En el ámbito de la tecnología del sonido, algunas figuras icónicas dejaron una huella indeleble en su evolución, y entre ellas destaca Stephan Peus. Impulsado por una pasión inquebrantable por la mejora continua y una búsqueda incesante de la perfección sónica, ascendió hasta convertirse en maestro del legendario micrófono de cabeza de maniquí Neumann.

Un encuentro fortuito alteró para siempre su trayectoria profesional: el día en que se cruzó con los creadores del icónico Neumann KU, el micrófono que se convertiría en su mayor pasión. Esto marcó la génesis de una profunda asociación que sigue remodelando la experiencia del audio 3D.

Génesis de una leyenda

El viaje de Stephan Peus se entrelaza con el nacimiento del micrófono de cabeza de maniquí Neumann. En 1974, cuando aún era un estudiante que aspiraba a convertirse en Ingeniero de Comunicaciones y Acústica en la Universidad Técnica de Berlín, Peus tuvo su primer encuentro con Kürer, Plenge y Wilkens, los inventores de la cabeza ficticia.

Su pasión por la acústica lo llevó a participar en las pruebas finales del micrófono KU 80, sin saber que este empeño anunciaría una revolución sónica. El Neumann KU 80, conocido cariñosamente como la “cabeza de maniquí”, destacó por su capacidad para ofrecer grabaciones de alta fidelidad con una impresionante relación señal/ruido. Inspirado en los auriculares HD 414 de Sennheiser, su diseño único lo convirtió en una maravilla para la escucha con auriculares.

Sin embargo, Peus se encontró con un reto al inicio de su andadura profesional: la reproducción de los altavoces del KU 80 introducía una importante coloración en el sonido. Así comenzó la colaboración de Peus con su equipo de Neumann para desarrollar el KU 81 en asociación con el Instituto de Tecnología de Radiodifusión de Múnich (IRT).

Esta sinergia llevó a la implementación de la ecualización de campo difuso mediante el ajuste del canal auditivo de la cabeza ficticia. De este modo, se consiguió una compatibilidad mucho mayor con los altavoces y una notable mejora de la calidad del sonido. Fue la primera vez que Peus aplicó las enseñanzas de sus clases de acústica, una experiencia que le marcó profundamente y que aún le emociona.

El detalle del oído

La búsqueda de la perfección siempre estuvo en la mente de Stephan. Impulsado por la convicción de que siempre se puede conseguir un sonido mejor, animó a su equipo a seguir adelante, innovando sin cesar hasta el nacimiento del KU 100.

El catalizador fue un día normal de trabajo en el que un diseñador -cuyas ideas intrigaban a Stephan- proclamó que el KU 81 era visualmente poco atractivo y presentó un anteproyecto para un nuevo diseño que cautivó al instante a todo el mundo.

Este novedoso diseño se basaba en investigaciones que sugerían que "los robots muy parecidos a los humanos tienden a parecer inquietantes, mientras que las formas claramente técnicas provocan menos resistencia".

Fue Stephan con sus propias manos combinadas con pasta de esculpir, una espátula y un raspador quien dio forma (literalmente) a las orejas del KU 100 y mejoró la alineación, logrando una localización frontal más precisa.

Su objetivo era evitar que las asimetrías de los oídos del KU se superpusieran accidentalmente con las de los oídos del oyente y sesgar el resultado demasiado hacia la derecha o hacia la izquierda. Para lograrlo, hizo la alineación a mano con materiales para la elaboración de prótesis dentales que le proveyó su hija.

Reinvención, continuación y prosperidad

Tras una exitosa carrera en Neumann, Stephan Peus se jubiló y fundó "Peus-recording", una empresa especializada en grabaciones con cabezas falsas.

Su experiencia y su pasión lo convirtieron en un referente para quienes buscaban la excelencia sonora. Sus consejos a los aspirantes a grabadores de cabeza de maniquí hacen hincapié en trabajar en entornos acústicamente equilibrados y controlar el ruido de fondo, ya que la cabeza de maniquí capta el sonido de todas las direcciones.

Han pasado cincuenta años desde el debut de la primera cabeza de maniquí de Neumann, y Stephan Peus es la máxima autoridad en la historia de este micrófono que transformó la generación del sonido. Su amor sin límites por las distintas versiones del KU continúa hasta el día de hoy, ya que dedica su vida a mejorar las experiencias de audio de todos los entusiastas. Gracias a su búsqueda de la perfección, su pasión desenfrenada y sus encuentros fortuitos, Peus entró en los anales de la leyenda.