¿Neumáticos sin aire? El desarrollo de Michelin que podría acompañar la transición de los vehículos eléctricos
Debido a los beneficios evidentes para el medio ambiente y la seguridad, es posible que este nuevo invento se convierta en un avance clave para hacer el transporte más ecológico y eficiente en un futuro cercano.

Nos acercamos a una transición hacia los vehículos eléctricos, pero los neumáticos con aire parecen inalterables. Inventados en 1888 por Dunlop y promovidos en la industria automotriz desde 1891 por Michelin, los neumáticos de caucho inflable mejoraron mucho desde entonces. Sin embargo, el concepto básico de los neumáticos se mantuvo constante durante más de un siglo. Ahora, según esta empresa, podría ser el momento de una nueva era en neumáticos sin aire, una idea que viene considerándose desde hace casi una década.

El aire en los neumáticos fue clave para ofrecer comodidad a los pasajeros y estabilidad al vehículo, además de reducir el ruido de la carretera que se transfiere al interior del auto. Sin embargo, problemas como pinchaduras y desgaste desigual debido a la presión inadecuada hacen que se reemplacen entre 1 y 1,6 mil millones de neumáticos al año, un problema ambiental significativo, especialmente con el crecimiento de los vehículos eléctricos.

 

Michelin presentó su concepto UPTIS (Sistema Único de Neumáticos a Prueba de Pinchazos) en 2019, un diseño que se inspira en la tecnología de neumáticos sin aire que Polaris ya había implementado hace más de diez años para vehículos todoterreno. Estos neumáticos, altamente resistentes al daño, podrían reducir la cantidad de neumáticos que se descartan prematuramente.

¿Los neumáticos sin aire de Michelin en el espacio?

Michelin también contempla aplicaciones de los neumáticos sin aire en el espacio, como en el programa Artemis de la NASA. Sin embargo, en terrenos más convencionales, su resistencia a fallos estructurales y su capacidad para eliminar la necesidad de inflado los vuelven más seguros y ecológicos. A diferencia de los neumáticos convencionales, que pueden dañarse en los flancos, los diseños sin aire eliminan estos elementos vulnerables, reduciendo el riesgo de fallos graves.

Michelin ha sugerido neumáticos sin aire para el vehículo lunar Artemis.

Un problema con los neumáticos son los pinchazos, un problema particular que suele ocurrir en las carreteras llenas de baches del Reino Unido. De hecho, el 20% de las cubiertas de todo el mundo terminan siendo retiradas antes de alcanzar su vida útil habitual. Esto puede deberse a un desgaste irregular de las gomas como consecuencia haberlas inflado con la presión incorrecta. Esto da como resultado el reemplazo de entre 1.000 y 1.600 millones de neumáticos al año, un problema fenomenal para el medio ambiente, que se ha acentuado aún más con la transición a los vehículos eléctricos.

Este es un aspecto en el que el cambio a neumáticos sin aire podría ayudar. No se pueden ajustar a una presión incorrecta, porque no tienen aire en su interior. Esto evita ese tipo de daño y también son más resistentes a otros tipos de deterioro. Las cubiertas pueden sufrir daños de una manera que no provoque desinflado, pero probablemente será necesario reemplazarlos por razones de seguridad. 

Por ejemplo, un daño en el flanco podría no perforar inmediatamente el neumático, pero comprometer la integridad estructural. En el Reino Unido, esto suele ser un fallo en la ITV que requiere reemplazo. Sin embargo, los diseños sin aire actuales ni siquiera tienen flancos. Aún es posible que se dañen las aletas elásticas, pero Michelin sostiene que esto es bastante improbable y no provocará un fallo catastrófico como un reventón de un neumático.

¿El futuro de los neumáticos Michelin será sin aire?

Los neumáticos sin aire necesitan innovaciones adicionales en cuanto a materiales en comparación con los neumáticos convencionales. La banda de rodadura externa sigue siendo de caucho, similar a las ruedas tradicionales, pero la estructura interna compleja que reemplaza el aire a presión se fabrica usualmente de poliuretano reforzado con fibra de vidrio.

El aro seguirá siendo de aluminio, acero o alguna aleación, aunque podría convertirse en una parte integral de la rueda, lo que impediría remover el neumático sin aire de manera convencional. Es poco probable que la resistencia al peso sea ajustable, como lo es con los neumáticos de aire que se inflan para soportar cargas pesadas. El neumático sin aire necesitará calibrarse para soportar el peso máximo permitido para el vehículo.

Los futuros diseños de neumáticos sin aire podrían no ser como las ruedas que conocemos hasta ahora.

Además del prototipo lunar presentado en Le Mans, Michelin está probando sus neumáticos sin aire UPTIS en carretera, colaborando con La Poste en Francia y DHM en Singapur. También se rumorea que Tesla podría estar en conversaciones con Michelin para integrar esta tecnología en sus vehículos. Sin embargo, el fabricante de neumáticos reconoce que todavía no existen estándares de regulación para neumáticos sin aire, como sí los hay para los neumáticos convencionales.

Junto al UPTIS de Michelin, otros fabricantes de neumáticos también están explorando esta tecnología. Bridgestone tiene su propio concepto sin aire, llamado Air Free, y Hankook desarrollo el iFlex. Goodyear fue un paso más allá en innovación con su concepto esférico Eagle 360 Urban, diseñado para autos autónomos y con un aspecto de ciencia ficción. 

A pesar de estas propuestas, la mayoría de los fabricantes aún no consideran que los neumáticos sin aire sean una prioridad. Sin embargo, debido a los beneficios evidentes para el medio ambiente y la seguridad, es posible que este nuevo invento se convierta en un avance clave para hacer el transporte más ecológico y eficiente en un futuro cercano.

*Con información de Forbes US.