Hace tiempo que Microsoft apuesta por mejorar su división de videojuegos para vencer a rivales directos como Sony. En ese camino, la empresa fundada por Bill Gates desembolsó alrededor de 69 mil millones de dólares para comprar Activision Blizzard, uno de los editores de videojuegos más importantes del mundo.
De esta manera, Microsoft, conocida por ser la desarrolladora de Xbox, se hace con marcas fuertes dentro de la industria de los videojuegos como lo son Call of Duty, Warcraft y Tony Hawk. Además, se asegura el puesto de la tercera compañía del sector con más ingresos, sólo detrás de Tencent y Sony.
Por otro lado, el pago de US$ 68.7 millones es el más grande en la historia de Microsoft a la hora de comprar una empresa o activo. “Necesitamos más innovación e inversión en la creación de contenido y menos restricciones en la distribución”, aseguró el CEO de Microsoft, Satya Nadella. Y agregó al dar a conocer la noticia: “Nuestra visión es un río de entretenimiento donde el contenido y el comercio fluyan libremente”.
Si bien Microsoft se beneficia con la compra para sumar a su catálogo juegos como Call of Duty, su mayor interés está en los juegos móviles, un área donde hasta ahora no logró imponerse. En cambio, Activision es dueño de Candy Crush, uno de los más populares en el sector. “Traeremos tantos juegos de Activision Blizzard como podamos. Incluidos juegos nuevos y juegos del increíble catálogo de Activision Blizzard”, comentó Nadella.
Finalmente, el CEO de Microsoft destacó que esta oportunidad es buena para continuar con la construcción del metaverso de la empresa. “Nuestro talento y nuestras franquicias son componentes críticos en la construcción de un metaverso rico”, aseguró. Y concluyó: “La carrera para hacer esto se está acelerando y los recursos necesarios para el éxito son enormes”.
Llevar el gaming al próximo nivel: cómo ofrecer experiencias cada vez más reales
De todas formas, no es la primera vez que Microsoft compra una compañía editora de videojuegos. En septiembre del 2020 ya lo hizo con Bethesda Softworks, por la cual pagó más de siete mil millones de dólares. Con la adquisición se quedó con videojuegos como Fallout y Doom, nombres fuertes dentro de la industria.
Microsoft y una compra con polémica
Más allá de la suma que Microsoft pagó por Activision Blizzard y sus videojuegos, también generó preguntas el hechos de que la empresa adquirida se encuentra atravesando denuncias por acoso sexual y discriminación. Además, hay relatos sobre fiestas llenas de alcohol donde se hablaba abiertamente de violaciones y el suicidio de una empleada que habría estado relacionado a la divulgación de una foto íntima que hicieron sus compañeros.
En octubre del año pasado, el CEO de la compañía, Bobby Kotick, afrontó los cargos de manera pública. “Durante la última década, a medida que trajimos nuevas empresas, aumentamos nuestra fuerza laboral y expandimos nuestro negocio, creíamos que teníamos el sistemas, políticas y personas para garantizar que nuestra empresa siempre esté a la altura de su reputación como un excelente lugar para trabajar. Claramente, en algunos aspectos de vital importancia, no lo hicimos”, escribió Kotick en una carta abierta.
“Los límites no estaban en el lugar correcto en todas partes para garantizar que nuestros valores se mantuvieran. En algunos casos, las personas no siempre se sentían cómodas informando inquietudes, o sus inquietudes no siempre se abordaban de manera rápida o adecuada. La gente estaba profundamente decepcionada y, por eso, lo siento mucho”, aseguró en ese momento.
Más allá de eso, desde Microsoft confirmaron que Kotick seguirá siendo el CEO de Activision luego de cerrar el trato. "Él y su equipo mantendrán su enfoque en impulsar los esfuerzos para fortalecer aún más la cultura de la compañía y acelerar el crecimiento del negocio", revelaron desde la compañía aunque también indicaron que todos reportarán a Phil Spencer, CEO de Microsoft Gaming.
“Como CEO de Microsoft, la cultura de nuestra organización es mi prioridad número uno”, afirmó Nadella. “Este es un trabajo arduo, requiere consistencia, compromiso y liderazgo que no solo habla por hablar, sino que camina por el camino”, finalizó.