La digitalización de activos es un proceso cada vez más común en todas las industrias. Además, la base de usuarios que prefieren comprar de forma digital también aumenta a diario. Por ese motivo, son varias las empresas que ofrecen soluciones a esto.
Una de ellas es Fill Smart, una app que próximamente permitirá almacenar litros de combustible en la nube. Es decir, el usuario adquiere litros de un combustible a través de la app, los guarda en su billetera virtual y luego los intercambia en la estación de servicio por ese combustible o por el dinero.
En diálogo con Forbes Argentina, Matías Ferrari, presidente de la plataforma, da más detalles sobre Fill Smart y explica que cada estacionero podrá utilizar las herramientas disponibles para asumir los riesgos y fidelizar a sus clientes según sus necesidades.
-¿Cómo nace la idea?
-Nace con el objetivo de mirar un mercado que se está digitalizando. Hace dos años vimos la oportunidad de digitalizar activos como combustibles, granos y productos mineros, entre otros. El objetivo es lograr que inversores, sobre todo en Argentina que tiene una economía endeble, logren encontrar alternativas para arquear monedas u ahorros y que le sirva tanto como moneda transaccional como para hacerse del bien físico.
-¿Por qué empezaron con el combustible?
-El caso del combustible fue uno de los más atractivos por su universalidad. Es conocido globalmente y todos saben más o menos cuánto sale el litro luego de cumplir los 18 años. Cualquiera que carga su moto o su auto sabe cuánto sale el combustible y eso no pasa en todos los rubros. Es más difícil que alguien sepa cuánto sale el kilo vivo de carne por ejemplo.
-¿Cómo lo implementarán?
-Nos juntamos con petroleras de primera línea y les encantó. Tuvimos varias reuniones con YPF y les pareció atractivo pero finalmente no llegamos a un acuerdo y seguimos viaje con otras. A la fecha estamos trabajando en varias líneas. La plataforma ya está desarrollada por completo y la app con la billetera también. Todos los usuarios, desde los compradores hasta los estacioneros, tienen acceso para gestionar la compra venta digital.
-¿Ya se puede usar?
-Estamos empezando con pruebas en estaciones de servicio de la zona oeste de la Provincia de Buenos Aires y también estamos trabajando en un acuerdo con una petrolera de Brasil. La idea es expandirnos en mayor cantidad de estaciones y ser una solución integradora. Porque queremos generar una relación de fidelización entre el cliente y el estacionero. Ser un mecanismo de distribución adicional de combustible, una puerta más de venta.
-¿Cómo funciona?
-Funciona de manera sencilla. Uno compra digitalmente combustible y puede retirarlo de forma física o cambiarlo por pesos. Y eso se puede hacer a través de distintos mecanismos, desde los más conocidos digitales e incluso efectivo. Por un lado pensamos en un negocio directo al consumidor pero también empresas de logística. Estas últimas nos ven como una posibilidad atractiva de administrar y distribuir entre sus flotas de camiones o camionetas que luego irían a consumir en distintas estaciones.
-¿Estará disponible en todas las estaciones de servicio?
-Se puede retirar combustible de cualquier estación, independientemente de la bandera.
-¿A los estacioneros les gusta la idea?
-Hay un cambio de generación en las estaciones de servicio y quieren incorporar más tecnología. Esto abre un mundo de negocios y los hijos de estacioneros, que suelen ser organizaciones familiares, ven con buenos ojos la incorporación de nuevas tecnologías. Eso nos facilita el camino porque al tener esa mirada nos abren las puertas y quieren conocer nuestra plataforma.
-¿La plataforma es igual para todas?
-Nosotros no ofrecemos un enlatado. Lo customizamos porque, a pesar de lo que se suele pensar, cada estación de servicio tiene sus detalles y no son todas iguales. Entonces, la plataforma se ajusta a las necesidades. Muchos prefieren incentivar el retiro de los litros físicos y no del dinero porque eso les conviene más. Ahí habrá una gestión de riesgo ante la suba de combustibles y algunos estarán más abiertos y otros no. Nosotros les damos todas las herramientas para que asuman o no el riesgo y habrá algunos que respeten el precio de compra y otros no. Y eso generará una fidelización mayor o menor en los clientes.
-¿Quién asume el riesgo ante un aumento?
-El que corre el riesgo es el estacionero y los clientes confiarán en él, o no, según como se vaya dando la dinámica.
-¿Se puede mandar litros de nafta a otra billetera?
-Se puede transferir los litros a tus propios familiares o amigos. O en caso de empresas de logística o transporte, a los choferes. Eso a las empresas les resulta atractivo porque es una forma de controlar el uso y gasto de combustible.
-¿Por qué pasa eso?
-Es una actividad donde suele haber muchos robos y pérdidas en la gestión del combustible. Y eso es un tema para las compañías que contratan a dichas empresas. Porque les cambian los parámetros por ciertas cuestiones que luego llevan a tener que renegociar los contratos. Al transferir el combustible cuando sea necesario, sacan del medio ese problema y hay una reducción de costos y un funcionamiento más eficiente.
-También la empresa puede negociar con el estacionero por comprarle una gran cantidad de combustible?
-Totalmente. Si una empresa de logística interactúa por la plataforma con un estacionero y ya sabe que a principio de mes le va a comprar un millón de litros, pueden negociar el precio. Para las estaciones con clientes grandes es una herramienta muy útil.
-¿Cómo monetizan ustedes?
-La vertical de ingresos son pequeñas comisiones. La idea es que sean lo más económicas posibles para que no lo sufra el cliente final.
-¿De cuánto fue la inversión?
-No es tan fácil mencionarla porque si miras el equipo y el desarrollo de tanto tiempo, se hace difícil. Pero estimo que podrían ser entre 250 y 300 mil dólares.
-¿Y cuántas personas trabajan?
-Cerca de 14 equipos más o menos. Somos un equipo eficiente y también terciarizamos trabajamos en materia de programación y comercial por ejemplo.