Mientras la pandemia constituyó un factor negativo para la economía de compañías mundiales y llevó a la quiebra a jugadores en distintos sectores, el laboratorio Pfizer -creador de una de las principales vacunas contra la Covid-19- reportó un formidable incremento del 92% interanual en sus ventas durante el segundo trimestre del año.
Estos resultados se produjeron en especial a partir de la comercialización de vacunas contra el coronavirus por US$ 7.800 millones entre abril y junio, lo que le permitió lograr un aumento del 56% interanual en sus utilidades.
Este éxito también provocó una mayor expectativa de facturación para este año, que subió de US$ 26.000 millones a US$ 33.500 millones.
En el segundo trimestre del año se aplicaron más de 1.000 millones de dosis de la vacuna de Pfizer en todo el mundo, y se espera que para fin de año lleguen a 3.000 millones.
Fue un acuerdo que tardó más de 8 meses en cerrarse por cuestiones de leyes nacionales y discusiones sobre los contratos.
“El segundo trimestre fue extraordinario en varios sentidos”, destacó el director ejecutivo de Pfizer, Albert Bourla.
Con la llegada de la variante Delta -la más contagiosa del coronavirus- a la mayoría de los países, y la posibilidad de ser necesaria una tercera dosis de vacunas, las expectativas de facturación aumentaron aún más para los laboratorios que llegaron primero en la carrera por hallar una protección para un virus que ya mató a más de 4 millones de habitantes del planeta.
Pfizer estima alcanzar una producción mayor a los 500 millones de inyecciones, un número muy por encima de lo pronosticado.
Para llevar a cabo la inmensa producción de dosis, el laboratorio norteamericano se asoció con el alemán BioNTech, y estiman que para fin de año van a tener producidas más de 3.000 millones de vacunas.
“La velocidad y la eficiencia de nuestros esfuerzos con BioNTech para ayudar a inocular al mundo contra la Covid-19 no tienen precedentes", destacó Bourla.
Escrito por Micaela Cendra para NA