y la aceleración digital. En Argentina, de acuerdo a un informe realizado por Microsoft, más del 80% de las empresas invirtió en tecnologías en el último año.
Entre las principales inversiones, se destacan la inversión en computadoras portátiles (56%), software para videollamadas (44%), software para trabajo colaborativo (36%), nube (42%) y ciberseguridad (19%). Las soluciones para el trabajo remoto y colaborativo fueron las más demandadas por las áreas IT de las organizaciones.
“Las empresas debieron adecuarse a una nueva modalidad de trabajo y aquellas que no tenían experiencia en herramientas colaborativas y en una cultura de trabajo remoto han debido accionar con rapidez y con soluciones y estructuras que ahora deberán ajustar y optimizar", expresó Gustavo Fornari, Gerente General de Liveware I.S.
Por otro lado, señaló que la aceleración de la transformación digital ha generado importantes esfuerzos en integración de aplicaciones legadas responsables de la operación con tecnología digital para adaptarse a las nuevas demandas de sus clientes. "Términos y tecnologías como Cloud Computing, Big Data y Analytics, Aplicaciones Móviles y la Amplificación como mecanismo de integración entre los propios sistemas y con aplicaciones externas con socios y proveedores, cobran vital importancia en esta nueva etapa”, explicó.
De acuerdo al relevamiento mencionado, por ejemplo, más del 70% de las empresas pymes de la Argentina, sostiene que la transformación digital se ha visto acompañada de la aceleración del uso de datos. Según el informe, el 82% de las pymes aseguran tomar decisiones basadas en datos, el 80% implementa o planea implementar tecnologías de inteligencia de negocios y el 73% capacita a sus empleados en una cultura orientada en esta dirección
“A comienzos de la pandemia y producto de lo vertiginoso que fue el impacto, naturalmente la inversión de las empresas se canalizó en poder asegurar la continuidad operativa de los negocios. Luego, dicha continuidad se fue adaptando a la normalidad propia de la pandemia - con fecha de salida incierta -, direccionando inversiones hacia tecnología digital con fuertes integraciones con los sistemas legados responsables de la operación", profundizó Fornari.
"En orden siguiente, se continuó con la redefinición de los procesos y proyectos de transformación digital que se encontraban eventualmente en marcha, y la evaluación y redireccionamiento en los casos respectivos frente a los impactos y enseñanzas que deja la pandemia en sí mismo. Y, en paralelo a ello, también la prospección de tales operaciones a futuro, por ejemplo, con modelos laborales híbridos, que generan cambios e impactos en los hábitos de consumo y que estos generan a su vez consecuencias en otros sectores económicos”, añadió.
Una de las transformaciones más significativas que trajo la pandemia tiene que ver con los cambios en la modalidad del trabajo. Del mismo estudio referido se desprende que el 53% de las empresas argentinas se encuentran operando de manera remota, mientras que el 47% lo hace de manera presencial, donde igualmente se presenta una gran nube de modelo híbrido entre tales extremos, sea por una presencialidad parcial o restringida, o en el sector industrial, con un mix entre presencialidad casi plena de personal de planta versus el equivalente de oficina.
En paralelo, el 76% de las empresas consultadas afirmó haber implementado capacitaciones para digitalizar a sus empleados: capacitación en habilidades digitales (42%), capacitación en habilidades para el trabajo remoto (39%), y capacitación en habilidades para el trabajo colaborativo (35%).
Según Fornari, se perciben dos desafíos altamente relevantes para las organizaciones de cara al futuro: el primero, la consolidación de los cambios que surgieron como consecuencia de la pandemia relacionados al trabajo colaborativo y remoto, con sus respectivas implicancias.
Y el segundo, el fortalecimiento de su proceso de transformación digital generando proyectos para optimizar su estructura operacional, produciendo un cambio cultural hacia una organización data drive que permita la toma de mejores decisiones bajo el nuevo contexto, junto con la construcción de una plataforma digital que les permita ofrecer una nueva propuesta de valor a sus clientes, punto central de la transformación”.
“Esto implica trabajar en un balance entre los procesos, las personas y su cultura organizacional y la tecnología. Este escenario, que es común para todas las industrias, va a generar y está generando, nuevas oportunidades para las empresas de servicios TICs, desde cambios en los productos core del negocio, desarrollo e implantación de plataformas digitales apoyadas por las capacidades de Cloud Computing, proyectos relacionados con Big Data, Analytics e inteligencia artificial, automatización de procesos a través de RPA y la implantación del concepto de agilidad a todo nivel de la empresa conjuntamente con la gestión de estos cambios”, sostiene el Gerente General de Liveware I.S.
No obstante, la incipiente mejora percibida ante la posible salida de la pandemia se ve afectada por las turbulencias permanentes en materia económica de la Argentina. Todo lo bueno de contar con algunas herramientas como la nueva Ley de Economías del Conocimiento, o ciertos planes de formación inicial de recursos para el sector, se ven opacados por la falta de un plan de estabilización económica que facilite la inversión, radicación y crecimiento de empresas en el país, que serán a su vez demandantes de los servicios TICs.
Con relación a la exportación de servicios TIC, de la Economía del Conocimiento, sucede algo similar. Si bien se eliminaron algunas trabas impositivas -como puede ser la retención a las exportaciones-, el complejo andamiaje tributario existente, las modificaciones a diario a nivel cambiario y sus restricciones consecuentes, han condicionado y condicionan en gran medida los proyectos de inversión y crecimiento orgánico a largo plazo en Argentina.
“Aún así, más allá de dicho escenario, se han podido generar nuevas oportunidades en los ámbitos estratégicos anteriormente descriptos como también de apoyo a la transformación digital utilizando la arquitectura de empresa como driver para definir una hoja de ruta para todo el proceso hacia esa concepción digital”, concluyó Fornari.