Argentina se encuentra inmersa en un complejo ambiente económico y financiero, marcado por desafíos que parecen insuperables. De cara a las próximas elecciones generales, destacan una inflación desenfrenada, fuertes compromisos de deuda y una reciente devaluación oficial del peso en más del 22%. Según el FMI, la inflación de este año podría superar el escalofriante 120% para fin de año. La nación enfrenta un escenario económico que exige soluciones innovadoras y transformadoras.
En este escenario, la inteligencia artificial (IA) emerge como un faro de esperanza ante este oscuro panorama. La IA tiene el potencial de revolucionar múltiples aspectos de la sociedad argentina, desde la creación de empleos y el combate a la criminalidad, hasta la mejora del sistema educativo y la resolución de problemas productivos. Lucas Roitman quien se desempeña como investigador en la Universidad de Stanford (la meca de la cual emergen gran cantidad de las empresas destinadas a cambiar el mundo), habla en exclusiva con Forbes de los principales impactos que se pueden esperar en el país si se sube a la ola de la IA.
Uno de los temas que preocupan a la sociedad es la seguridad. ¿Cómo ves el aporte de la IA en este tema?
La inseguridad en las calles, un problema que preocupa a los argentinos en la actualidad, podría ser combatida con la ayuda de la IA. La detección facial, por ejemplo, demostró ser una herramienta efectiva para reducir el crimen, ampliamente utilizada en países como Estados Unidos, China, Corea, Japón y Reino Unido.
Si se instalan suficientes cámaras, una buena opción es seguir a los delincuentes enmascarados o encapuchados hasta sus casas o hasta donde muestren sus caras, con el objetivo de identificarlos. Otra alternativa, que también requiere de cámaras, es monitorearlos en todo momento para construir un perfil de esos individuos. La tecnología para disuadir la actividad delictiva existe, sólo necesitamos ajustar y mejorar su implementación.
Hasta ahora, la sociedad argentina ha dado prioridad a la protección de la privacidad sobre la seguridad. No obstante, las actitudes al respecto pueden ir cambiando, y permitir la instalación de cámaras de seguridad como ya existen en Londres, por ejemplo, o que, como pasó en Estados Unidos, se obligue a la policía a tener cámaras encendidas en sus chalecos -en el país norteamericano, esto llevó al desmantelamiento de redes de corrupción profundamente arraigadas dentro del organismo policial.
La IA está provocando grandes discusiones en el ámbito educativo. ¿La ves como un posible aliado tanto del lado de los estudiantes como de los docentes
En el terreno de la educación, la IA puede desempeñar un papel crucial para transformar el presente y el futuro de los jóvenes. Introducir a los niños desde temprana edad en herramientas como ChatGPT y Midjourney pueden convertirse en aliados poderosos para estudiantes y docentes, tanto a la hora de enseñar y adquirir conocimiento como en sus trayectorias laborales.
En vez de prohibir el uso de la tecnología al momento de hacer tarea o rendir un examen, el sistema educativo debería apoyar su uso y adaptar los materiales de estudio, tareas y exámenes para tomar en cuenta que el estudiante estará utilizando inteligencia artificial cuando utilice sus estudios en un entorno real.
Un potencial desafío que surge en este sentido es que los profesores en general no están a la vanguardia en la incorporación de nuevas tecnologías en las aulas. Sin embargo, les pueden preguntar a los estudiantes qué herramientas de IA conocen, y pedirles que pasen al frente para enseñárselas a sus compañeros.
Esto complementa al rol de docente, que aporta madurez y amplios conocimientos en sus áreas específicas de estudio. A modo de ejemplo, los estudiantes pueden mostrarles una aplicación nueva y sus maestros, actuar como guías, enseñándoles los conceptos base para que los apliquen a las nuevas tecnologías. ¿La clave? Usar IA en todas las clases, siempre que sea posible.
¿Qué es lo que más te entusiasma de la IA a futuro pensando en el desarrollo de la IA en Argentina?
Argentina tienen un tejido productivo muy importante comparado con países similares. Además cuenta con una gran diversidad de recursos humanos y un gran talento profesional. En el campo productivo, la IA podría desplegarse en toda su magnitud en las fábricas y las cadenas de distribución: puede optimizar procesos, aumentar la eficiencia y reducir costos. Así, cuando los camiones autónomos estén disponibles en Argentina, podrían transformar el transporte de mercadería en el país, reduciendo gastos y aumentando la seguridad.
Para liberar las potencialidad de Argentina, incentivar la capacitación en IA y subvencionar su uso en la industria y la agricultura es crucial para aumentar la competitividad. Esto puede realizarse mediante reducciones de impuestos a las industrias que incorporen esta tecnología, o incluso mediante subvenciones estatales para la inversión en IA. Además, en un país con fuertes restricciones a las importaciones, como lo es la Argentina, debemos como mínimo flexibilizar la entrada de productos que usen IA para aumentar la productividad, como lo son los camiones que se conducen solos.
Sin embargo, no basta con utilizar la IA; es necesario fomentar su desarrollo. Atraer talento y expertos en esta tecnología, aunque sea costoso, es una inversión a futuro que supera con creces las demandas actuales del mercado. Las políticas de subsidios a industrias que adopten la IA y la organización de charlas y eventos relacionados son pasos esenciales para impulsar esta revolución tecnológica. No hace falta en primera instancia atraer personal experto en desarrollo de inteligencia artificial, pero sí capacitadores que puedan comunicarle a las masas cómo utilizar estas herramientas, por ejemplo, para la creación de diseños con Midjourney.
¿Cuáles son tus hitos más destacable en el tema de IA?
En lo personal, hace más de 10 años que me dedico al desarrollo de inteligencia artificial. Desarrollé videojuegos en una de las empresas más importantes de la industria a nivel global: Electronic Arts. En Silicon Valley, participé en la creación de Adia Robotics, una startup de drones. También trabajé en redes neuronales en Apple y Meta, después de mi trayectoria en investigación en IA en la Universidad de Stanford.
Mi proyecto más reciente es FreeWillAI, una startup que ofrece a empresas y desarrolladores la capacidad de ejecutar inteligencia artificial en la blockchain de forma descentralizada, impulsando el desarrollo de Dapps (aplicaciones descentralizadas), protocolos y criptomonedas. Nuestra visión es democratizar la inteligencia artificial y permitir que esta cobre vida por sí misma.
En conclusión pienso que Argentina enfrenta un escenario desafiante, pero la IA tiene el poder de transformar esta realidad. Desde la creación de empleos hasta la mejora de la educación y la seguridad, la IA puede ser la fuerza impulsora que el país necesita. Es hora de abrazar esta tecnología, capacitarse en su uso y fomentar su desarrollo. La inversión en IA no solo es una necesidad, sino también una oportunidad para un futuro más próspero y equitativo.