Los LLMs son modelos que se crean a partir de extender el lenguaje en partículas, y hasta subpartículas lingüísticas. Esta forma de trozarlo hace que un modelo trabaje con miles de millones de parámetros. La sorpresa fue que los modelos no sólo aprendieron a escribir bien, el eje sintáctico del lenguaje, sino que también se apropiaran de la semántica, a un nivel de profundidad que no era esperado por sus diseñadores.

"El lenguaje es un modelo de la realidad. Bueno un LLM es un modelo del lenguaje, y por eso también en forma indirecta es un modelo de la realidad", dice Greg Brockman, uno de los fundadores de OpenAI. Estos modelos se basan en redes neuronales que tienen la capacidad de crear patrones a partir de ser expuestos a una gran cantidad de información. Dentro del modelo estos patrones dan respuestas a las consultas que hacen los usuarios.

Un gran avance sucedió cuando Ilya Sustkever le dijo a su director de tesis Geoffrey Hinton, actual premio Nobel de Física por sus trabajos pioneros en IA, que se debía hacer crecer la red neuronal, para que se formen patrones más complejos. Fue una simple intuición, algo así como se ve en la naturaleza donde al aumentar el tamaño y densidad del cerebro se ven comportamientos mas complejos, desde un gato o un perro hasta la apareción de la conciencia en toda su dimensión como sucede en los humanos. 

El hecho es que para predecir que 2 + 2 = 4 el sistema no sólo hizo lo que se suponía, es decir prever el carácter más probable que sigue en un texto, que fue cómo estaba programado, sino que comenzó a crear patrones complejos, como su propio algoritmo de la suma. Pero son patrones escondidos que no se pueden mostrar en forma explícita. "La red neuronal tiene que aprender más cosas de las que se suponen cuando se expone a los datos, captan algo más profundo para explicarlos", señala Hinton.

Y así las inteligencias artificiales generativas, y el plural responde a que son muchos y muy variados los modelos que se han creado, irrumpieron en el mundo con un nuevo salto cualitativo que están transformando a las computadoras en otra cosa. Cada LLM tiene un entrenamiento específico, y a partir de eso puede ser mejor o peor para diversas tareas, pero también se reentrena, sigue aprendiendo a partir de su interacción con la realidad y formando nuevos patrones.

El hecho es que una cosa es estar expuesto en tiempo real a los datos de Internet, lo cual ya de por sí es algo muy disruptivo, y otra directamente intervenir sobre  la realidad y aprender de la misma como sería el caso de un robot humanoide. Ese fue el caso que vio OpenAI que decidió invertir US$$ 400 millones en Figure.ai, una empresa que esta embebiendo con IA sus robots. Se trata de algo muy  disruptivo ya que los robots irán mejorando a media que van realizando tareas sobre la realidad misma. 

El apoyo a esa startup dió paso a una nueva iniciativa dentro de OpenAI: la creación de una unidad específica concentrada en esta interacción entre el hardware y el software. 

 Y la noticias es que contrataron a Caitlin Kalinowski, quien trabajó en proyectos innovadores, como Oculus en Meta, y diseñó MacBooks para Apple, liderará la robótica y el hardware de consumo en OpenAI.

Kalinowski se une a OpenAI

Caitlin Kalinowski liderará la robótica y el hardware de consumo en OpenAI. Anteriormente, trabajó en proyectos innovadores, como Oculus en Meta, y diseñó MacBooks para Apple. "Me complace anunciar que me uno a OpenAI para liderar el área de robótica y hardware de consumo", le comentó a la prensa. "En mi nuevo rol, me centraré inicialmente en el trabajo de robótica y en asociaciones para llevar la IA al mundo físico, desbloqueando sus beneficios para la humanidad", agregó. 

Por otro lado, el exdiseñador de Apple, Jony Ive, también podría colaborar en un dispositivo de hardware de OpenAI enfocado en "una experiencia de computación en IA menos disruptiva que el iPhone".

OpenAI: apuestas en hardware de consumo y robótica

OpenAI invirtió en Physical Intelligence, una startup de robótica de San Francisco que recaudó un total de 400 millones de dólares en financiamiento y tiene una valuación post-inversión de 2,4 mil millones de dólares. Además, se sumaron inversores como Jeff Bezos y Thrive Capital, y empleados de Tesla, Google Deepmind y Twitter integraron el equipo. La misión de esta empresa es "llevar la inteligencia artificial de propósito general al mundo físico".

Orion

Un aspecto curioso es que Kalinowski trabajó previamente en un proyecto de realidad aumentada para Meta llamado Orion. Este proyecto de Meta es parte del legado reciente de la compañía, con gafas de realidad aumentada que "representan el futuro de los dispositivos vestibles... integrando la IA y la RA en la vida cotidiana" y permiten "multitareas sin esfuerzo y manipulación de objetos digitales en tres dimensiones".

Curiosamente, el nuevo modelo de razonamiento de OpenAI, que reemplazará al modelo o1, también se llama Orión y debutará a principios del próximo año. Así que, si te interesan estos proyectos, es mejor distinguir entre el modelo de IA y el dispositivo de hardware de consumo para evitar confusiones con la repetición de nombres.

"La gente se mostró de inmediato emocionada con la noticia, con especulaciones sobre si esto llevaría a un robot de OpenAI o a un dispositivo más accesible al consumidor, como unas gafas inteligentes", escribió Christoph Schwaiger en Tom's Guide. "Ese éxito también atrae competencia fuerte, ya que tanto Samsung como Apple desarrollan sus propias gafas inteligentes", escribió Rael Hornby en Laptop Mag.

Sin duda, si OpenAI lanza un dispositivo de este tipo de manera rápida y exitosa, estará golpeando mientras el hierro está caliente: para cualquier ejecutivo, llegar primero a la fiesta con una innovación de este tipo es lo deseable. Será interesante seguir de cerca estos desarrollos a medida que la compañía reorganiza su equipo ejecutivo e integra talento para proyectos emocionantes de los que pronto todos conoceremos más.

*Con información de Forbes US.