Las aseguradoras latinoamericanas están invirtiendo cada vez más en soluciones tecnológicas, pero aún no terminan de dar el salto hacia la integración de datos del negocio, mediante la automatización o la inteligencia artificial, lo que podría ayudarlas a mejorar sus propuestas.
Eso revela un estudio elaborado por la consultora McKinsey al que accedió en exclusiva Forbes Perú. La investigación incluyó la participación de 13 compañías aseguradoras de Perú, Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México.
El estudio buscó mostrar la madurez de las aseguradoras latinoamericanas en cuanto a siete capacidades críticas de sus ecosistemas. Entre las capacidades analizadas están:
- Si las compañías están centradas en el cliente y su experiencia.
- Si su talento es diverso y capaz de construir un negocio integrado.
- Si la cultura de las organizaciones se caracteriza por la colaboración y la apertura a la innovación.
- Si cuenta con socios múltiples con quienes colaborar.
- Si la estrategia considera el impacto que tendrán los ecosistemas en la industria;
- si cuenta con una arquitectura de tecnología digital con capacidades de procesamiento de datos y omnicanalidad.
- Si los datos son prioritarios para el negocio y compartidos en tiempo real para generar insights.
Comparación global
La investigación también puso en evidencia las brechas de las compañías frente a sus pares globales. Justamente, mientras todas las aseguradores líderes usan tecnologías de automatización e inteligencia artificial para optimizar sus propuestas y crear puntos de diferenciación, en Latinoamérica solo el 23% lo hace.
“La mayoría de las aseguradoras aún no ha adoptado una infraestructura moderna ni puesto los datos a disposición de sus equipos internos y externos”, concluye el estudio.
Otros resultados que evidencian desafíos para el sector son:
- Aunque el 69% de las aseguradoras está invirtiendo en servicios que agregan valor para los clientes y han mejorado las métricas de interacción, solo el 13% considera que tiene propuestas integradas de soluciones a lo largo de todo el ciclo de vida de los clientes.
- El 56% de las empresas de la región ha establecido alianzas para expandir sus ecosistemas, pero la mayoría lo ha hecho sin una metodología estructurada e integral.
- Aunque el 80% de las aseguradoras latinoamericanas ya ofrece algún tipo de experiencia omnicanal, el 53% de las organizaciones debe crear una visión y un abordaje cohesivos para satisfacer las necesidades de los consumidores. Al respecto, el estudio observa que ninguna empresa ha desplegado tecnologías digitales como inteligencia artificial (IA) o chatbots para medir las tasas de conversión en los diferentes canales en los que opera.
- Además, apenas el 13% de las firmas encuestadas dijo haber migrado algunos de sus servicios centrales desde las antiguas plataformas que limitaban su capacidad para implementar casos de uso de ecosistemas.
- El 81% depende fuertemente de corredores de seguros y procesamiento interno manual para completar servicios básicos, como el procesamiento de siniestros.
- Solo el 8% de las aseguradoras latinoamericanas posee tecnología que posibilita a equipos ágiles entregar funcionalidades de principio a fin, sin necesidad de incluir a otros grupos. A nivel mundial, el 67% cuenta con dichas facilidades.
- Solo el 15% de las aseguradoras cuenta con una estrategia para partir datos basada en interfaces de programación de aplicaciones (API). Estas permiten a los socios acceder a servicios de cotización o “data lakes” para elaborar casos de uso. Todas las firmas líderes poseen esta tecnología.
- El 86% dijo carecer de mecanismos apropiados como canales de feedback estructurados o procesos para capturar ideas innovadoras.
Potencial en juego
Según el estudio, para que las aseguradoras latinoamericanas construyan una visión de ecosistema requieren impulsar una metodología integral que les facilite construir capacidades.
“Consideremos la influencia combinada de la tecnología y la cultura en el desarrollo de un ecosistema. Los aseguradores reconocen el valor de invertir en alianzas, pero puede resultarles difícil escalarlas o compartir información de clientes con sus socios si no cuentan con tecnologías modernas o interfaces de programación de aplicaciones (API)”, señala el documento de McKinsey. En ese sentido, la consultora advierte que “esa baja madurez tecnológica” suele afectar el potencial de las relaciones entre aseguradoras y clientes.