La mujeres tienen más participación en el trabajo productivo total de la población porque, si bien ocupan menos puestos remunerados que los hombres, son quienes más asumen las tareas domésticas y de cuidado (un 91,6% de ellas, frente a un 73,9% de ellos), informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) a través de la primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT 2021), cuyos resultados fueron difundidos hoy.
El objetivo de la ENUT es cuantificar el uso del tiempo y la participación de la población en las distintas formas de trabajo, tanto en la ocupación como en el no remunerado, además de visibilizar las desigualdades socioeconómicas y de género en el uso del tiempo.
También se informó que la encuesta fue realizada entre octubre y diciembre de 2021 por la Dirección de Estudios de Ingresos y Gastos de los Hogares (DEIGH) y la Dirección de Estadísticas Sectoriales (DES) del Indec, junto a las direcciones provinciales de estadística (DPE) de todo el país y con la colaboración del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad.
“Esta encuesta es un salto de calidad muy grande en términos de cómo empezamos a mostrar las distintas condiciones de realidad diarias”, dijo el director del Indec, Marco Lavagna, durante la presentación de los resultados preliminares de la encuesta.
Y agregó que "la ENUT nos permite empezar a ponerle una dimensión distinta a lo que es el concepto de calidad de vida. Lo hacemos más amplio, no sólo guiándonos por cuestiones materiales, sino también por la calidad de uso del tiempo en nuestro día a día”.
La población abarcada por la encuesta fue de 28.520 viviendas en 31 aglomerados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y por 4 localidades con 100.000 y más habitantes según el Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas (CNPHyV) 2010.
La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, que también participó del acto de presentación, dijo a Télam que la ENUT “permite pensar cómo distribuimos el tiempo de nuestra vida cada uno y cada una de nosotras, no solamente en el trabajo remunerado y no remunerado, sino también en el ocio: cuánto podemos las mujeres dedicarle al ocio y cuánto de nuestro día está dedicado al trabajo remunerado o no remunerado”.
En relación con las actividades productivas, el 45,8% de las personas de 14 años y más realiza trabajo en la ocupación y actividades relacionadas, mientras que un 83,1% lleva a cabo tareas de trabajo no remunerado.
La distribución de la participación tanto en el trabajo de ocupación como el no remunerado, varía según la demarcación por género.
“Las mujeres tienen una participación en el trabajo total mayor al de los varones. Las mujeres participan mucho menos en el trabajo de ocupación, mientras que participan significativamente más en el trabajo no remunerado”, sintetizó el director de Estudios de Ingresos y Gastos de los Hogares del Indec, Gabriel Viú.
En esta línea, el porcentaje de varones que participan en el trabajo de ocupación es del 55,5% y supera al de las mujeres, que es del 36,9%.
En cambio, el trabajo no remunerado carga sobre las mujeres en una mayor proporción dado que el 91,6% de ellas realiza trabajo doméstico, de cuidado, de apoyo a otros hogares o voluntario mientras que, en el caso de los varones lo hacen el 73,9%.
“Nosotras entendemos, estratégicamente, dentro del proyecto del Ministerio que me toca conducir, que los cuidados son el punto neurálgico que derrama desigualdades en todos los ámbitos de nuestras vidas. Y que tiene como consecuencia el impacto de las violencias en las mujeres y LGBTIQ+”, dijo Gómez Alcorta.
Luego sostuvo que a partir de la ENUT se pueden observar los datos desde una "interseccionalidad", que es lo que busca su cartera “para pensar las políticas públicas”.
En este sentido, la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo muestra datos desagregados por género, edad, nivel educativo y región del país.
En relación al trabajo no remunerado, la realización de tareas se incrementa con la edad, al tiempo que se reducen las diferencias entre varones y mujeres.
Así, el grupo de 14 a 29 años alcanza al 74,2% de participación, con más de 17 puntos porcentuales de diferencia entre hombres y mujeres, a favor de los primeros; en las edades centrales aumenta al 86,6% la participación masculina total; y, finalmente, entre quienes tienen 65 años o más supera el 89%, con una diferencia de 11 puntos entre varones y mujeres.
En tanto, en relación al trabajo en la ocupación, las adultas y adultos de entre 30 y 64 años son quienes alcanzan la mayor tasa de participación (71,4% de los varones y 48,5% de las mujeres), pero también es en este rango etario donde se registran las mayores brechas de participación, con 22,9 puntos porcentuales más para los varones.
Por otra parte, la encuesta muestra que las mujeres disminuyen su participación en el trabajo remunerado a medida que aumenta su nivel educativo, y esto se da de forma inversa en los varones, lo cual implica que a mayor nivel educativo, disminuye la desigualdad de la participación de ambos sexos en tareas de cuidado y domésticas.
Mientras las mujeres con hasta primario incompleto participan en un 95,8% de actividades del trabajo no remunerado, en las de nivel terciario o universitario esta participación es de 89,6%.
En cambio, el 70,1% de los varones con primario completo y secundario incompleto realiza trabajo no remunerado, valor que asciende a 79,7% para aquellos con terciario o universitario incompleto y más.
Finalmente, en cuanto a distribución por región, en la región noroeste se observa la menor tasa de participación en actividades productivas (88,9%) y la mayor diferencia entre varones y mujeres, con valores que alcanzan 84,9% y 92,4%, respectivamente.
En lo que respecta al trabajo no remunerado, si bien las mujeres en el noroeste muestran la menor tasa de realización de estas tareas en el país (89%), también es donde se registra una diferencia de 23,7 puntos respecto a los varones (65,3%).
“El noroeste tiene que ser una región priorizada”, indicó Gómez Alcorta.
“Efectivamente somos las que más trabajamos porque tenemos dos jornadas de trabajo. Después de nuestra jornada laboral vamos a nuestras casas y continúa el cuidado doméstico”, concluyó.