El metaverso está en boca de todos. Esta realidad virtual alternativa que le permite a cada usuario ser quien desea ser se muestra como una tendencia irrefrenable. La consultora de mercado Gartner espera, según un informe reciente, que en 2026 el 25% de las personas pasen al menos una hora al día en un metaverso para trabajar, comprar, educar, hacer uso de redes sociales o entretenerse.
El Globant Sentinel Report, por su parte, afirma que el 73% de los encuestados considera que se trata de una tecnología accesible. La agencia especializada en experiencias digitales Wildbytes agrega que, para 2024, el 70% de las grandes empresas tendrán presencia en el metaverso. ¿Burbuja o nuevo paradigma de negocios? Por lo pronto, entre tanta virtualidad emergen algunas oportunidades más que reales para configurar un mercado que, según Bloomberg Intelligence, valdrá US$ 800.000 millones en 2024.
Una experiencia de otra dimensión
El BtoB y el BtoC que caracterizaron al comercio electrónico hasta aquí suman una nueva vertiente: el business to avatar. No se trata de un mero cambio de nombre: las empresas deben diseñar productos, servicios y experiencias orientadas no al usuario real, sino a su representación virtual. Las ventas comienzan a florecer: un reporte de MDC da cuenta de que en 2021 ascendieron a US$ 8.000 millones, cifra que estaría creciendo en el orden del 35% anual. Aquellos que ya están haciendo sus apuestas podrían estar obteniendo beneficios: según una encuesta de Globant, el 24% de las personas manifestó haber aumentado su interés por alguna marca en particular solo porque esta le brindó una experiencia en el metaverso.
La economía del Metaverso en América Latina podría acercarse a los US$ 320.000 millones en apenas una década, según un informe.
La economía del Metaverso en América Latina podría acercarse a los US$ 320.000 millones en apenas una década, según un informe.
Un ecosistema que crece
Día a día, empresas con mucho renombre en el mercado lanzan sus intenciones de trabajar en el metaverso: desde Amazon, con su propuesta de juego anunciada en marzo que combina esta tecnología con la nube, el AWS Cloud Quest, hasta J.P. Morgan, que abrió la primera sucursal bancaria en Descentraland a principios de este año, pasando por Nike, Adidas, Sotheby's, Coca-Cola y una lista que se engrosa minuto a minuto.
Meta, una de las grandes impulsoras del metaverso, hace su aporte en este sentido: está invirtiendo US$ 150 millones en capacitaciones y recursos de realidad virtual y realidad aumentada para que estudiantes, emprendedores y desarrolladores hagan crecer el ecosistema. Además, en conjunto con el BID, lanzó un desafío para identificar y financiar ideas que puedan plasmarse en el metaverso.
Tierra de especulaciones
Uno de los fenómenos más impactantes del metaverso tiene que ver con la venta de propiedades: desde su creación, se vendieron tierras por aproximadamente US$ 1.900 millones. De todas formas, predomina la volatilidad y es muy prematuro intentar análisis concluyentes sobre la economía detrás del mundo inmobiliario del metaverso. RubyHome, empresa especializada en bienes raíces de lujo, detectó que la parcela de tierra en febrero de este año tenía un precio promedio de US$ 16.300, cifra que cayó un 80% en apenas cuatro meses, para situarse en US$ 3.300 en junio.
¿Y por casa cómo andamos?
Más allá de los vaivenes propios de un paradigma tecnológico que está buscando su propia madurez, el metaverso parece haber llegado para quedarse y para convertirse en una fuente de oportunidades. Y no solo para las naciones más desarrolladas: un informe de Analysis Group a pedido de Meta detectó que la economía del metaverso en Latinoamérica podría acercarse a los US$ 320.000 millones en apenas una década.
Quedan más dudas que certezas: desde aspectos regulatorios relacionados con la protección de los datos hasta el comportamiento ético de los usuarios dentro del meta verso, pasando por cuestiones impositivas. Sin embargo, la propuesta resulta muy excitante y son cada vez más las personas, entre las que aún no experimentaron esta nueva realidad, que ya están probándose el casco.