La tecnología 5G ya está en los smartphones de los usuarios. Un porcentaje creciente de los teléfonos comprados en los últimos dos años cuentan con las bandas 5G que son compatibles con las que quiere licitar la Argentina. El país se encuentra en la paradoja de tener la tecnología en los usuarios pero carecer del servicio nativo para 5G.
En resumidas cuentas, está el receptor pero no el emisor, una tarea de la que se ocupan los operadores para lo cual deben crear una infraestructura de red que emita en las bandas del espectro radioeléctrico para 5G.
Dado el atraso tecnológico las operadores comenzaron a usar la misma banda de 4G para dar un servicio similar al de 5G. Así, en 2021, Telecom Personal inició el despliegue de su red 5G móvil mediante Dynamic Spectrum Sharing o DSS que permite compartir el especto que ya tenían disponible. Sin embargo, son necesarias las bandas propias de 5G para poder utilizar todo el poder de esta tecnología que no son sólo las altas velocidades de bajada de información, sino un nivel de latencia mínimo que posibilita el desarrollo de apps novedosas junto a otros temas como Internet de las Cosas.
El encargado de regular el espectro radioeléctrico disponible para 5G es el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom). Para realizar la deseada licitación hay dos tipos de trabajos que deben realizar. Uno es puramente técnico, en el que se estudia la calidad del espectro, así también como las tecnologías con las cuales contarán los operadores para aprovecharlas. Y ya en este tema hay varios problemas.
“Por un lado, hay discusiones entre el Enacom y las operadoras. Mientras que en el ente dicen que el espectro está limpio, los operadores (Telecom, Movistar y Claro) dicen que no en forma completa, y eso tiene implicancias en la calidad de servicio que puedan proveer. Por el otro lado, las operadoras no cuentan con garantías para poder importar los equipos necesarios para implementar esta red. O sea, les piden de US$ 1000 a US$ 1400 millones y quizá ni puedan importar los equipos”, detalla una fuente al tanto de las negociaciones.
El costo de la licitación sigue siendo un tema candente de discusión. Es que las operadoras no monetizan esta inversión. “No sólo se sumaron antenas a la red de 4G, sino que es una tecnología más eficiente en el uso del espectro. Esto es importante ya que resulta en que no haya apuro por parte de los operadores para avanzar con 5G como sí la hubo cuando 4G no llegaba. Por otra parte, en 2023 todavía 5G no demostró beneficios que justifiquen las inversiones necesarias para desplegar la nueva red", detalla Enrique Carrier, uno de los analistas más reconocidos del sector.
"Por ahora, 5G en los teléfonos no trae mayores novedades para el usuario. Y los casos de negocio como los usos industriales o en ciudades inteligentes todavía están en proceso de maduración de todo el ecosistema. Así, 5G asegura grandes erogaciones para las operadoras en el corto y mediano plazo, pero pocos ingresos adicionales”, agrega Carrier.
Para los operadores 5G, es es una actualización tecnológica en la que seguirán teniendo los mismos clientes a los mismos precios. Hasta que aparezcan nuevos servicios disruptivos hay que ver cuánto se demoren.
El otro problema viene de la geopolítica. Los principales jugadores que hacen posible el despliegue de las nuevas redes son Huawei, Ericsson y Nokia. Estados Unidos llevó este tema al centro de las discusiones entre diversos países de Latinoamérica.
En la Argentina, las presiones sobre 5G forma parte de un paquete donde también están la influencia de China en los negocios de la Hidrovía, en la explotación pesquera, en la construcción de un puerto antártico en Tierra del Fuego, en la compra de un reactor Hualong para la central nuclear Atucha III y en la anulación de las intenciones de compra de aviones chinos para reemplazar a los viejos aviones Mirage III.
Las necesidades de los dólares del FMI por parte del Gobierno y por lo tanto de obtener el visto bueno de Biden para darle aire al gobierno de Alberto Fernández llevó a que el tema sea parte de la agenda en el encuentro entre los mandatarios. El Gobierno logó el apoyo por parte de Estados Unidos a sus necesidades financieras, de ese hecho se concluye que Huawei esta mas afuera que adentro de la cancha. “Quizá no sea algo explícito en los pliegos sino un hecho que se notará cuando los operadores no compren Huawei”, aventura la misma fuente del sector.
Sin embargo, en Enacom los tiempos se estiran. Una voz del organismo se animó a hablar públicamente. El vicepresidente del ente, Gustavo López, explicó que están “esperando la indicación del Poder Ejecutivo de cuál es la base de la subasta para votarlo en el directorio y llamar a subasta del espectro”.
En diálogo con Radio Perfil López confirmó que es el único tema de debate: “Estamos buscando un punto de equilibrio entre lo que vale el espectro y lo que implica la inversión. El objetivo del Gobierno y del Enacom es votarlo en el próximo directorio en abril. Además, hay que ver cuál va a ser el mecanismo de estos 300 MHz y cuánto saldría cada bloque”.
Mientras tanto el recambio tecnológico por parte de los usuarios sigue a toda marcha. “En 2014 había muy pocos equipos 4G funcionando sobre las redes anteriores, apenas 1,4% del parque de teléfonos en uso. Esto tuvo el efecto de disparar las ventas de equipos nuevos basados en 4G, que pasaron del 9% de las ventas en 2014 al 61% en 2015. Meteórico. Hoy, los equipos 5G están más difundidos, representando actualmente el 7% del parque en uso, luego de estar presente en el 25% de los equipos vendidos en 2022”, revela Carrier.
La ultima definición ya no pasa por el Enacom sino por la política. Al Gobierno se le extingue el tiempo. Los operadoras no quieren pagar tantos dólares y a lo sumo sólo comprometer inversiones a cambio. Dada que la última fecha conocida para llevar a cabo la licitación era durante este mes, se esperan novedades para esta semana. Mientras tanto la tecnología 5G sigue atrapada en el pantano.