Ese bebé peleaba por su vida en el Bronx de New York. Había nacido el 17 de agosto de 1944, pero tras contraer neumonía con tan sólo 9 meses su madre sintió que las fuerzas ya no le alcanzaban. Ella estaba sola. Su padre, un piloto de la fuerza aérea de origen italiano había sido sólo una aventura y no estaba ahí para ayudarla. Quizá una conjunción de todas esas emociones hicieron que lo diera en adopción a su tía Lillian Spellman quien estaba casada con Louis Ellison. El apellido no es genealógico sino una adopción: Louis (de origen ruso) lo eligió para recordar su punto de entrada a los Estados Unidos Ellis Island ("son" significa hijo en inglés).
Louis se cambió su apellido, probablemente como una forma de no ser reconocido como judío para tener mejores oportunidades laborales. Y la apuesta resultó darle resultados: fue empleado en el gobierno e incluso llego a tener una pequeña fortuna en el sector de bienes raíces para perderla durante la gran depresión. Sus padres no renunciaron, sin embargo, a sus raíses religiosas.
Ellison fue criado en un hogar judío reformista y asistían regularmente a la sinagoga. Pero a los trece años, Ellison se negó a celebrar un bar mitzvah. "Si bien creo que soy religioso en un sentido, los dogmas particulares del judaísmo no son dogmas que yo suscribo. No creo que sean reales. Son sólo historias interesantes. Son una mitología interesante, y respeto a las personas que creen que son literalmente ciertas, pero yo no", afirmó Ellison. De todas formas mantiene su cariño y apoyo a Israel al que le reconoce su espíritu innovador en tecnología.
Ellison fue a la escuela secundaria en el South Side de Chicago, pero abandonó la Universidad de Illinois cuando murió su madre adoptiva. Un segundo intento de ir a la universidad, en la Universidad de Chicago, también terminó abruptamente. Sin embargo esos estudios le dieron herramientas en computación y ciencias. Llegó incluso a destacarse como estudiante del año. Para entonces, ya había descubierto el Shangri-La de California en "los primeros florecimientos de la revolución hippy". En 1964, invirtió todo el dinero que tenía en un Thunderbird descapotable color turquesa y se dirigió al oeste.
"La única habilidad comercializable que tenía era la modesta cantidad de programación informática que había adquirido en la escuela secundaria", comentó Ellison quien pasó de un trabajo a otro – por temporadas estuvo en Wells Fargo y Amdahl– antes de fundar su junto a sus exjefes Ed Oates y Bob Miner su propia empresa en 1977 con una financiación de 2.000 dólares (de los cuales 1200 dólares eran capital propio). La idea era crear una "base de datos relacional", que en aquel entonces era una idea revolucionaria que se dio a conocer en el paper "A Relational Model of Data for Large Shared Data Banks" de Edgard Frank Cood quien trabajaba en IBM.
Habían tenido la experiencia de desarrollar un software a medida y se dieron cuenta que necesitaban producir un producto que se pueda vender múltiples veces. La versión inicial de Oracle fue la 2; no hubo Oracle 1. El número de versión pretendía dar a entender que ya se habían corregido todos los errores que pudieran existir en una versión anterior.
La compañía comenzó con el nombre de Laboratorios de Desarrollo de Software (SDL). En 1979 pasó a denominarse Relational Software Inc., y posteriormente fue rebautizada como Oracle después del éxito del producto insignia de base de datos Oracle. El nombre lo tomó de un proyecto para la CIA, al que le habían vendido la base de datos. En 1986 Oracle sale a la Bolsa y para ese entonces Ellison se convierte en millonario.
Una gran crisis tanto en la parte fianciera como en su propia salud lo llevó a contratar a un detective privado para encontrar a su madre biológica. Reencuentro que se produjo cuando él tenía 48 años. Hasta donde se sabe padre nunca pudo ser hallado.
La crisis financiera ocurrió en 1990, en el único trimestre donde perdió dinero, Oracle despidió alrededor del 10% (alrededor de 400 personas) de sus trabajadores debido a una falta de coincidencia entre el efectivo y los ingresos. Esta crisis se originó en la estrategia de comercialización de Oracle, en la que se instó a la gente de ventas a inducir a clientes potenciales para que compraran la mayor cantidad posible de programas a la vez.
El personal de ventas reservaba el valor de las ventas de licencias futuras en el actual trimestre, lo que aumentaba sus bonos. Pero esa modalidad de ventas se convirtió en un problema cuando las ventas futuras no se materializaron. Oracle tuvo que replantear sus ganancias en dos ocasiones, y también resolver las demandas de acción de la corte de clase que surgieron del hecho de haber exagerado sus ganancias. Ellison, diría más tarde que Oracle había cometido un error de negocio increíble.
Extravagante y controvertido, Ellison construyó la empresa a su propia imagen. Ellison tiene gustos caros, con fuertes gastos tanto en su vida personal como en la expansión de Oracle. Su afán adquisitivo llevó a Oracle a adquirir empresas como PeopleSoft y Sun Microsystems a principios de siglo. Mientras tanto, se entregó a su amor por los deportes de competición compitiendo en barcos de vela y comprando torneos de tenis.
En 2012, compró la isla hawaiana de Lanai. Ellison también apoya a otros emprendedores disruptivos, aunque a veces no acierte. Fue miembro del consejo de administración de Theranos de Elizabeth Holmes, una de las empresas que más atención mediática recibió cuando se desató el escándolo por sus promesas incumplidas. También respaldó a Elon Musk en Tesla donde participó del directorio. Estuvo involucrado en el gran regreso de uno de sus mejores amigos en al industria Steve Jobs (que también fue dado en adopción) a Apple y estuvo en su mesa directiva.
Su fortuna personal de multiplicó varias veces y aún más en los últimos años alcanzando los US$ 169.8 millones para ser el quinto hombre más rico del mundo según el ránking de Forbes.
Desde hace muchos años es partidario de Donald Trump. El mensaje del último renacimiento de Oracle es que sus propios días como un empresario entusiasmado por lo que vendrá aún no han terminado. Larry sigue buscando en las aguas a veces turbulentas y otras calmas aquello que su padre, ese piloto de avión enigmático, dejó en el cielo.
