-¿Cómo te recibió Argentina?
-Lideré hasta febrero de 2020 las operaciones de Uruguay y luego me hice cargo de Argentina. Tengo 25 años en la industria y en el país. Volví con un desafío enorme al que la pandemia le agregó algún nivel de complejidad, pero nos puso en un lugar especial. Hubiera sido muy distinto una pandemia en otro momento tecnológico del país.
-¿Qué parte de tu tiempo ocupa contarle Argentina a la casa matriz?
-Los españoles conocen muy bien Latinoamérica y sus realidades. Telefónica está hace más de 30 años en el país, con lo cual pasó por diversas situaciones. Lo podés ver como una oportunidad desaprovechada o como renovando todo el tiempo expectativas, porque al final son empresas que vienen para quedarse, no para capitalizar una coyuntura. El objetivo es hacer negocios, pero también aportar al desarrollo del país y la sociedad.
-Treinta años supera al corte…
-El gran desafío de cómo gestionar es mirar el corto y el largo plazo. Es como cuando imaginás un viaje, lo planificás, lo diseñás, ponés el horizonte hacia donde ir, pero tenés que mirar el tráfico y los pozos que se te van presentando. Los argentinos aprendimos a gestionar en crisis (y de hecho tenemos una marca diferencial por la gestión de crisis), pero te puede llevar a cometer el error de mirar solo el corto plazo, ser un muy buen gestor del corto plazo, y no tener un rumbo fijo. Ese es el desafío: la adrenalina que te genera la gestión de estos entornos más complejos no tiene que confundirte en dejar de mirar el largo plazo.
-¿Qué tenemos por delante en la revolución tecnológica?
-La gran evolución de estas dos décadas es que hoy todo el mundo está conectado. Veo dos evoluciones tecnológicas hacia adelante. Una es pasar de todos nosotros conectados a que los dispositivos, el hogar, el auto, estén todos conectados, Internet of Things. La evolución de las redes va hacia eso. Y la otra tiene que ver con que vamos a vivenciar en un segundo plano, dependiendo de cómo se termine de generar este metaverso, una realidad virtual donde vas a poder participar de espectáculos, hacer negocios, hacer turismo virtual. Hoy cuesta imaginarlo, pero a medida que se vive se lo toma más natural.
-¿Cuál es tu regla de oro para incorporar skills de liderazgo?
-Las claves son escuchar, interpretar y comunicar. Antes el liderazgo o el talento estaban relacionados a ser muy idóneo y especialista en tu función con algunos dotes de liderazgo, hoy se necesita líderes que incorporen inteligencia emocional y social. Primero, porque el entorno te cambia continuamente, y segundo porque la gente quiere participar en la estrategia.