Comprar un departamento en un edificio que incluye dentro de sus amenities una granja para minar criptomonedas parece extraño. Sin embargo, al compararlo con otras formas de abaratar costos que utilizan los consorcios, no lo es tanto.
Algunos edificios son construidos con locales para ser alquilarlos y que el dinero cubra gastos del consorcio. Lo mismo con estrategias que incluyen la instalación de carteles publicitarios o antenas de comunicación. “Inspirados en esto, buscamos nuevas formas de bajar el costo de vida en un edificio. Y entendimos que una granja para minar criptomonedas era una gran opción”, cuenta Damián Lopo, desarrollador del edificio, a Forbes Argentina.
Next Pampa 2.0 se define como un proyecto Eco Friendly, Smart Living y Crypto Building. “Al comprar una unidad se accede a distintas amenities. Una de ellas es una pequeña granja de minería cripto”, indica Lopo. Y agrega: “Con el dinero que se obtenga de esa actividad, se pagarán las expensas de todos los departamentos. Y si por algún incremento de valor de la cripto se genera más plata, se divide entre todos los dueños”.
Según indican, el objetivo es que el edificio cuente con alrededor de 10 máquinas para minar criptomonedas. Una empresa especializada en esta actividad se encargará de su operación y con los ingresos se abonará los gastos de expensas de las unidades. “Lo pensamos como una forma de bajarle el costo de vida a las personas. Sobre todo en una Argentina con inflación y precios cada vez más caros”, señala Lopo.
En esa línea, el empresario cuenta que el edificio, que estará ubicado en Belgrano, es sustentable. “Tiene paneles solares con baterías para garantizar el continuo funcionamiento de iluminación LED de espacios comunes, seguridad, accesos, ascensores y monta vehículos. También precalentadores de agua y termotanques solares para reducir el consumo eléctrico y optimizar la eficiencia de las instalaciones”, destaca.
Finalmente, el empresario cuenta que el edificio también funcionará como una galería de NFTs. “En los otros edificios hice lo mismo pero con arte tradicional. En esta oportunidad, queremos que los NFTs funcionen como arte para el propio edificio y que si se venden también esas ganancias sean para el consorcio”, afirma el desarrollador.
El modelo de negocios
Damián Lopo cuenta que este es el tercer edificio que desarrolla. Como además es fundador y director de Newlink Capital, grupo que invierte en distintos proyectos relacionados a la tecnología, siempre intenta sumar a los edificios nuevos avances. “Hace tiempo que venimos trabajando con blockchain y criptomonedas y nos pareció que era una forma de hacer convivir este avance con una inversión tradicional”.
Esenciales de Forbes: Cuánto cuesta minar criptomonedas en la Argentina
En esa línea, el empresario explica que planean iniciar la demolición del espacio donde estará el edificio entre octubre y noviembre. “La toma de posesión sería a fines del 2024. Son 32 unidades y, en promedio, el precio del m2 es de US$ 2.500”, comenta. “Queremos que sea un edificio de alta calidad a un precio razonable. La única forma de lograr eso es que los desarrolladores ganemos menos. Pero nuestro punto de vista es a largo plazo y creemos que las marcas o modelos que tienen más éxito, en cualquier sector, son las que ofrecen calidad a precios razonables”, continúa.
Quiénes compran departamentos en el “edificio cripto”
Como mencionó Lopo, el edificio recién estará terminado a finales del 2024 y la inversión total rondará los US$ 15 millones. “Algo que me sorprendió mucho es que ya se vendieron el 60% de las unidades. Nunca me había pasado antes eso”, dice Lopo sin ocultar su sorpresa.
Según cuenta, por lo general ese porcentaje es cero al iniciar un proyecto. “O del 15% máximo si hay allegados que ayudan a impulsar el desarrollo”, explica sobre el negocio.
Ante la consulta sobre el tipo de compradores, Lopo dice que notó dos grandes grupos. “El primero son personas más jóvenes con un claro conocimiento sobre las criptomonedas y la minería. Ellos ven una oportunidad de ingresar en el mercado cripto y además realizar una inversión tradicional”, señala.
En el segundo grupo de compradores se incluyen quienes no saben sobre esta tecnología. “Obviamente les damos todas las explicaciones necesarias. Lo que vimos es que más allá de no tener tanto conocimiento al respecto, les resulta interesante vivir en un edificio de estas características y que sea sustentable”, remarca Lopo.
Para concluir, el empresario indica que en el futuro habrá más edificios con estas características. “No tengo dudas. De hecho, algo que también me pasó por primera vez es que ya me llamaron de cuatro provincias para franquiciar el edificio. Creo que para mejorar Buenos Aires o cualquier ciudad, los desarrolladores tenemos que hacer mejores edificios. Que sean sustentables y que incluyan tecnología que mejore la calidad de vida”, finaliza Lopo.